Actualidad
La cabra Vilma: hace 4 años la salvaron de un matadero y sus videos superan los 100 millones de reproducciones
 
																								
												
												
											A Vilma la rescataron de un matadero en Neuquén y su destino fue terminar siendo famosa en las redes sociales. Fue durante la época de las Fiestas, en diciembre de 2020, cuando Xiomara Nacif le pidió a su papá una cabra como regalo para sus 18 años.
“Él la consiente en todo, así que le cumplió el deseo”, bromeó Camila, hermana mayor de Xiomara y a quien la cabra eligió como su dueña.
Según recuerda Camila, la familia intentó conseguir una cabra por diferentes lugares hasta que llegaron a un matadero donde aceptaron vender a Vilma: “Mi papá les dijo que se la llevaba viva y la trajo a casa en el asiento trasero del auto”.
Al principio, cuando era una novedad tener a Vilma en la casa, Camila la grababa para tener videitos caseros y una madrugada decidió compartir uno de los contenidos en TikTok. “Yo no usaba las redes, tenía los perros, pero nunca me había imaginado tener una cabra como mascota, cuando llegó Vilma me encariñé muchísimo y empezamos a pasar mucho tiempo juntas”.
Hoy la cabra tiene 4 años, pero cuando llegó era muy chiquita y lloraba por las noches: “Yo estudiaba de noche y ella solo se calmaba conmigo. Después se empezó a acostumbrar a convivir con mis perros. La veterinaria me dijo que la cabra me adoptó como mamá. Tanto me lo decían que justamente por eso en redes sociales todos me conocen como su mamá”.
Contenido improvisado
Camila se recibió el año pasado de psicóloga y trabaja todos los días atendiendo pacientes. De todos modos, siempre se hace un tiempo para estar con Vilma y en cuanto empieza a jugar o a hacer travesuras, la graba con el celular: “A veces no tiene ganas, está de mal humor o quiere que juegue con ella. No es algo que piense, sino que grabo lo que pasa en el patio”.
“Subir contenido a las redes sociales no es un trabajo. Me entretiene, es un hobbie. Me gustaron siempre los animales y en casa conviven todos en el patio. Los que se hicieron más conocidos en las redes, además de Vilma, son mis otras dos mascotas: la golden trucha, que me la cambiaron por dos docenas de empanadas y le roba comida a la gente en el barrio y también está Lord Vaca, que la gente lo quiere mucho en las redes”.
Muchos seguidores y millones de reproducciones
Tanto Camila como el resto de su familia no pueden creer la repercusión que tienen los videos de la cabra en las redes sociales. “A veces por la calle me dicen que ver los videos de Vilma les hace bien. Parece una tontería, pero más allá de la diversión, la cabra tiene un impacto muy positivo en las personas. Me escriben para venir a visitarla y yo por supuesto que les digo que sí”.
“El primer video lo subí una noche que estaba aburrida en pandemia. Al otro día mi hermana me dijo que estaba viralizándose en todos lados, era tendencia en Twitter y me llamaban periodistas”, contó Camila
La joven no lo podía creer. “Se armó una comunidad muy amplia rápidamente. Hay seguidores de todos los países, hasta en Rusia me hicieron una entrevista. Los videos más virales la muestran a Vilma entrando a la fuerza a la casa, rompiendo la puerta, jugando con los perros o cuando espía al vecino. Algo que le llama mucho la atención a la gente es que la llevo a la plaza con correa. Ella disfruta de jugar con los perros. Un día se escapó de casa y se fue hasta la plaza”.
Más de dos millones de personas siguen a diario a través de TikTok @vilmalacabraaragentina, y otras 600 mil en el Instagram @vilmalacabra, las locuras de la cabra junto a seis perros y tres gatos. Camila es quien relata las historias de las mascotas que viven en el patio de su casa.
Realización: Agustina Ribó
Edición: Francisco Hernández
Fuente: TN
 
																	
																															Actualidad
Le lleva 24 años y ante sus ojos es la Venus de Botticelli: el ingeniero que sostiene un amor platónico por miedo a perderlo todo
 
														Él es Horacio. Tiene 68 años, es ingeniero agrónomo y está separado con cuatro hijos. Ella es Raquel. Tiene 44, es profesora de literatura, nunca se casó ni tiene hijos. Ambos viven en la provincia de Córdoba y son los protagonistas de esta particular historia de hoy.
Horacio confiesa a Infobae que, muchas veces a lo largo de su vida, las cuestiones del amor lo han defraudado, pero asegura que desde hace algún tiempo ha vuelto a amar con locura. Y lo hace de una manera tal que ha decidido cuidar ese sentimiento a capa y espada. Cuidarlo de todo, incluso de las propias pasiones y deseos.
Muchas mujeres, poco amor
Horacio se casó por primera vez a los 29 años, en 1986, “muy enamorado de Ester, quien fue mi esposa. Tuvimos cuatro hijos, pero en 1994 me separé después de descubrir que ella me estaba siendo infiel con un tipo chamuyero. ¡Un sujeto que le inventó una historia de amor que, obviamente, después terminó en fracaso! Con 38 años volví a salir a la cancha. Me enamoré de Martha, una mujer de mi misma edad de origen sirio libanés que era neuróloga. Tres años después, me apuró con que se le estaba pasando la época de la fertilidad y me dijo que quería tener un hijo conmigo, ¡pero que su idea era criarlo sola! Ella era ultra feminista y no creía en el matrimonio. Obviamente eso me ofendió bastante y terminamos cortando”. “A los dos años conocí a Alicia. Al poco tiempo, le detectaron un avanzado cáncer de mama. Murió en mis brazos a los cuarenta y tantos años. ¡Yo ya me sentía el campeón nacional de los fracasos!”, remata Horacio haciendo gala del típico humor humor negro cordobés.
Muchos años después, conoció a Bibiana, una mujer de unos 48 años que trabajaba como fisioterapeuta. Les tocó la pandemia, pero pasaron la cuarentena en casas separadas. Hacia el final de la crisis sanitaria mundial, en 2021, Bibiana le dijo adiós. Horacio aclara: “No sé bien por qué fue, pero sucedió. Creo que influía que yo era más grande de edad y, también, mi mal estado físico con tantos kilos de más. Tengo que decirlo con todas las letras y sin eufemismos: soy gordo y tengo una bajísima autoestima. Te quiero aclarar algo: estas tres mujeres que llegaron después de mi esposa, fueron personas muy importantes para mí que hasta conocieron a mis hijos”.
Aparece un ángel
Fue una tarde de noviembre de 2022, en medio de la Noche de los Cementerios en la ciudad de Córdoba, que un ángel triste y culto le robó el corazón a Horacio. Lo cuenta así: “Una amiga que organizaba la movida me citó esa noche cultural en el Cementerio de San Jerónimo. Estaba con otra amiga mucho más joven, de 41 años, llamada Raquel. Fue verla y caer rendido. Justo se estaba poniendo el sol detrás de ella y se le hacía un halo alrededor de su cabeza. Parecía un cuadro de una belleza enceguecedora. Era una escultura de 1,78 m, de larguísimo pelo rubio hasta la cintura. Fue como ver en vivo El nacimiento de Venus, el cuadro renacentista de Botticelli. Además, escucharla era una delicia para mis oídos. Esa noche charlamos y comimos los tres, pero yo solo tenía ojos para ella. Hablamos de Freud y de Lacan, de historia argentina y de todas las civilizaciones. De literatura y de lo que se te ocurra. Terminamos intercambiando teléfonos porque ella no vivía en la ciudad sino en otro sitio, a unos 200 kilómetros”.
Horacio no se ilusionaba. Ella tenía 24 años menos, era una ex modelo publicitaria, cultísima, de una belleza impactante y con una carrera consolidada como profesora de literatura. No creía tener ni media chance.
Pero comenzaron las llamadas y se reprodujeron los infinitos mensajes telefónicos. Las charlas seguían y eran profundas y sinceras. Horacio se fue enterando de la vida de su nueva amiga en cómodas dosis. Ella había pasado por tres relaciones traumáticas: los dos primeros hombres le habían sido infieles y, el último, había resultado un violento que un día en una paliza le rompió un hueso de la pierna.
“Raquel tiene una clara tendencia depresiva. Con esa última pareja había estado tan angustiada que en una etapa llegó a engordar 30 kilos. Su madre había muerto dos años antes y su padre es un hombre que la vive descalificando justamente por su condición de depresiva”, cuenta Horacio. El ángel arrastraba una historia gris con cicatrices de varias batallas. Averiado como estaba, Horacio se dispuso a reparar lo que estuviera a su alcance.
Se volvieron tan cercanos que, por ejemplo, un día que Raquel tocó fondo lo llamó y le pidió hablar en persona para pedirle consejo. Horacio se subió a su auto y manejó para ir a verla 200 kilómetros de ida y otros 200 de vuelta solo para contenerla.
El corazón de él ya había dado muestras de cómo latía. Y ella había empezado a refugiarse bajo esa protección amable que da el saberse amado sin exigencias.
Pero seguían tratándose de usted (hasta el día de hoy es así) y sin dar ningún otro paso que se saliera de la senda de lo que puede ser una estrecha amistad. Nada de besos, ni caricias; sin esas urgencias de la piel y la química humana. No porque él no las tuviera, sino para evitar que el ángel herido huyera.
Aceptar lo que la vida propone
Horacio y Raquel siguen con su agenda de encuentros, viajes y paseos. Van a conferencias a otras ciudades y a charlas culturales. Se llevan bien, se relajan juntos y, cada uno, se hace cargo de sus gastos. A Raquel le hace bien esa paz, Horacio lo sabe: “En el pasado mes de julio vino a Córdoba y se quedó una semana en casa. Le preparé un cuarto para ella. Fueron siete días de compartir y charlar sin parar. Incluso tuvimos un lindo almuerzo de domingo con mis hijos y mis nietos”.
Horacio explica -para que nadie interprete mal la historia- que ella jamás le exige nada: “Es una mujer que jamás pide nada. Cuando viajo al exterior le traigo algún regalo. De Medio Oriente le traje un rosario de madera de olivo y un Papiro”.
Insiste en que en varias oportunidades le deslizó lo mucho que ella le gusta: “En su cumpleaños del 2023 le llevé un ramo de flores y festejamos juntos y le dije con franqueza: Me gustás mucho, tu físico es muy bonito, pero lo que verdaderamente me enamora de vos es tu inteligencia. Ella se emocionó y me abrazó. Pero me dijo que no estaba preparada para una relación. No soy un tipo invasivo, respeto los tiempos y los espacios de los demás. Aunque a veces me gustaría mucho tener algo más. En junio pasado se realizó una maratón epistolar, organizada por la facultad de Filosofía y Humanidades de la UBA, y había que escribir una carta cada día. Yo hice una que dirigí a mis hijos y, al final, puse una posdata que decía algo así como: “... díganle a Raquel que fue lo más lindo en mi triste vida, porque la belleza es una cáscara que tarde o temprano se aja, pero la inteligencia queda. Se la leí a Raquel y se emocionó. Me abrazó, me besó en la mejilla y lloró…”
Ahora el que se quiebra al teléfono es Horacio. Llora casi en silencio. Dice que aprovechó ese momento para decirle que la amaba, que la quería muchísimo: “Le expresé todo lo que ella significa para mí”.
Fuente: Infobae
Actualidad
Se conocieron en una secta, quedó embarazada y él se esfumó: el increíble reencuentro 20 años más tarde
 
														Hay historias de amor que no se parecen al amor que llevamos en nuestro amplio imaginario. Quizá porque la emoción vivida caminó por el desfiladero de lo inconveniente, con ribetes más policiales que románticos. En su momento quizá sí haya sido un sentimiento que empujó los límites y que se interpretó como amor profundo o pasión desbocada. Puede ser por ello que una de sus protagonistas refiere que hablará “de una vieja historia de amor”.
Buba M (51, psicóloga que nunca ejerció la profesión), quien ya no está con Felipe desde hace más de dos décadas, contará esa parte de su vida sin dar demasiados detalles. Ya sea porque no los recuerda con precisión o porque no desea traerlos a su memoria y reabrirse las heridas. Quién sabe.
Una secta, un amor y una desilusión
Empezaban los años 90 cuando Buba de 17 años conoció a Felipe, un joven de su misma edad, en una reunión con un grupo de fanáticos religiosos que se llamaba Los Niños de Dios. Él con sus rulos largos sobre los hombros, ella con su ingenuidad y sus ojos traslúcidos. Se enamoraron sin demora y empezaron una relación intensa donde ambos descubrieron por primera vez el sexo.
Aclaremos que con el tiempo, en ese momento no lo sabían, se descubrió que esta organización constituía una secta peligrosa, nacida en Norteamérica, que promovía la vida sexual temprana y captaba familias y jóvenes para someterlos a sus creencias y prácticas. Nada de eso sabían, al comienzo. Buba había llegado allí escapando de una problemática familiar que incluía el alcoholismo materno y demás yerbas. Se refugió en ese grupo donde se enamoró de Felipe, que había llegado con su madre. La organización era parte de la red mundial creada por un hombre llamado David Berg que interpretaba a su manera las escrituras sagradas y la Biblia. Esto no lo dice Buba, pero es conocido por la prensa: los grupos fueron catalogados como una secta que fue señalada y perseguida y juzgada por promover el abuso de menores, la pornografía y las relaciones incestuosas, entre otras cosas.
Dicho esto, sigamos, porque ni Buba ni Felipe vieron nada de esto porque escaparon mucho antes de las garras de estos personajes oscuros gracias a que la familia de Buba se mudó a un barrio lejano por un nuevo trabajo de su padre y a que Felipe abandonara el grupo por su cuenta.
”Visto desde el hoy, todo era un verdadero disparate. En mi familia no sabían del tema, porque en realidad no era algo tan conocido en ese entonces”, explica Buba.
Es cierto, porque fue después que por pedido de los Estados Unidos llegó la intervención de la Justicia y se dictaron allanamientos contra Los Niños de Dios.
“No sé mucho más porque nos mudamos abruptamente y a mí lo único que verdaderamente me interesaba era Felipe, no ese grupo. Él también se abrió y seguimos viéndonos. Se tomaba el tren y dos colectivos para irme a buscar y salíamos cada tanto sin contarle a nadie. No nos presentamos a nuestras familias ni nos llamábamos formalmente novios, pero seguíamos teniendo relaciones como podíamos. En mi casa no me daban ni cinco de bolilla; yo era muy libre y nadie me controlaba. Creía que cuidarse para no quedar embarazada era lo más fácil del mundo, contaba los días y nada más. Además pensaba que los bebés, en todo caso, siempre eran una bendición. Un día de esos descubrí que no me venía: era obvio que estaba embarazada. Fue una hecatombe psíquica porque una cosa era que existiese la posibilidad y otra que hubiera ocurrido. ¡Todavía ninguno de los dos habíamos cumplido 18 años! No me animaba a contárselo a nadie. Cuando la siguiente vez que lo vi se lo anuncié, se quedó mudo. Enseguida noté que empezaba a borrarse. Empezó a venir menos, ponía excusas como se le hacía difícil porque había empezado a trabajar, que su madre estaba enferma… siempre pasaba algo y ya no me llamaba por teléfono todos los días. En unas pocas semanas se borró del todo. Hoy, si miro para atrás, creo que eso que sentíamos no era amor, era más bien una calentura. ¡No teníamos idea de qué significaba el compromiso! En casa mamá estaba con el tema de su dependencia al alcohol, papá era un adicto al trabajo y mis hermanos más chicos andaban en la suya… Yo tenía piedra libre y, ahora, estaba embarazada y sola. Felipe con sus rulos y su retórica resuelta se desvaneció de mi vida al mismo tiempo que a mí me comenzaron a aquejar las náuseas más espantosas. El sentirme mal hizo preocuparme menos por lo que él hacía y me obligó a enfocarme más en cómo desenvolverme para que nadie se diera cuenta de lo que me pasaba. Fueron dos meses y pico horribles. En mi familia ¡nadie se enteró de nada! No sé si yo simulaba muy bien o en casa estaban todos más preocupados por ellos mismos que por otra cosa. De hecho, al tiempo mis viejos anunciaron que se divorciaban, así que imaginate cómo era el clima en el que yo vomitaba a escondidas”, relata.
Fuente: Infobae
Actualidad
Rescataron más de 80 perros en estado de desnutrición que estaban encerrados en una casa de Córdoba
 
														El viernes por la tarde del viernes un total de 87 perros fueron rescatados, luego de que denunciaran que se encontraban en condiciones de desnutrición y abandono en una vivienda del barrio El Gateado, al norte de la ciudad de Córdoba.
El operativo se llevó a cabo de manera conjunta entre los agentes de la Policía de Córdoba y los especialistas de BioCórdoba. Tras concretarse el rescate, los oficiales señalaron que la jauría se encontraba en un entorno caracterizado por la precariedad higiénica, lo que habría sido un factor clave en el deterioro de su salud.
La recuperación de los animales se logró, tras un allanamiento realizado por la División Patrulla Ambiental en una propiedad situada en Cabaña La Virginia al 6700. Durante la inspección, los agentes lograron contener a 67 perros adultos, cinco cachorros y 15 recién nacidos, todos ellos afectados por el estado de abandono en el que vivían.
De acuerdo con la información publicada por El Doce.tv, los perros quedaron bajo la custodia del ente BioCórdoba, donde recibirán atención veterinaria, alimentación adecuada y un seguimiento especializado para favorecer su recuperación.
En relación con el responsable de la vivienda, la Policía de Córdoba procedió a su identificación y lo puso a disposición de la Justicia, en el marco de una causa por maltrato y abandono animal.
Encontraron un ave silvestre herida en un parque de Río Cuarto
El rescate de un lechuzón orejudo en estado delicado movilizó a la Patrulla Preventiva y a los habitantes del sector Parque Sarmiento en la ciudad de Río Cuarto durante la mañana del jueves. La intervención se produjo tras el aviso de los vecinos, quienes detectaron la presencia de un ave silvestre herida en la zona.
Al llegar al lugar, los efectivos identificaron al animal como un lechuzón orejudo (Asio clamator), una especie de búho de tamaño mediano que destaca por las largas plumas en su cabeza, similares a orejas, y por su disco facial amarronado con un borde negro. Este rasgo distintivo facilita su reconocimiento entre otras aves rapaces nocturnas.
El ejemplar rescatado presentaba un estado de salud delicado, por lo que fue trasladado al Parque Ecológico Urbano de Río Cuarto. Allí recibirá atención veterinaria y cuidados especializados, con el propósito de favorecer su recuperación y eventual reintegración al hábitat.
De acuerdo con los expertos, el lechuzón orejudo es un ave rapaz nocturna, que suele encontrarse en parques urbanos y reservas naturales de América del Sur y Central. Con una altura que oscila entre los 35 y 40 centímetros y un peso que puede llegar a 500 gramos.
Asimismo, señalaron que los grandes ojos amarillos del Asio clamator están especialmente adaptados para la visión nocturna, lo que le permite cazar con eficacia durante la noche. Su dieta se compone principalmente de pequeños mamíferos, aves e insectos, lo que lo convierte en un depredador versátil dentro de los ecosistemas que habita.
El lechuzón orejudo suele frecuentar zonas abiertas con vegetación, como campos y pastizales, pero también se ha adaptado a espacios verdes dentro de áreas urbanas. A pesar de los cambios en el uso del suelo y la expansión de las ciudades, esta especie no figura entre las amenazadas y continúa siendo común en diversas regiones del continente.
No obstante, el comportamiento defensivo del ave resulta llamativo, debido a que cuando percibe una amenaza, el animal adopta una postura que incrementa su tamaño aparente, con el objetivo de disuadir a sus posibles depredadores. Según remarcaron los especialistas, el uso de esta estrategia de supervivencia es característica de esta especie de lechuza, puesto que sería clave para asegurar su protección en el entorno.
Fuente: Infobae