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Jugó en Racing, fue campeón con Estudiantes y tras el retiro encontró un trabajo para ayudar a los futbolistas
Durante sus años como futbolista, Pablo Lugüercio sentía que le faltaba un respaldo, una suerte de acompañamiento para desarrollarse mejor como atleta de alto rendimiento. Con el tiempo, encontró una veta que en la actualidad le permite ayudar a las nuevas generaciones a planificar sus carreras y sacarles el mayor rendimiento. Hoy, tras el retiro y ya asentado en el rol de asesor deportivo, brinda talleres y escribe libros con el fin de que otros puedan tener eso que él necesitó mientras crecía.
Fue Juan Sebastián Verón quien detectó que Lugüercio tenía “un perfil distinto” al del resto de los futbolistas y le recomendó trabajar junto a Raúl Salas, el trabajador social que por entonces estaba al frente del departamento socio-deportivo de Estudiantes de La Plata.
“Raúl vio que los chicos me daban autoridad por haber jugado al fútbol. Entendía que yo tenía un tacto y una autorización, y que sentía cosas y las decía de una determinada manera que adelantaba los pasos. Entonces me invitó a trabajar con él y así empecé”, cuenta en diálogo con TN el exfutbolista de 42 años que además de ser campeón con el Pincha pasó por Racing, Aldosivi, Universidad de San Martín de Perú y Barcelona de Ecuador, entre otros.
Una vez que colgó los botines, Lugüercio decidió hacer diferentes cursos: estudió wellness coaching en Estados Unidos y coaching deportivo en una academia de Barcelona de manera virtual. También se formó en cuestiones empresariales, de gestión de personal, de Recursos Humanos y de liderazgo, entre otras áreas.
“A mí me gusta leer mucho, pero no entendía que tuviera que tener un título después de haber transitado una carrera de 20 años como profesional y de 33 años en total jugando al fútbol”, señaló Lugüercio, que tenía un solo objetivo en mente: desde su propia experiencia, acompañar a los deportistas para que puedan avanzar en sus carreras y desarrollar todo su potencial.
Fue así que el exfutbolista asumió el rol de asesor deportivo. Desde su posición promueve un trabajo integral y complementario en conjunto con otros profesionales como psicólogos, trabajadores sociales y coaches.
Qué es un asesor deportivo y cómo trabaja
“Es el saber de la práctica el que nosotros revalidamos, no la parte teórica”, puntualizó Lugüercio, que además explicó que el asesor deportivo puede trabajar en distintas áreas: a veces los contratan los propios deportistas, los representantes o las familias de juveniles que buscan un mejor acompañamiento para sus hijos. También hay dirigentes que buscan sus servicios.
“Organizamos tres o cuatro encuentros para ayudarlos y contarles cómo es la vida del deportista que quiere enfocarse al alto rendimiento. Les contamos qué cosas les van a pasar y, en base a lo que están vivenciando, les damos una opinión. Después cada uno elige de qué manera ejecutar”, detalló.
Y recalcó: “El trabajo es distinto si me contrata una familia o si me contrata un club para ejercer como mediador estratégico, para ser la persona que está en conexión con todos los profesionales Uno es una rueda de auxilio: se gestiona la parte vincular, se cuida el bien común y se trata siempre de priorizar la carrera de los deportistas. Todo eso va enlazado de la ética deportiva. El asesor se brinda a los demás”.
Lugüercio, el exfutbolista que no ve partidos y no sufrió el retiro
Lugüercio asegura que no ve fútbol desde los 22 años. Incluso cuando era profesional, en su tiempo libre buscaba tener otras actividades: tocar el piano o la guitarra, o incluso surfear cuando jugaba en Aldosivi de Mar del Plata. “Eran cosas que me hacían bien. Yo sentía que si le metía más fútbol a mi vida me iba a saturar”, reconoce.
“Siempre tuve una conducta en el fútbol: entrenaba en doble turno muchos días a la semana, terminé comiendo vegetariano o vegano. Siempre me entregué al máximo, pero sentía que en el tiempo libre necesitaba otras cosas. Detectar eso es saludable y es lo que comparto con los jóvenes. Les digo que canalicen por otros lados, que no sea todo fútbol porque muchas veces se pasan de rosca y los ves tensionados, sobrepasados. A veces la exigencia genera un estrés que es preferible parar y hacer otra cosa. Parece que la profesión es uno pero en realidad es algo que uno hace”, sostuvo.
“Siento que me vacié”, dice el exdelantero sobre el fin de su carrera como profesional, que fue en 2019, cuando tenía 37 años. Desde ese momento, no volvió a jugar al fútbol y desarrolló sus otras facetas: incluso en 2021 tuvo su experiencia “rockstar” en la que fue convocado junto a otros tres exfutbolistas para tocar la canción “La Mano de Dios” en un homenaje a Diego Maradona antes de un partido en San Juan.
El acompañamiento hacia “el día después” es algo que también forma parte de su tarea como asesor deportivo: “Siempre pregonamos que los futbolistas puedan empezar a pensar cuanto antes en el retiro, pero no para que sea algo que los saque del disfrute de los últimos años: que empiecen a mirar otras cosas o a pensar qué les gusta o cómo se ven. A mí el retiro ya me encontró haciendo otra cosa y eso hizo que lo transitara mucho mejor y más fácil. Esa otra cosa o actividad nunca va a tener la misma intensidad que tuvo la profesión, pero poder canalizar en algo es súper importante porque te jubilás a los 36, 37 o 39 años y es algo raro”.
“Yo quería aportar algo”: de qué se trata el libro que presentará Pablo Lugüercio
Para Lugüercio, que da cursos de manera particular y también en la Fundación El Futbolista, los tiempos cambiaron y hoy los jugadores están abiertos “a pensar en el desarrollo personal y no solo en la mejoría dentro del campo de juego”.
“Hoy hay más información. Está todo más abierto a poder compartir y no ser juzgado: hay grandes figuras del fútbol que hablan de sus debilidades y eso se detecta como una fortaleza”, consideró.
Para ayudar a los más jóvenes en ese camino, el exfutbolista acaba de lanzar su primer libro “solista” llamado ”Herramientas para desarrollarte en el deporte: el camino hacia la profesionalización”. Está dirigido a deportistas de entre 11 y 21 años que quieran profundizar en el alto rendimiento. Hace algunos años había escrito “El método Wake Up” junto a Raúl Salas.
“Es una guía en la que hablo de desarrollo personal, de fortaleza mental, de nutrición, de la parte física, de la parte técnica, de la parte de estrategia, de la parte de finanzas, del ámbito familiar y de cómo detectar la diferencia entre entrenadores y formadores. Son cuestiones que creía importantes para los jóvenes y que me hubiera gustado tenerlas a disposición a mí. Al final del libro armé unas preguntas para que ellos pueden hacer sus propias evaluaciones. La idea es que puedan replicarlo cada tanto: que vean cada seis meses o cada año cómo están y que reflexionen sobre su carrera”, explicó.
Y desarrolló: “A los 11 o 12 años es cuando (los aspirantes a futbolistas) empiezan a tener más exigencias y se hace más chiquito el filtro. Empiezan a quedar libres y eso es cruel, pero es el negocio del fútbol. Entonces, entendiendo ese juego, hay que pensar cómo se les arma una red de contención y yo quería aportar algo que capaz a alguien le sirve”.
“Yo en mi vida fui necesitando este tipo de acompañamiento y ese es el motor de esto que trato de promover: hay que darles herramientas a los deportistas a temprana edad porque en algún momento las van a utilizar. Quizás hoy no la ven, en un año o en dos años tampoco, pero cuando la vean puedan adelantar su proceso y hacer mucho más rentable su carrera no solamente desde la parte económica sino desde el disfrute”, recalcó.
Fuente: TN
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Un periodista francés reveló el particular pedido que le hizo Messi para entrevistarlo en su casa tras ganar el Balón de Oro
El Balón de Oro logrado por Lionel Messi en 2021 no fue uno más en su carrera, ya que significó el primero obtenido lejos del Barcelona. Su polémica salida al París Saint-Germain (PSG) lo catapultó como la máxima cara de la Ligue 1 de Francia y la revista France Football, que creó el galardón para premiar al mejor jugador de cada temporada, condecoró al hombre que había roto la pared meses antes con la consagración en la Copa América con la selección argentina. Días después, se sometió a un reportaje y uno de los presentes en esa charla reveló un singular pedido del 10 antes de ser entrevistado.
Franck Seguin, jefe de edición del diario L’Équipe, que pertenece al mismo grupo empresario que France Football, se refirió a esa producción en un documental inédito subido a YouTube bajo el título de “Balón de Oro 2025: entre bastidores de un secreto”. Al minuto 16 del video que se extiende por 26′, el recuerdo de esa entrega inunda la pantalla y el periodista rememoró el diálogo mantenido con él antes de encender la cámara: “Cuando fuimos a su casa en París, nos dijo que teníamos que llevar medias. Él mismo llevaba medias”.
La sorpresa invadió a los invitados, luego de pedirles que se saquen los zapatos para ingresar a su morada: “De repente, el mito se desmoronó un poco. Seguía siendo el mejor futbolista del planeta. Pero, de repente, nos encontrábamos en casa de nuestra abuela, que nos pedía sacarnos las zapatillas. Sonreímos un poco y eso relajó el ambiente”.
A continuación, brindó detalles sobre cómo se planificó la fotografía de Leo con los siete Balones de Oro ganados hasta ese momento: “Le habíamos pedido que trajera todos sus Balones de Oro. La idea de tener a Messi con siete Balones de Oro en ese momento era una idea un poco loca que, de repente, se hizo realidad”. Se quedó con el octavo en 2023.
En este sentido, afirmó que el campeón del mundo en Qatar 2022 con la selección argentina dio lo mejor de si mismo y reveló algunos de sus secretos, como su frase frente a la cuestión de cómo es ser Lionel Messi todos los días: “Estoy contento de todo lo que ha pasado, aunque a veces tengo que admitir que me gustaría pasar desapercibido, disfrutar de mi familia sin que la gente me reconozca”.
Por otro lado, Seguin eligió su imagen predilecta de esa producción, en la que se lo observa a Messi en una pose pensativa mirando uno de los galardones ganados en su carrera: “Esa foto es una de mis favoritas. Creo que está pensando en todo lo que ha vivido hasta ese momento. Por este enésimo trofeo, el séptimo en ese momento. Es muy, muy sincero”.
En esa nota periodística, una de las frases más salientes del emblema de Inter Miami estuvo vinculada a si se considera el mejor jugador de la historia de este deporte: “Nunca dije que lo soy ni intento hacerme esa idea. Para mí ser considerado uno de los mejores de la historia es más que suficiente. Es algo que jamás me hubiera imaginado. Es algo que no me interesa, no cambia nada ser considerado el mejor o no. Y nunca busqué serlo”.
Además, fue consultado sobre la sensación de ser un modelo a seguir por el constante sacrificio desde muy pequeño que lo llevó a la cúspide del fútbol a nivel clubes y selección: “No sé si soy un modelo para el resto, nunca me gustó ser un modelo o dar consejos. Luché por mis sueños. Al principio era ser jugador profesional, después luché para superarme y alcanzar cada año nuevos objetivos. En esos momentos hay un poco de suerte. Creo que Dios eligió que me llegara todo”.
Por otro lado, las eternas comparaciones con Diego Armando Maradona también estuvieron presentes en la conversación: “Sinceramente nunca me he comparado con Diego, absolutamente nunca. Nunca presté atención a esas comparaciones”.
Fuente: Infobae
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Gregorio Mandrini, el mecánico argentino de la F1: del rol clave en Racing Bulls a su vínculo con Colapinto
Gregorio Mandrini es argentino y responsable de los neumáticos del equipo Racing Bulls en la Fórmula 1. Creció rodeado de “fierros”: su papá fue piloto de Fórmula Renault, pero murió a los 41 años cuando él tenía apenas 16. Esa tragedia lo marcó y lo llevó a continuar con el legado familiar hasta llegar a un lugar deseado por muchos.
En diálogo con TN, Mandrini relató su historia de pasión y esfuerzo, y cómo logró cumplir el sueño de llegar a la máxima categoría del automovilismo mundial.
“De chiquito, cuando tenía cinco años, ya estaba corriendo en karting. Corrí prácticamente hasta los nueve años y después empecé a correr en motocross a los 13, hasta que tuve un accidente a los 15 y tuve que dejarlo”, recordó.
“Mis juguetes eran herramientas”
Mandrini tiene 29 años y nació en Leones, una localidad ubicada en el departamento de Marcos Juárez, en el sur de la provincia de Córdoba. El taller de Gustavo, su papá, fue su primer lugar de juego. “Volvía de la escuela, tiraba la mochila y me metía en el taller. Mis juguetes eran herramientas”, contó.
Tras la muerte de su papá, debió hacerse cargo de las últimas fechas del campeonato del equipo familiar. Más tarde, decidió venderlo: “Corrí dos fechas. Era muy chico como para seguir con eso”.
Tras una vida ligada al automovilismo, llegó la oportunidad de dar el salto a la F1
Su carrera en Europa empezó cuando un contacto le ofreció un puesto como mecánico en Suiza. Allí trabajó en la Fórmula 4 durante casi dos años.
Tras un breve intento de estudiar Ingeniería en Córdoba, volvió a la actividad automovilística en Buenos Aires, donde conoció a Luciano Crespi, un expiloto argentino de Fórmula 3 Alemana y TC 2000 dedicado a captar pilotos para la escudería suiza Jenser Motorsport. Poco después, llegaría la mejor parte de su historia.
Se postuló a una vacante en un equipo de Fórmula 1 en Italia. “Comenzaron cuatro o cinco entrevistas, hasta que me confirmaron que quedaba en Racing Bulls”, relató.
Un dato importante para destacar: Mandrini no es el único argentino en la escudería. Lo acompaña Nicolás Blanco, quien trabaja como mecánico desde que Racing Bulls se llamaba AlphaTauri, hasta 2023.
Mandrini contó cómo es pasar la mayor parte del año viajando por el mundo
Mandrini admitió que nunca imaginó llegar a la máxima categoría del automovilismo. “Para mí era un sueño, una locura. Pero la vida me fue llevando a que se cumpla”, detalló.
Su llegada a la Fórmula 1 estuvo marcada por la pasión y el esfuerzo, pero también por la oportunidad de conectarse con los contactos correctos en el momento justo.
Hoy, Mandrini vive en Faenza, una ciudad del norte de Italia, en la region de Emilia-Romaña, cerca de Rávena, donde se encuentra la base de Racing Bulls, y recorre el mundo siguiendo las carreras, pasando la mayor parte del año lejos de casa.
A pesar de la exigencia del calendario y los viajes constantes, Mandrini asegura que cumplir su sueño hace que cada sacrificio valga la pena.
Gregorio Mandrini: “La Fórmula 1 es un estilo de vida”
El cordobés reconoció que la muerte de su papá fue un punto de inflexión en su camino, pero también destacó cómo su llegada a Europa y su trabajo en la Fórmula 1 cambiaron su estilo de vida.
“Es más que un trabajo, es un estilo de vida. Estar fuera todo el año, viviendo la Fórmula 1 es algo muy lindo, pero al mismo tiempo te hace perder muchas cosas familiares y eventos importantes”, explicó.
Complicidad entre argentinos: cómo es su relación con Franco Colapinto en el paddock
Mandrini destacó la relación cordial que tiene con Franco Colapinto, el único piloto argentino que hay en la actualidad en la máxima categoría del automovilismo. “Nos cruzamos, hablamos un poco y hacemos alguna broma”, reveló sobre los encuentros en el paddock.
Con sus pilotos a cargo, Liam Lawson e Isack Hadjar, la relación es aún más cercana. “Es muy buena, incluso hemos compartido cenas”, contó Mandrini, mostrando cómo la confianza y el buen vínculo con el equipo son clave para el rendimiento dentro del automovilismo de élite.
El sueño pendiente de Gregorio Mandrini: “Estoy muy cerca de hacerlo realidad″
A futuro, Mandrini se planteó un nuevo objetivo: formar su propio equipo de Fórmula 4. “Mi próximo sueño es ser propietario y estoy muy cerca de hacerlo realidad”, aseguró.
Sobre su trabajo diario en la Fórmula 1, Gregorio destacó la presión y precisión que exige ser responsable de los neumáticos en la máxima categoría. “Es un trabajo que se ve fácil, pero cualquier error mínimo puede arruinar una carrera entera. Hay que prestar atención a todo”, sostuvo, subrayando la exigencia y responsabilidad que conlleva cada jornada en la pista.
La historia de Mandrini refleja la pasión argentina por el automovilismo, el sacrificio y la perseverancia que lo llevaron de los kartings de Córdoba a la Fórmula 1.
Fuente: TN
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Los secretos del Puma Martínez, el campeón que entrena boxeo en un cuartel de bomberos y quiere hacer historia
El boxeo argentino siempre se caracterizó por representar a la bandera de la mejor manera y conseguir logros increíbles. Actualmente solo hay un campeón del mundo en vigencia en el país: Fernando “Puma” Martínez, que ostenta el título de peso super mosca de la AMB y en noviembre buscará unificar ante el estadounidense Jesse ”Bam” Rodríguez, de 25 años, campeón de la OMB y FIB.
En diálogo con TN desde el Cuartel de Bomberos Voluntarios de La Boca, donde se entrena, habló de los logros en su carrera, el recuerdo de su padre que siempre lo quiso ver campeón, el apoyo de su familia, su sentido de pertenencia y el sueño de “romper todos los récords” para quedar en la historia grande del boxeo nacional y mundial.
La familia, un pilar fundamental en su vida y su carrera
Fernando Martínez nació en una familia humilde y trabajadora de La Boca. En uno de los tantos conventillos, representativos del barrio, creció junto a sus 11 hermanos. Hoy vive con su esposa Micaela y sus dos hijas. Sin embargo, nunca se olvidó de sus orígenes y su sentido de pertenencia.
Aunque ya no vive con su madre y hermanos, pudo cumplir un sueño personal: comprarles una casa. “Ellos (sus padres) siempre me mantuvieron, ellos siempre laburaron. Mi papá ahora hace nueve años que ya no está. Mi vieja siempre estuvo rebuscándosela de cualquier cosa, nos mantuvo y ahora es un alivio enorme en el corazón, en el alma, saber que la voy a poder dejar allá arriba, donde siempre quise”, contó.
Esta satisfacción personal difícil de explicar fue asemejada con llegar a lo más alto del boxeo mundial: “Lo mismo me pasó cuando gané el título del mundo la primera vez. Yo no sabía si iba a ganar, cuando me levantan la mano sentí un alivio en el corazón, en el alma de tantos años cargados, de tanto sacrificio... y sentí ‘listo, pa, cumplí el sueño, nos cumplimos el sueño’ y la verdad que eso me relajó el alma completamente. Ahora saber que la voy a dejar a mi familia bien parada, eso me pone recontento, muy orgulloso. Saber que mi mamá va a estar bien, eso me alegra el corazón y me da muchísima más fuerza para entrenar y batir todos los récords”.
La pérdida de su padre y un objetivo en el corazón
Fernando “Puma” Martínez comenzó su camino en el boxeo desde muy chico y con el apoyo de su padre. A los 11 años, Abel Martínez, un apasionado del deporte, vio que su pequeño hijo tenía condiciones y decidió apoyarlo.
"Nosotros vinimos muy de abajo, de un conventillo, no teníamos nada. Gracias a Dios, mis viejos me dieron muchos valores. Nunca nos hizo falta un plato de comida. Capaz una zapatilla de marca, una ropa de marca, no nos podían comprar, pero la verdad que no me importaba porque nos hacían emocionar con otras cosas: estar siempre juntos, los cumpleaños eran diferentes, siempre la familia unida", recordó con una sonrisa en diálogo con TN.
Sin embargo, este trayecto sufrió un golpe duro: en el 2014, Abel murió de cáncer. Desde ese momento, Fernando se enfocó en su carrera y en cumplir el objetivo que tenía en conjunto con su padre de ser campeón mundial. Hoy en día, cada vez que sube al ring, lleva el nombre de su papá en el short y lo deja bien en alto.
Si bien el Pumita no puede contar con su padre en la vida cotidiana, reveló una particularidad que le sucede antes de cada pelea importante y que lo hace sentir que está presente y lo acompaña.
“En todas las peleas profesionales que tuve (18, todas victorias) me pasó siempre que quizás pasan dos o tres meses o un año que no lo sueño a mi papá y justo ese día de la pelea, lo sueño. Es algo como que me viene a avisar que está conmigo. Yo agradezco siempre al cielo porque como que viene y me dice ‘acá estoy y voy a estar con vos. Vos tranquilo’. Me da más fuerza y cuando me levanto ese día me siento ganador ya“, reveló.
“Cuando subo al ring siempre siento que él me acompaña y mi vieja estando ahí o estando acá mirándome por la tele, siento que están ahí arriba conmigo”, contó. Incluso, los lleva tatuados en sus brazos y tienen su dedicatoria: “Por eso siempre la pose del Puma. Ahí los tengo a mi mamá y a mi papá siempre, esa pose no puede faltar”.
El Cuartel de Bomberos de La Boca, el búnker del Puma Martínez
El boxeo está lleno de historias de peleadores que surgen de muy abajo y llegan a lo más alto, encontrando en Rocky, su exponente cinematográfico más importante y representativo. A esa misma escala, pero en el Barrio de La Boca, el Pumita Martínez, campeón del mundo actual, mantiene su esencia y encontró en el Cuartel de Bomberos su lugar.
A pesar de haber llegado como campeón, Martínez entró pidiendo permiso a un recinto en el que lo recibieron con los brazos abiertos. “Llegamos porque nos cerraron puertas y no teníamos adonde ir”, reveló.
“Cuando yo salgo campeón (ante Jerwin Ancajas, en 2022, para quedarse con el título de peso súper mosca de la FIB), saludé a mi familia y como no mandé un saludo (a su antiguo lugar de entrenamiento), se enojaron, nos cerraron las puertas y llegamos acá”, agregó. “Rodri (Calabrese, su entrenador) vino a preguntar si había un lugarcito, porque sabíamos que hacían taekwondo también acá, y le dijeron que sí. Nos abrieron las puertas y hace ya hace tres años que estamos acá entrenando”, precisó.
Está claro que por su fama y exposición, ir a un gimnasio de barrio para llevar adelante sus entrenamientos y la preparación que necesita es imposible. En el Cuartel encontró la comodidad que precisaba y fue incluido de inmediato en la vida diaria del lugar: “Les agradezco de corazón porque sin nada a cambio, ellos me abrieron las puertas su casa y me hicieron partícipe en sus eventos. Me hicieron un reconocimiento también, me dieron un casco de bombero, ja. Me llenó de alegría eso”.
En el segundo piso del Cuartel de Bomberos, Martínez hace la parte física de su entrenamiento: tiene varias bolsas y elementos de pelea. “Acá estamos cumpliendo los sueños, ahora vamos a ir por los cuatro títulos que me toca ir a pelear”, subrayó.
Fernando “Puma” Martínez vs. Jesse “Bam” Rodríguez, la responsabilidad de hacer historia
El mundo del boxeo está convulsionado por la pelea entre Fernando “Puma” Martínez vs. Jesse “Bam” Rodríguez que se disputará el próximo 22 de noviembre en Riad, Arabia Saudita. Los dos mejores peleadores de la categoría del peso super mosca protagonizarán una batalla arriba del ring que empieza a calentarse desde ahora.
“La verdad que me emociona y me encanta que hablen porque siempre nosotros fuimos ‘de paquete’”, aseguró el Puma. La realidad marca que en sus peleas por el título siempre fue como visitante, incluso siendo el menos favorito, y pudo traer el título.
“En la primera pelea, yo estaba número 85 o 90 en el ranking mundial y me daban por perdido hasta directivos de la Argentina, del boxeo. Le decían a mi profesor, ‘no lo lleves a perder’. Y todas las peleas que tengo afuera, de visitante, las terminamos ganando”, recordó.
Y desafió: “Eso es lo que me motiva, lo que siento. Me gusta mucho que hablen. El ‘Bambam’ que siga hablando que nosotros le vamos a dar boom boom”.
Al mismo tiempo, esta unificación puede ser única y marcar la historia del boxeo. Martínez convive en cada entrenamiento con esa presión y la usa a su favor.
“Lo tomo con mucha responsabilidad, siento el peso, siento que no puedo faltar ni un día. Por más cansado que esté, por más que me duela el cuerpo, tengo que entrenar", aseguró.
Incluso, esta preparación lo tomó diferente: “A veces, en algunas peleas anteriores, entrenaba muy fuerte, estaba dolorido y lo llamaba a Rodri y era ‘bueno, dale, descansamos hoy, quedate tranquilo’, y ahora no, siento que hay algo por dentro que, aunque esté cansado, me hace levantar solo para ir a entrenar. Es terrible eso. Sé del compromiso que tengo, sé que puedo romper todos los récords y y traerle esa alegría a la Argentina. Sería algo único”.
Esta ambición deportiva lo lleva a dar más, como sus referentes Diego Armando Maradona o Carlos Tevez, que tienen un origen similar: “Lo quiero tener todo. Tener en mi casa la vitrina con todos los títulos agarrados. Quiero ser el unificado, el campeón indiscutido. Porque creo que en esta categoría somos los dos mejores y se define quién va a ser el indiscutido”.
Rodrigo Calabrese: entrenador, amigo y familia del Puma Martínez
La relación entre Fernando Martínez y Rodrigo Calabrese empezó hace mucho tiempo. El entrenador vio en el Pumita una esencia especial y se convirtió en su primer fanático, incluso antes de que fuera profesional.
“Cuando me vio pelear, se enamoró boxísticamente de mí. Fue a mis 14 años. Él laburaba con los colectivos, íbamos en su colectivo, nos llevaba a toda la familia y se hizo fanático de mí y del boxeo”, recordó Martínez.
Por una cuestión de edad, Calabrese ya no podía estar dentro del ring y encontró una nueva faceta para llevar su pasión adelante: ser entrenador.
“Un amigo creo que le dijo, ‘¿Por qué no sos técnico vos?’ y prestó atención, estudió, se dedicó, se sacó la licencia", agregó.
El vínculo tuvo un corte y los caminos de ambos se volvieron a cruzar varios años más tarde: “A los 17 años, me fui a la selección y estuvimos años separados hasta que nos volvimos a encontrar. Yo estaba sin técnico, ya tenía 21 o 22 años, y quería ser profesional, me dijo, ‘¿Por qué no probamos y y arrancamos?”, y la verdad que me encantó su su forma de entrenar, porque Rodri es es el número uno".
La relación entre ambos es tan fuerte que se convirtieron en familia: “Rodri ya es de la familia, es el padrino de mis dos nenas”.
Juntos obtuvieron la medalla de oro en Rio 2016 y se lanzaron a la carrera profesional donde acumulan 18 peleas, todas victorias. “La verdad que venimos con un avance terrible. Venimos creciendo un montón los dos, aprendiendo, agarrando muchísima experiencia. Cada vez nos sentimos más sólidos en la categoría, más fuertes. Yo sé que ya estoy un poco grande (34 años), pero la verdad que me siento de 27 o 28 años porque el rendimiento en los entrenamientos es como si tuviera 20 años: sigo metiendo terribles tiempos en las corridas y en los guanteos los termino pasando por arriba a los chicos a veces”, agregó.
Cómo se prepara un campeón del mundo para una pelea
Luego de una dura preparación tanto física como técnica, Fernando Martínez viajará a Las Vegas para encarar la parte final del trabajo antes de su pelea ante “Bam” Rodríguez.
Teniendo en cuenta el contexto, esta etapa será especial y acorde a las circunstancias. “Siempre nos vamos un mes antes afuera para terminar la preparación, pero esta vez sabemos que es algo histórico, que tenemos que estar bien concentrados, no podemos deambular tanto”, contó.
Si bien no es fácil, Martínez sabe que es necesario: “La verdad que cuesta muchísimo, mucho sacrificio, pero después del sacrificio viene la recompensa y eso me deja más tranquilo”.
De la misma manera que lo acompañó y puso toda su confianza en él, Calabrese no tiene dudas sobre la preparación y el nivel del Pumita Martínez. “Estamos haciendo todo el grueso de la preparación acá en la Argentina, la parte física: acá tenemos la comodidad de las cámaras hiperbáricas, la nutricionista y todo el equipo. Estoy armando ahora lo mismo, pero en Las Vegas, y nos vamos dos meses allá para tener una mejor preparación en cuanto al sparring, que es lo más importante y acá no hay”, contó.
Al mismo tiempo, el entrenador palpitó la pelea. Si bien afirmó que no será fácil, sabe que dará que hablar: “La hemos buscado muchísimo esta pelea, creo que va a ser una pelea histórica y estamos a la altura desde el entrenamiento también”.
“Hemos tenido una entrevista, hemos confrontado con el otro entrenador. No somos perfil bajo nosotros, si nos buscan nos van a encontrar. Ellos creen que se va a hacer una trilogía, que puede hacer como se hizo con (Juan Manuel) Márquez contra (Manny) Pacquiao”, agregó.
A pesar de la rivalidad, Calabrese destacó a Rodríguez: “En la categoría son los dos mejores, no hay otro. Entonces creo que va a ser una pelea difícil y polémica. Por eso hablan de trilogía. Ojalá, porque la verdad que el pibe tiene un nivel alto, tiene mucho marketing, eso también hay que aprovecharlo. Todo está a favor de él y eso la verdad que nos gusta más”.
En las últimas semanas, la intensidad de la pelea empezó a crecer. Por el lado de Rodríguez se mostraron muy confiados: pronosticaron un nocaut en el noveno round en su favor.
Por parte de Martínez, respondieron: “Qué va a decir el tipo. Eso lo implanta psicológicamente como para tener un control mental, pero a nosotros no nos afecta nada. Nosotros desde la primera pelea que hicimos de título del mundo con todos los que íbamos peleando dijeron siempre lo mismo y terminamos ganando nosotros. Así que bueno, es una cábala”.
Como entrenador y preparador, Calabrese depositó mucha confianza en el Pumita Martínez y, luego del triunfo ante Kazuto Ioka en Japón, lo puso como “el mejor peso chico de la historia del boxeo argentino”. Esta frase despertó polémica, pero Rodrigo lo sostiene.
“Es mi pensamiento, por la calidad de boxeadores que enfrentó. Él enfrentó por el título del mundo a un campeón al que hacía 10 años que no le ganaba nadie y después enfrentó a otro campeón que ganó en cuatro categorías diferentes en Japón, es una leyenda; y le ganó dos veces. Creo que tiene mérito como para ser el mejor peso chico de la historia. Es mi opinión“, afirmó.
Y agregó: “Si él gana pasa tranquilamente a los 10 mejores boxeadores de la historia del boxeo argentino, sin ninguna duda, porque es una pelea que es por los cuatro cinturones. Es más, el único latinoamericano que ganó indiscutible es el Canelo (Álvarez) y el segundo sería él, así que sería algo histórico no solamente en boxeo, sino en deporte nacional”.
El sueño de ser el campeón indiscutido
En el deporte y en la vida, creer es poder, muchas veces. Por eso, la fe del Puma Martínez no tiene fisuras. Luego de un largo repaso por su vida, por su historia y por el pasado, Fernando puso la mira en el futuro y lanzó su pronóstico.
“Me visualizo estando arrodillado, después de que me levanten la mano, con todos los títulos encima”, señaló abriendo los brazos y actuando ese momento. Y añadió: “Cuando pienso eso es una locura, quiero vivirlo. Por eso es esa fuerza de levantarme todos los días, sin frenos y venir a entrenar bien a conciencia porque sé lo grosso de esta pelea. Es algo único que se va a dar, puedo romper todos los récords y eso es lo que quiero”.
En la misma línea que Fernando, Calabrese no se achicó y se visualiza ganador el 22 de noviembre: “Sí, levantando la mano. Sí. Olvidate, eso es lo que nos caracteriza: tener la mente indestructible. Es como digo siempre, nosotros somos nosotros”.
Cuándo pelea el Puma Martínez vs. Jesse Rodríguez por el título mundial unificatorio
El combate se llevará a cabo el 22 de noviembre de 2025 en el evento The Ring IV “Noche de campeones”, que tendrá lugar en el ANB Arena de Riad, Arabia Saudita. Además, la cartelera contará con otras tres peleas.
Qué cinturones estarán en juego en la pelea entre el Puma Martínez y Jesse Rodríguez
Actualmente, el Puma Martínez posee el cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) del peso supermosca, mientras que Rodríguez es el dueño del título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y recientemente ganó el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Además, se incluirá el cinturón de The Ring.
Fuente: TN