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Otra sorpresa en la Copa Argentina: Central Córdoba eliminó a Vélez

El equipo del “Gringo” Heinze había empatado 1-1 frente al conjunto que milita en la B Nacional. Ya en los penales, el humilde equipo santiagueño lo superó 4-3.

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Pasión sin techo: cuánto cuesta ser hincha de fútbol en la Argentina

El termo y el mate. La camiseta más la campera. La entrada para el domingo, pagar el estacionamiento o darle su parte al cuidacoches. Algo para tomar durante el partido, y hasta atreverse a la hamburguesa de la cancha. ¿Cuánto sale ser hincha de un club de fútbol en Argentina? A horas de la final del campeonato local y contando los días para que empiece el Mundial de Clubes, un relevamiento de TN que indica cuánto y en qué gastan los fanáticos de este deporte.
Claramente hay muchas variables que intervienen en el presupuesto mensual que debe disponer un hincha. No tienen los mismos costos aquellos que siguen a clubes de los llamados “grandes” y quienes van a alentar a equipos que juegan en la B, C o D, entre otras categorías.
Y si tu equipo llega a la final del campeonato, el gasto estimado cambia drásticamente. Solo a modo de ejemplo, los socios de Platense que este domingo quieran estar en la cancha, en Santiago del Estero, pueden acceder a un combo que incluye vuelo (ida y vuelta, en el día) más acceso a la popular por $595.000, y si quieren ir a platea el costo es de $ 602.000.
Incluso, Aerolíneas Argentinas confirmó que más de 5000 hinchas volarán a la final a través de 15 vuelos chárter especiales, que se suman a los servicios regulares y refuerzos hacia la capital provincial, Termas de Río Hondo y Tucumán, totalizando más de 30 vuelos.
Hasta acá, ser hincha de Platense era mucho más accesible. “Para acceder a la popular alcanza con pagar la cuota de socio que está $20.000, y después gastás unos $15.000 adentro para comer y tomar algo”, cuenta Patricio, fanático de “el calamar” y que este domingo estará alentando desde la tribuna.
“Además, tengo la camiseta, que me salió unos $120.000. Platense tiene su tienda en la cancha, entonces pasás y siempre comprás algo, porque sabés que una parte le queda al club y así ayudás”, agrega Patricio.
Del mismo modo, los hinchas de Huracán también estuvieron en la tarea de conseguir entradas. Así, no fueron pocos los que se sacaron su tarjeta de crédito de Naranja X, porque así podían acceder a la preventa de entradas.
“El hincha argentino vive el fútbol como la vida misma, con pasión y entrega. Por eso tuvimos sorteos para octavos, cuartos y semis de los playoff del Apertura 2025 y la preventa exclusiva para la final. También ofrecimos soluciones financieras digitales que sean fáciles de usar y que empoderen a nuestra comunidad para darse el gustito que quieran, como acompañar a su equipo en una copa cuando va de visitante y toca viajar”, explica Julieta López, head of Brand de Naranja X.
Y es que el argentino tiene pocas dudas al gastar en productos ligados a su equipo. Según la mencionada fintech, la industria deportiva se destaca entre los rubros con más ventas en las principales fechas comerciales. “Por ejemplo, en el último HotSale, el 17% de las compras correspondieron a este rubro”, cuenta López.
Miles y millones
Así como la cuota social de un club como Platense ronda los $20.000, un valor similar tiene Racing. “A la cancha voy con mi hermano y mi papá, él nos paga todo. La platea la tenemos con la cuota del club, que es $25.000 por mes, y a eso hay que sumarle $130.000 por año de estacionamiento dentro del estadio”, cuenta Nicolás. Claro, la rutina no termina ahí, porque la tradición dicta que los tres van a comer siempre juntos después.
Este fanático de la Academia también tiene camiseta y acaba de comprarse una campera de abrigo por $100.000. “Es que me faltaba, ya tengo chomba, pantalón, otra campera”, enumera.
En Vélez la situación es similar: con la cuota de socios pueden acceder a una zona de la tribuna. Pero, dice Darío, “comer dentro del estadio está mucho más caro que afuera. Antes de entrar, un sándwich de milanesa que le comprás a un vendedor ambulante está $5000, y en la cancha un pancho con papas está $1500.
En definitiva, entre los clubes más accesibles, hay que calcular un mínimo de $40.000 por día de partido, más todos los accesorios como transporte hasta el estadio y productos con símbolos del club que suelen comprar los fanáticos.
Ahora, si hablamos de Boca y River los valores cambian. Sobre todo con los que compran platea. “El abono de la platea media a la altura del córner está 1.300.000, pero como soy socio vitalicio pago el 40% del abono anual. A eso le sumo el pack fútbol que ronda los $20.000 y los días de partido de local $15.000 de estacionamiento dentro del estadio. Para comer hay para elegir, tenés desde pizza hasta hamburgueserías conocidas. Para tener idea, un café chico está $3000”, describe Diego.
En Núñez, la platea puede verse incluso como una inversión. “Compré la platea en 2022, y la tengo por 5 años (puede revenderla y transferirla si quisiera por el modelo que ofrece River), y me costó unos US$5000. Pero cada vez que voy a la cancha tengo el gasto de la nafta ya que viajo desde Escobar y $10.000 de estacionamiento”, cuenta Félix, que si bien va solo a la cancha, a veces también le paga los gastos a su hija que va a otra parte de la tribuna.
“Si querés comer algo adentro, un pancho y una gaseosa están $10.000. Además, la camiseta costó $120.000”, completa este fanático de River que con un amigo compró otras cinco entradas en la Belgrano baja y las tienen alquiladas. “En dos años recuperamos la inversión, lo que den de ahora en más es para renovar mi platea”, anticipa Félix.
Mundial de clubes
Justamente estos dos hinchas de Boca y River también se van al Mundial de Clubes. “Desde que me enteré que lo iban a hacer ya me puse a ahorrar para poder ir”, asegura Diego, que ya está planificando su llegada a Miami junto a su mujer, aunque ella es de la Academia.
Por su parte Félix planificó el viaje como una excusa para seguir a River y aprovechar para conocer toda la costa oeste de los Estados Unidos. “Vamos a Seattle, vemos el partido y luego vamos a San Francisco y Los Ángeles, vemos el segundo encuentro y cuando termine la primera fase nos vamos en auto a recorrer Las Vegas, el Gran Cañón y cruzamos todo el país por el Sur hasta Orlando”, relata este hincha.
¿Pero cuánto sale un combo para ir al Mundial de Clubes? La agencia Somos Argentina tiene dos opciones. Para Boca, la low cost, que incluye 11 noches de alojamiento 3 estrellas (9 en Miami y 2 en Nashville), aéreos, entradas para los tres partidos (categoría 3), todo por US$4990.
En cambio, si el alojamiento sube a 5 estrellas y los tickets a categoría 1, el costo es de US$7990. El detalle es que esta opción tiene cenas temáticas, kits de regalo, tours por la ciudad y asistencia personalizada durante todo el viaje.
Para River la alternativa de bajo costo está US$4950 pero son 10 noches de alojamiento (6 en Seattle y 4 en Nashville. Y la opción VIP asciende a US$8900.
Para quienes no cuentan con este presupuesto disponible, Quilmes sortea un viaje para los partidos de Boca-Bayern Munich y River-Monterrey. “Es que el hincha argentino es único. Su manera de vivir la pasión por el deporte no se encuentra en ningún otro lugar del mundo. No se trata solo del deseo de tener productos de sus equipos, va mucho más allá. Los argentinos como un todo, somos personas profundamente pasionales, fieles y leales a lo que amamos”, define Guido “Chapa” Lofiego, director de marca Quilmes.
“Por eso siempre apostamos a acompañar esas pasiones que definen al argentino. Entendemos que este sentimiento trasciende lo deportivo: somos pasionales en todas las aristas de nuestra personalidad, en cómo sentimos, cómo nos relacionamos y cómo celebramos. El argentino es particularmente pasional, obsesionado y fanático. Cuando hablamos de deporte —sin importar cuál sea, ni qué equipo esté en juego—, el nivel de pasión, fanatismo y entrega del hincha argentino es inigualable”, continua Lofiego.
Tanta es la pasión de los hinchas argentinos, que muchos gastan a escondidas de sus familias. “Ya no le digo cuánto me sale la remera, ni el conjunto deportivo. Pero me gusta tener la camiseta original, ir vestido de mi club a la cancha. Algunas cosas las dejo directo en el trabajo, como el termo, o los botines quedan en el baúl, pero son los que usan mi jugador favorito”, cuenta sin dar muchos detalles un fanático que sabe que el presupuesto excede lo que debería gastar por mes.
¿Cuánto gastarías para alentar a tu club? Queda claro que muchos van más allá de sus posibilidades, porque la pasión no tiene límites.
Fuente: TN
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Pasó por la última categoría del fútbol argentino, llegó al Inter Miami y sueña con jugar con Lionel Messi

El fútbol argentino es una fuente inagotable de talento y los equipos de todo el mundo ponen sus ojos en los futbolistas albicelestes.
En los últimas días, se destacó el nombre de un argentino, que juega en el Inter Miami: anotó un golazo y se volvió viral, pero no es Lionel Messi. Se trata de Lukas Mamed, delantero de 18 años que juega en la Sub 20 del equipo de la Florida.
En diálogo con TN, el jugador surgido de Náutico Hacoaj, que pasó por el torneo Promocional Amateur, la última categoría del fútbol argentino, contó cómo fue esa experiencia, dio detalles de su llegada al conjunto rosa y por supuesto, habló su ilusión de jugar junto al mejor de todos los tiempos. “Sería un sueño”, aseguró.
Del Promocional Amateur al Inter Miami sin escalas
En el 2024, la AFA tomó una decisión histórica: agregó una nueva categoría de las directamente afiliadas y le puso el nombre de “Promocional Amateur”. Esa medida le dio la posibilidad a clubes históricos de Buenos Aires de sumarse al fútbol semiprofesional, aunque con una importante condición para armar sus equipos: los jugadores no podían ser mayores de 25 años.
Uno de los equipos que más dio que hablar fue Nautico Hacoaj, conocido por su gran rendimiento en diferentes deportes y que esta vez incursionó en el fútbol con mayor seriedd. Dentro de ese joven plantel se encontraba Lukas Mamed, habilidoso delantero de 18 años, que supo brillar en el equipo y ser una de las figuras.
“En Hacoaj jugué desde que nací. Mi viejo y mi abuelo jugaron ahí, es mi segunda casa. Todos en el club son muy buenas personas”, recordó Lukas en diálogo con TN sobre sus inicios en el fútbol.
Por supuesto, se mostró muy agradecido con los miembros de la entidad de Tigre: “Les estoy muy agradecido a todos, a cada profe, a cada DT y a todos los que me ayudaron siempre a mejorar. Obvio a todos mis amigos de la categoría 2007 del club”.
Lukas reconoció que el salto al fútbol semiprofesional no fue nada sencillo: canchas nuevas, equipos no tan conocidos, jugadores que quieren mostrarse y pegar el salto, son algunos de los desafíos que tuvo que enfrentar Mamed cuando tenía apenas 17 años.
“Fue muy lindo jugar un torneo nuevo en el fútbol argentino como el Promocional Amateur. El club se enfocó en la competencia y tuvimos un torneo de locos, en el que nos quedamos a un puesto del ascenso”, recordó.
Además del gran desempeño dentro del terreno de juego, fuera de la cancha Náutico Hacoaj también se hizo viral por una “barrabrava” algo particular: nenes con banderas, bengalas y canciones muy pegadizas.
“Sobre la hinchada, (denominada ”Los borrachos del Shimón") son todos unos genios. Nos apoyaban a los jugadores y nos motivaban en todos los partidos”, dijo Lukas en un recuerdo con gracia y nostalgia.
El salto al Inter Miami para perseguir el sueño
Estados Unidos tiene un desarrollo particular para sus deportistas. La estructura fomenta el crecimiento de cada atleta prácticamente desde la secundaria y el fútbol particularmente está avanzando a pasos agigantados.
La llegada de Lukas Mamed al Inter Miami tuvo un trasfondo particular. “Un mes antes yo había hecho unas pruebas para becas deportivas universitarias con la empresa STS. Me fue muy bien y la propia empresa, de la mano de Martín Lozano, me consiguió la oportunidad a partir de un video mío jugando”.
Con probadas condiciones en el fútbol argentino, el delantero encantó a los directivos del equipo rosa y rápidamente se sumó a sus inferiores.
“Ahora en el Inter Miami juego en la categoría Sub 20, que participa de la liga UPSL. Es un torneo de edad abierta para el resto de los equipos, pero el Inter juega con una división juvenil″, contó.
El salto no fue nada fácil. Con el objetivo de cumplir su sueño, Lukas dejó su barrio, su club, sus amigos y muchas cosas más. Afortunadamente, todo eso se vio recompensado con su gran actualidad. Según sus propias palabras, todo fue más amigable de lo que se imaginaba.
“La adaptación fue muy rápida, ya que mis compañeros, los profes y todos en el equipo desde el primer día me hicieron sentir uno más”, afirmó.
Otro aspecto importante es la diferencia entre los estilos de juego de cada país: “En cuanto al fútbol, acá es distinto a la Argentina: mucho más intenso, pero ya me siento más cómodo”.
En sus primeros días, Mamed contó con una compañía especial que hizo todo más fácil: “Mi familia me acompañó a las pruebas y se quedó acá en Miami hasta que me adapte. Ellos ya se volvieron a vivir a la Argentina, pero hablo con ellos todos los días: me cuidan y apoyan a la distancia. Ahora estoy viviendo en una casa con una familia amiga de mis padres que me tratan perfecto y me hacen sentir muy cómodo”.
Y agregó: “Estoy feliz y disfrutando el día a día gracias a todos mis amigos y familia que me acompañan y están presentes, algo que es muy importante estando lejos”.
Del video viral a la ilusión de jugar con Lionel Messi
Luego de un gran rendimiento en el Promocional Amateur, Lukas Mamed volvió a ser tendencia en las redes sociales por un video que publicó la Academia del Inter Miami. En las imágenes se ve una gran jugada en la que gambeteó con máximo talento argentino y asistió a un compañero para el gol.
Desde la llegada de Lionel Messi, Miami se vistió completamente de celeste y blanco, y los argentinos disfrutan de esa revolución. Estando en el mismo club, Lukas lo vive de manera especial.
“Lo de Messi es increíble. Sigue siendo el mejor del mundo. Y estando en Miami siempre que puedo voy a verlo jugar, que es una locura”, aseguró. Además, se animó a ilusionarse con la chance de compartir cancha alguna vez: “La verdad es que estando en el Inter uno sueña aunque sea con poder entrenar algún día con el primer equipo. Sería un sueño poder compartir cancha, un ratito con Messi, Suárez, Busquets, Jordi (Alba) y todos esos fenómenos, ja”.
Si bien ya se dio un encuentro imborrable con el campeón del mundo, la foto por el momento se hace desear: “Me lo crucé, lo saludé, (tiene) la mejor onda siempre. Pero por el momento foto no tengo, pero lo vemos a veces entrenar o lo cruzo en el predio”.
En este momento tan especial de su carrera, Mamed está muy enfocado y lo reflejó con una contundente frase, como si fuera un experimentado para aprovechar y disfrutar del momento: “Mis objetivos hoy son entrenar bien y seguir mejorando. No pienso mucho a futuro. Tengo que ir día a día. Estoy en un club increíble, todo es muy serio y muy profesional”.
Fuente: TN
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Trabaja y vende rifas para representar a Argentina en tenis de mesa: la sacrificada historia de Alma Marcial

Alma Marcial tiene 18 años y un sueño claro: ser representante de Argentina en un Juego Olímpico. Esa ambición le despertó desde muy chica cuando descubrió el tenis de mesa en sus viajes a Río Negro para visitar a su abuela. “Iba a la costanera y ahí había mesas de ping pong”, introduce a modo revelador.
Ella es nacida en Florencio Varela, al sur del conurbano bonaerense, donde comenzó con la práctica competitiva en el polideportivo del municipio en 2018. Tres años después, tuvo su primera experiencia en la selección y en 2022 hizo su debut internacional.
Con el crecimiento de su carrera deportiva comprobó una dificultad con la que luchan muchos atletas: la falta de apoyo económico. La familia no puede costearle los viajes para competir: su papá -profesor de tenis de mesa- trabaja como electricista y su mamá cursa los últimos estudios de la carrera de kinesiología.
El desfinanciamiento, entonces, se convierte en la principal amenaza, un rival durísimo al que hay que vencer fuera de la mesa de 274 por 152 centímetros.
“Como atleta, siento a veces que ser parte de la Selección argentina termina siendo más un peso que un beneficio porque tenés que preocuparte de dónde sacar la plata para viajar y competir. Eso es una desventaja porque las jugadoras de la mayoría de los países sólo tienen que preocuparse por entrenar”, asume con resignación, en diálogo con TN.
La iniciativa para cumplir el deseo de jugar el Sudamericano
Alma sabe que la Federación Argentina de Tenis de Mesa (FATM) no destina fondos para sustentar la carrera de los juveniles. “Siempre nos dicen que no hay dinero suficiente, las becas del ENARD sólo la tienen los mayores”, comenta.
Por esa razón, no dudó en invertir todo su esfuerzo e ingenio para poder estar presente en el Campeonato Sudamericano que se celebrará en Colombia entre el 12 y el 23 de mayo.
“Mi objetivo es representar a Argentina y lograr alguna medalla. Es un torneo que tiene una gran importancia porque suma puntos para el ranking mundial y es clasificatorio a los Juegos Panamericanos”, cuenta.
La idea inspirada en su hermano menor
Alma tuvo una ocurrencia para reunir la plata, inspirada en el caso de su hermano menor, que también juega al ping pong. Decidió vender rifas como una alternativa para cubrir los gastos del viaje, como lo hizo Valentino (11 años) en el tren para poder competir el año pasado en Bolivia.
La joven, paleta argentina número 1 del equipo Sub 19, necesita unos 2.000 dólares. De momento, colocó 55 de 500 números que vende a 5.000 pesos. Los premios del sorteo fueron donados.
Esta iniciativa complementa su trabajo como profesora de tenis de mesa, que realiza en el Municipio de Florencio Varela y el Bar Ping Pong, en el barrio de Colegiales.
Su vida está llena de sacrificios: además, cumple con su rutina de entrenamientos en el CENARD y sus estudios en el programa FinEs para completar el secundario. “Voy tres días a la escuela, luego viajo tres horas hasta el CENARD, entreno en el gimnasio y en mesa, y en los otros dos días trato de meter doble turno. En mi trabajo, doy las clases antes, en el medio o después de entrenarme”, explica sobre su ajetreada agenda.
El esfuerzo de Alma se constata no sólo en su trajín, sino también en el progreso de sus logros deportivos. Desde que comenzó a jugar al tenis de mesa en 2018, cuando era apenas una adolescente, obtuvo buenos resultados. En 2023, ganó medallas en el Sudamericano de Rosario y clasificó al Panamericano en Estados Unidos. También hizo experiencia en la liga Europea y entrenó en un centro de alto rendimiento en Portugal.
Este año, su objetivo es colgarse una medalla en el Sudamericano de Colombia, un torneo que puede abrir las puertas a competiciones futuras. “Mi sueño máximo es poder jugar en los Juegos Olímpicos”, asegura con la fuerza que guía su perseverancia.
Fuente: TN