Una nueva muerte de un animal en cautiverio reabre la polémica por los lugares que retienen animales en vez de liberarlos a su hábitat natural. Ruth, la rinoceronte blanca, murió a causa de una infección generalizada en el Ecoparque. El animal se encontraba en grave estado desde hacía varios días y presentaba un cuadro de malestar físico, diarrea y dificultades respiratorias.

En un primer momento, fue tratada con antibióticos de un amplio espectro, fluido endovenoso, y también se ajustó su dieta. Si bien reaccionó bien al tratamiento durante los primeros días, tuvo una recaída el jueves. "El equipo de profesionales veterinarios y cuidadores del Ecoparque trabajó intensivamente para combatir la enfermedad que padecía Ruth, que en las últimas 48 horas empeoró hasta ingresar en un cuadro irreversible", indicó el Ministerio de Ambiente porteño en un comunicado.

La muerte de la rinoceronte Ruth se suma la larga lista de animales fallecidos en cautiverio. La organización ambientalista Greenpeace había considerado que la muerte del oso polar Arturo, ocurrida en 2016 en el zoológico de Mendoza, debía "marcar el fin de los animales en cautiverio para fines comerciales o de recreación".

"Recordemos que no era el único animal en cautiverio y en pésimas condiciones, sino sólo un ejemplo más de cómo funcionan actualmente la mayoría de los zoológicos y "parques" de nuestro país, priorizando la exhibición con fines comerciales y recreativos por sobre la conservación y el bienestar animal", continuó Greenpeace en un comunicado.