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Salud

La mejor forma de prevenir el cáncer de cuello uterino es vacunar contra el VPH también a los niños

La mejor manera de prevenir el cáncer de cuello uterino en mujeres es administrar vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) tanto a niños como a niñas, argumenta un nuevo estudio.

De esta manera, la inmunidad de grupo podría ayudar a erradicar el virus causante del cáncer, dicen los investigadores. Las cepas de VPH relacionadas con el cáncer disminuyeron significativamente en las localidades finlandesas donde tanto niños como niñas recibieron la vacuna, según hallazgos publicados el 8 de noviembre en la revista Cell, Host and Microbe.

“Esto demuestra que se obtiene una inmunidad de grupo más fuerte si se vacuna tanto a niños como a niñas”, dijo el investigador principal Dr. Ville Pimenoffdocente de medicina evolutiva en el Instituto Karolinska en Suecia.

“Según nuestros cálculos, se tardarían 20 años en vacunar a las niñas para lograr el mismo efecto que se puede lograr en ocho años con una tasa de cobertura de vacunación relativamente moderada de vacunación neutral en cuanto al género”, agregó Pimenoff en un comunicado de prensa del Karolinska.

El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV) es una familia de virus que afecta a todas las personas independientemente de su género (Getty)El Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV) es una familia de virus que afecta a todas las personas independientemente de su género (Getty)

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó por primera vez la vacuna contra el VPH para su uso en niñas en 2006. En 2011, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU ampliaron su recomendación para incluir también a los niños.

Para este estudio, los investigadores examinaron cómo la vacunación podría proteger contra cepas específicas de VPH vinculadas al cáncer. Hay más de 200 tipos de virus del papiloma humano, explicaron los investigadores en notas de fondo.

Algunos tipos pueden dar lugar a diferentes tipos de cáncer, siendo el cáncer de cuello uterino el más común. La vacuna utilizada en el momento del estudio protegía contra los tipos de VPH 16 y 18, que causan el 70% de todos los cánceres de cuello uterino. También proporciona protección cruzada contra los tipos de VPH 31 y 45, que pueden causar algunos cánceres de cuello uterino.

Para el estudio33 localidades diferentes en Finlandia fueron asignadas al azar para vacunar tanto a niños como a niñas, vacunar solo a niñas o no ofrecer vacunación en absoluto. El estudio incluyó a niños nacidos entre 1992 y 1994, que fueron seguidos cuatro y ocho años después de la vacunación.

"Según nuestros cálculos, se tardarían 20 años en vacunar a las niñas para lograr el mismo efecto que se puede lograr en ocho años con una tasa de cobertura de vacunación relativamente moderada de vacunación neutral en cuanto al género", dijeron los investigadores (Foto Cuartoscuro)"Según nuestros cálculos, se tardarían 20 años en vacunar a las niñas para lograr el mismo efecto que se puede lograr en ocho años con una tasa de cobertura de vacunación relativamente moderada de vacunación neutral en cuanto al género", dijeron los investigadores (Foto Cuartoscuro)

“El hecho de que el estudio de la vacuna contra el VPH haya asignado al azar a las comunidades a diferentes programas de tratamiento es lo que nos permitió estudiar los efectos de la vacunación”, dijo Pimenoff. Ocho años después de la vacunación, los tipos de VPH 16 y 18 habían disminuido significativamente en las 22 localidades en las que se proporcionó la vacuna.

También hubo una disminución en el VPH 31 en las 11 localidades que solo vacunaron a niñas, mientras que en las 11 localidades que vacunaron tanto a niños como a niñas hubo una clara disminución en ambos VPH 31 y 45.

Los investigadores también encontraron que los tipos de VPH causantes de cáncer eliminados por la vacuna fueron reemplazados por otros tipos de VPH no fuertemente vinculados al cáncer.

“La vacuna contra el VPH es efectiva contra los tipos de VPH de alto oncogénico (causantes de cáncer), y estudios, incluido el nuestro, muestran que no hay razón para preocuparse por el aumento observado de tipos de VPH de bajo oncogénico ya que raramente causan cáncer”, dijo Pimenoff. Las vacunas contra el VPH ahora apuntan a nueve tipos diferentes de virus, señalaron los investigadores.

Más información: El Instituto Nacional del Cáncer tiene más información sobre las vacunas contra el VPH.

FUENTE: Instituto Karolinska.

* Health Day Reporters © The New York Times 2023

Salud

Cuáles son los nutrientes claves para cuidar los huesos y por qué no basta con el calcio

Cuando se habla de salud ósea, el calcio suele ser el protagonista. Desde la infancia, se promueve el consumo de leche y productos lácteos con la promesa de desarrollar huesos fuertes. Sin embargo, esta es solo una parte de la historia.

Según diferentes estudios, la estructura ósea no depende únicamente del calcio, sino de un equilibrio complejo de minerales, vitaminas y proteínas que trabajan en conjunto para mantener la densidad y resistencia de los huesos.

El papel de la vitamina D en la absorción y regulación del calcio

Según explicó Cristina Blanco Llamero, profesorade Nutrición Humana y Dietética y Doctora en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Francisco de Vitoria, en una columna en The Conversation, el calcio es un mineral esencial para los huesos, pero no basta con consumirlo: el cuerpo necesita mecanismos para absorberlo y aprovecharlo correctamente. En ese momento es donde entra en juego la vitamina D, que actúa como un facilitador clave en este proceso.

Cuando el calcio y el fósforo están en niveles bajos, el organismo activa un mecanismo de emergencia: la glándula paratiroidea libera una hormona que incrementa la producción de vitamina D en su forma activa, conocida como calcitriol (1,25(OH)₂D₃).

Esta sustancia se encarga de movilizar el calcio de los huesos hacia la sangre para mantener el equilibrio de minerales.

A primera vista, este proceso podría parecer beneficioso, ya que garantiza que el cuerpo tenga el calcio necesario para sus funciones vitales. Sin embargo, si se activa con frecuencia, puede ser perjudicial: extraer calcio de los huesos de manera constante los debilita con el tiempo y aumenta el riesgo de fracturas.

El magnesio también juega un papel fundamental en este sistema, ya que es necesario para la activación de la vitamina D. Sin una cantidad suficiente de magnesio, el cuerpo no puede metabolizar esta vitamina de manera eficiente, lo que reduce su capacidad para regular el calcio y fortalecer los huesos.

Minerales esenciales para la salud ósea

Además del calcio, otros minerales desempeñan funciones clave en la estructura y mantenimiento de los huesos:

  • Fósforo: es el segundo mineral más abundante en el esqueleto, donde forma parte de la matriz ósea junto con el calcio. Un déficit de fósforo puede hacer que el organismo tenga que recurrir a sus reservas, debilitando los huesos.
  • Magnesio: además de activar la vitamina D, participa en la formación del tejido óseo y en la mineralización ósea, ayudando a mantener la densidad de los huesos.
  • Zinc y manganeso: estos oligoelementos contribuyen a la formación de colágeno y a la mineralización ósea.
  • Vitamina K: Regula el metabolismo del calcio y participa en la producción de osteocalcina, una proteína fundamental para la formación de los huesos.

El colágeno como estructura de soporte óseo

El colágeno es otro elemento clave para la salud ósea. Esta proteína forma una estructura similar a un andamio sobre la que se depositan los minerales óseos. Sin un nivel adecuado de colágeno, los huesos pueden volverse frágiles y perder elasticidad.

Aquí es donde la vitamina C cobra importancia, ya que es fundamental para la síntesis de colágeno en el cuerpo. Sin suficiente vitamina C, la producción de esta proteína disminuye, lo que afecta la resistencia y calidad de los huesos.

Alimentos como los cítricos, los kiwis y los pimientos son excelentes fuentes de esta vitamina.

Fuentes de los nutrientes esenciales para los huesos

Para garantizar un aporte adecuado de estos nutrientes, es necesario recurrir a diversas fuentes:

  1. Exposición al sol
    1. La piel produce vitamina D de forma natural cuando se expone a la luz solar. Dependiendo del tono de piel y la ubicación geográfica, entre 10 y 20 minutos de exposición diaria pueden ser suficientes.
  2. Alimentación equilibrada
    1. Vitamina D: presente en pescados grasos como salmón, atún y sardinas, además de productos fortificados como leche y cereales.
    2. Calcio y fósforo: se encuentran en productos lácteos, almendras, tofu y vegetales de hoja verde.
    3. Magnesio: abunda en frutos secos, semillas y espinacas.
    4. Colágeno: puede obtenerse de caldos de hueso y gelatina.
    5. Vitamina C: presente en frutas cítricas, fresas y pimientos.
  3. Suplementos bajo supervisión médica
    1. Si la dieta y la exposición al sol no son suficientes, los suplementos pueden ser una opción para garantizar los niveles adecuados de estos nutrientes. Sin embargo, su consumo debe ser supervisado por un profesional de la salud.

Fuente: Infobae

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Salud

Salud digestiva: 6 causas comunes de la hinchazón abdominal y cómo aliviarla eficazmente

La hinchazón abdominal es un problema digestivo frecuente que afecta a millones de personas en todo el mundo. Puede presentarse de manera ocasional, tras una comida abundante, o convertirse en un malestar persistente que interfiere con la vida diaria.

Aunque suele ser una molestia temporal, en algunos casos puede ser síntoma de un trastorno subyacente. Según The Telegraph, expertos en gastroenterología explicaron las causas más comunes de la hinchazón y cómo aliviarla de manera efectiva.

George Goodchild, gastroenterólogo de The London Clinic, señaló que es normal experimentar hinchazón de vez en cuando, pero algunos factores pueden hacer que el malestar se prolongue o se vuelva más intenso.

La doctora Megan Rossi, especialista en salud intestinal y fundadora de The Gut Health Doctor, explicó que la hinchazón es una sensación de presión en el sistema digestivo, diferente de la distensión abdominal, que implica una protuberancia visible en el abdomen.

Para quienes buscan reducir la hinchazón, es clave identificar su origen. Entre los motivos más frecuentes, los especialistas destacaron seis factores principales.

1- Hábitos alimenticios: el impacto de comer rápido o en exceso

Comer con prisa o ingerir grandes cantidades de alimentos en una sola comida puede contribuir significativamente a la hinchazón. La Dra. Goodchild explicó en The Telegraph que al comer rápido se traga más aire, lo que genera acumulación de gases en el intestino.

Además, una masticación insuficiente dificulta la digestión, lo que puede provocar fermentación excesiva y una mayor producción de gases.

Solución:

  • Comer lentamente y masticar bien los alimentos.
  • Optar por comidas más pequeñas y frecuentes en lugar de grandes porciones espaciadas.

2- Estrés y ropa ajustada: efectos sobre la digestión

El estrés crónico afecta la comunicación entre el cerebro y el intestino, lo que puede provocar inflamación y ralentizar la digestión. La Dra. Rossi explicó que el estrés activa la producción de cortisol, una hormona que reduce el movimiento intestinal y favorece la acumulación de gases.

Además, el uso frecuente de ropa ajustada puede generar presión sobre el abdomen y dificultar el tránsito intestinal, lo que agrava la sensación de hinchazón.

Solución:

  • Incorporar técnicas de relajación como respiración profunda o meditación.
  • Usar ropa más holgada para evitar la presión sobre el abdomen.

3- Dieta y fibra: equilibrio clave para la salud digestiva

El estreñimiento es una de las causas más comunes de hinchazón y puede estar relacionado con una dieta baja en fibra. Sin embargo, un aumento repentino de fibra también puede generar problemas, ya que el intestino necesita adaptarse a este cambio.

El doctor Goodchild advirtió que ciertos tipos de fibra fermentan más fácilmente en el intestino, lo que puede producir gases en exceso. Por otro lado, Lucy Kerrison, dietista especializada en salud intestinal, sugiere que la fibra debe incorporarse de manera gradual y acompañarse con una ingesta adecuada de líquidos.

Solución:

  • Aumentar el consumo de fibra de forma progresiva.
  • Incluir fuentes de fibra soluble, como semillas de lino o cáscara de psyllium, en la dieta.
  • Beber suficiente agua para facilitar el tránsito intestinal.

4- Condiciones de salud: trastornos intestinales relacionados con la hinchazón

Algunas afecciones médicas pueden causar hinchazón frecuente o persistente. Kerrison dijo que el síndrome del intestino irritable (SII), por ejemplo, es un trastorno digestivo que afecta a un tercio de la población británica y que, en el 80 % de los casos, incluye episodios de hinchazón.

Otra posible causa es el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO), una afección en la que un exceso de bacterias en el intestino genera fermentación anormal y gases. Goodchild señaló que esta condición es menos común que el SII, pero podría estar infradiagnosticada.

Solución:

  • Consultar a un especialista si la hinchazón es persistente o se presenta con otros síntomas como diarrea, pérdida de peso o sangre en las heces.
  • En casos de SII, seguir una dieta especializada bajo supervisión de un dietista.

5- Cambios hormonales: su impacto en la digestión

Las fluctuaciones hormonales pueden afectar el sistema digestivo y provocar hinchazón. Según un estudio de 2024 citado por The Telegraph, casi una cuarta parte de las mujeres experimenta hinchazón con regularidad, en comparación con solo un 10 % de los hombres.

Durante la menstruación, los niveles elevados de estrógeno favorecen la retención de líquidos, mientras que la progesterona ralentiza el tránsito intestinal, aumentando el riesgo de estreñimiento. Estos efectos también pueden presentarse en la menopausia, indicó el medio británico.

Solución:

  • Realizar ejercicio moderado, como caminatas o yoga, para reducir la retención de líquidos.
  • Mantener una hidratación adecuada y una alimentación balanceada.

6- Sensibilidades alimentarias: alimentos que pueden causar molestias

Algunas personas experimentan hinchazón después de consumir ciertos alimentos, especialmente aquellos ricos en fibra fermentable. El doctor Rossi explicó que ingredientes como el ajo, la cebolla, las legumbres y algunas frutas pueden generar gases en personas con intestinos sensibles.

Solución:

  • No eliminar completamente los alimentos fermentables, sino reintroducirlos progresivamente.

Cuándo acudir al médico

La hinchazón ocasional es normal, pero si persiste por más de tres semanas o se acompaña de síntomas como pérdida de peso, diarrea crónica, fiebre o sangre en las heces, es fundamental buscar atención médica.

Goodchild enfatizó que algunos síntomas pueden indicar problemas de salud más serios, por lo que es importante no ignorarlos.

Según las guías del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, se recomienda acudir al médico si la hinchazón ocurre a diario durante varias semanas o se presenta con signos de alarma.

Fuente: Infobae

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Salud

Me diagnosticaron autismo a los 53 años y sé por qué aumentan los casos

El presidente Trump Robert F. Kennedy Jr. se han comprometido a hacer frente a lo que describen como un azote que amenaza a los niños estadounidenses. El aumento del autismo ha sido precipitado: uno de cada 36 niños está afectado hoy en día, frente a cuatro de cada 10.000 en la década de 1980, advirtió el presidente en una reciente orden ejecutiva. Bajo la dirección del Sr. Kennedy, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades tienen previsto investigar si las vacunas son la causa, a pesar de las abrumadoras pruebas de que no lo son.

Pero, ¿y si no hay ningún misterio que resolver? ¿Y si el autismo no es en absoluto cada vez más frecuente? ¿Y si el aumento de los diagnósticos es algo bueno?

Como científico con autismo, creo que el aumento de diagnósticos es el resultado de una mayor concienciación, una mejor identificación (especialmente entre mujeres y niñas) y una definición más amplia que ahora incluye una serie de afecciones del neurodesarrollo bajo el paraguas del “trastorno del espectro autista”.

De niño, a menudo miraba fijamente al espacio, no entendía las señales sociales y soltaba largos monólogos sobre mis intereses específicos. Pero hasta los 53 años no sospeché que padecía un trastorno del espectro autista.

La idea surgió durante una revisión profesional para la que mi jefe había contratado a un psicólogo. Tras entrevistarme a mí y a mis compañeros de trabajo, el psicólogo sugirió que yo podría tener autismo, lo que confirmaron las evaluaciones posteriores.

Es difícil entender cómo un aumento de setenta veces en los casos de autismo puede reflejar principalmente cambios en el diagnóstico o una mayor concienciación, pero mi propia experiencia ayuda a darle sentido. Cuando yo crecí, a finales de los años sesenta, el autismo se diagnosticaba sobre todo a niños que tenían enormes dificultades para desenvolverse en la vida diaria y necesitaban mucho apoyo. A mí no me llamaron la atención para evaluarme o diagnosticarme, pero eso podría ser diferente hoy en día.

Los estudios demuestran que el aumento de los diagnósticos de espectro autista entre personas que, como yo, no tienen discapacidad intelectual, definida como un coeficiente intelectual inferior a 70, ha aumentado vertiginosamente desde el año 2000. Si me hubieran diagnosticado de niño, probablemente habría sido síndrome de Asperger, una etiqueta que se solía poner a niños con dificultades sociales pero que no tenían los retrasos en el lenguaje presentes en muchos casos de autismo. Pero en 2013, la Asociación Americana de Psiquiatría incluyó el síndrome de Asperger en la categoría más amplia de trastorno del espectro autista.

También tenemos pruebas fehacientes de que a los niños a los que hace un par de décadas se les habría diagnosticado una discapacidad intelectual o de aprendizaje o un trastorno emocional ahora se les diagnostica autismoLos médicos también identifican a los niños a edades más tempranas, a partir de los 18 meses. Y cada vez reconocen mejor las diferencias que puede presentar el autismo en las niñas, que siempre han tenido tasas más bajas de diagnóstico.

Si aún cree que el aumento de los casos no puede explicarse por la mayor concienciación y los cambios en las normas de diagnóstico, considere lo siguiente: cuando los investigadores examinaron a 50.000 niños en busca de autismo en Corea del Sur entre 2005 y 2009, una época en la que los diagnósticos de autismo eran poco frecuentes en el país, descubrieron que el 2,6% de la población cumplía los criterios para un diagnóstico. Es casi exactamente la misma tasa de diagnósticos de autismo que encontramos hoy en Estados Unidos, otra prueba de que, aunque las estadísticas oficiales pueden variar mucho, la incidencia subyacente puede ser relativamente estable en distintas décadas y regiones.

A medida que el autismo ha dejado de ser un estigma, también se ha vuelto más fácil de aceptar para los padres. Desde que revelé públicamente mi diagnóstico hace un año, he oído a muchas personas preguntarse si ellos también deberían someterse a una evaluación. Estas preguntas suelen venir de padres cuyo hijo fue diagnosticado y que reconocen rasgos similares en ellos mismos.

Hay desacuerdo sobre si personas como yo, que tenemos éxito profesional y no tenemos dificultades de aprendizaje, merecemos un diagnóstico. Pero incluso las personas con síntomas más leves de autismo pueden tener dificultades si no cuentan con la aceptación y el apoyo que un diagnóstico puede proporcionarles en lo que se refiere a problemas organizativos, sensoriales y de comunicación social. Un diagnóstico también puede dar a los niños acceso a educación especial, formas especializadas de terapia, adaptaciones en la escuela y cobertura de estos tratamientos por el seguro médico.

La idea de que el autismo debe tratarse o curarse es muy controvertida. La Autism Self-Advocacy Network, un grupo sin ánimo de lucro dirigido por personas con espectro autista, emitió una declaración en respuesta a la orden ejecutiva de Trump, argumentando que el autismo no es una enfermedad, sino más bien una parte natural de la diversidad humana, “algo con lo que nacemos, y que no debería cambiarse”. Lejos de ser únicamente un déficit, creo, mi neurodiversidad me ha hecho mejor científico porque mi pensamiento autista me lleva a buscar patrones, una habilidad crucial en la ciencia.

Otras personas, incluidos algunos pero no todos los familiares de personas con necesidades de apoyo muy elevadas (a veces denominadas autismo profundo), pueden ser más propensas a considerar el autismo como una afección médica digna de intervención farmacéutica y de investigación sobre tratamiento y prevención. Aunque yo suscribo el punto de vista de la neurodiversidad, superviso una revista científica que publica investigaciones desde ambas perspectivas, y creo que los defensores de ambas tienen mucho que aprender unos de otros.

Sin embargo, una cosa que une a estos dos campos es el desdén por la persistencia de la afirmación desacreditada de que el autismo es resultado de la vacunación.

¿Podría haber otros factores detrás del aumento de los diagnósticos de autismo, además de una mayor concienciación? Sí. Estimaciones conservadoras de estudios de gemelos y hermanos indican que los factores genéticos pueden explicar alrededor del 80% del riesgo de autismo. Esto deja margen para los factores ambientales. Por ejemplo, hay estudios que sugieren una relación entre el autismo y la exposición de las mujeres embarazadas al óxido nítrico presente en la contaminación atmosférica.

Pero cualquier factor ambiental que contribuya al autismo deberá ser objeto de un estudio riguroso de todas las pruebas. Con demasiada frecuencia, cuando los escépticos de las vacunas culpan a éstas del autismo, señalan estudios que tienen una metodología débil, como hizo el Sr. Kennedy durante su audiencia de confirmación para secretario de sanidad. Estos estudios ignoran la existencia de numerosos y cuidadosos ensayos aleatorios de control que demuestran lo contrario.

Algunos argumentan: ¿qué hay de malo en investigar más sobre si las vacunas causan autismo? Para las personas con graves problemas, cuyas familias desean urgentemente tratamientos para mejorar la situación de sus hijos, el dinero gastado en un camino sin salida resta recursos a vías más productivas. También puede aumentar las dudas sobre las vacunas y contribuir al resurgimiento de enfermedades mortales, como el brote de sarampión que se extiende por Texas y los estados vecinos.

Además, la aceptación pública de una causa equivocada puede ser perjudicial para los pacientes y sus familias. La idea de que el autismo estaba causado por madres frías y distantes, una de las principales teorías entre los años 50 y 70, produjo un trauma considerable antes de ser desacreditada.

Saber que pertenezco al espectro autista ha mejorado mi vida. Puedo dar a mis compañeros de trabajo y a mis seres queridos un contexto para entenderme e interactuar conmigo. Por ejemplo, me cuesta modular mis expresiones faciales y mi tono vocal. El costoso coaching de medios de comunicación no me ayudó, solo hizo que me preocupara más por mis gestos que por mi mensaje. Al revelar mi diagnóstico, puedo liberar mi mente para centrarme en el significado de mis palabras.

Pero más que eso, me ha inspirado la fortaleza de los padres y niños que han luchado más que yo, a menudo porque no recibieron la atención y el apoyo que merecían. Conseguir que se diagnostique a más gente ha ayudado a solucionar este problema.

Lo último que necesitamos es volver a entablar un “debate” sobre las vacunas que lo único que hace es confundir a la gente y no contribuye en nada a dar cabida a una forma diferente de pensar.

Fuente: Infobae

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