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¿Facebook y otros gigantes tecnológicos deberían pagarles a los usuarios por sus datos?

Con cada foto de gatito adorable, con cada ‘me gusta’ los usuarios construyen el imperio online de Facebook. Cada vez más economistas y figuras de Silicon Valley se preguntan si no será hora de comenzar a pagar por ese trabajo, con miras, además, a especializarlo

La idea no es nueva, inclusive Mark Zuckerberg lo reconoció al dar su testimonio ante los comités conjuntos del Senado estadounidense: “Cada fragmento de contenido que alguien comparte en Facebook, le pertenece a esa persona”. Sin embargo, el que utiliza ese contenido para generar ganancias es Zuckerberg, no el usuario de la red socialque, lejos de ser el cliente, es el objeto que el empresario vende a sus verdaderos clientes: los que pagan publicidad para llegar a los usuarios.
“Todos trabajamos para Mark Zuckerberg”, sintetizó David Scharfenberg en The Boston Globe. “Con cada foto de gatito adorable que publicamos. Con cada ‘me gusta’ damos o cada ‘jaja’ que clickeamos. Somos los obreros que hemos construido el imperio online de Facebook“. Y de otros gigantes tecnológicos, como Google, Amazon y Apple.
Luego de la revelación de las enormes ganancias que la red social obtuvo mientras se conocía también el abuso de los datos personales de Cambridge Analytica para la manipulación de mensajes electorales, “un número creciente de economistas y figuras de Silicon Valley se preguntan lo inevitable: ¿es hora de que nos paguen por nuestro trabajo?”, escribió Scharfenberg.
Facebook y Google, advirtió, argumentarán que ya le pagan a los usuarios: búsquedas gratuitas, mapas gratuitos, un feed con novedades de la gente que cada quien ha elegido. “Pero los empleados de McDonald’s nunca aceptarían hamburguesas gratuitas como su única compensación”, objetó el experto en tecnología del diario de Massachusetts. “¿Por qué la economía en la era de internet operaría de manera diferente?”.
Si alguien espera hacerse millonario con sus datos convendría que moderase sus expectativas, advirtió: “Su trabajo de datos probablemente vale unos pocos cientos de dólares al año”. Las empresas valen cientos de miles de millones de dólares, pero a la vez “tienen a cientos de miles de personas como nosotros trabajando para ellas”.
Pero nadie sabe qué trae el futuro, y si la economía de la inteligencia artificial (IA) despega, haría que la ganancia por usuario se disparase, lo cual subiría el precio de la labor de subir selfies y compartir publicaciones. Para que un sistema incorpore la información necesaria para, por ejemplo, el reconocimiento facial, hacen falta toneladas de fotos etiquetadas de reuniones familiares.
Actualmente la gente etiqueta sus fotos sin otro motivo que el deseo de hacerlo. “Pero si los gigantes de internet comenzaran a pagarnos por el trabajo, podrían exigir una tarea más sofisticada: grabar y transcribir conversaciones para mejorar el software de reconocimiento de voz, por ejemplo, o etiquetar imágenes de enfermedades para ayudar al diagnóstico mediante IA”.
El columnista de The Boston Globe citó el nuevo libro de Eric Posner, profesor de Derecho, y E. Glen Weyl, investigador de Microsoft para hacer un estimado. En Radical Markets: Uprooting Capitalism and Democracy for a Just Society (Mercados extremos: Desenraizar el capitalismo y la democracia para una sociedad justa) los autores creen que si la economía de la IA despega, “una familia de cuatro podría ganar USD 20.000 por año por sus datos”.
Esa cifra no cubriría los ingresos que potencialmente la IA podría destruir, al reemplazar empleos. Pero podría diversificar internet. Si surgen competidores que paguen por los datos que quieren Facebook, Google, Amazon y demás, “nos podrían alejar del oligopolio hacia una red multicolor”.
Una de la preguntas que despierta la idea de ser un trabajador de los datos es qué impacto tendría en la cultura viral de internet, ya que se la incentivaría a una escala masiva. Con un pago como estímulo, los usuarios podrían publicar más “del material corrosivo y viral que todo el mundo dice que detesta pero al que la mayoría de la gente le da click”. Y los sitios podrían crear contenido más adictivo del que se conoce hasta ahora.
Otra es qué pasaría con ideas como el valor social del trabajo. “¿Transcribir conversaciones para Siri o anotar documentos legales para un robot abogado serían vocaciones honorables? ¿Cómo nos deberíamos sentir al alimentar a las máquinas que eliminarán profesiones enteras?“. En esa perspectiva, el pago sería “un soborno que aceptamos para traicionar a los nuestros”.
Scharfenberg recordó que en sus orígenes internet no se propuso como una herramienta comercial sino un proyecto colaborativo entre el gobierno, los militares y los académicos. La idea era eliminar las barreras a la participación, no incentivar y pagar el trabajo. La información iba a ser libre y accesible. La monetización, sin embargo, convirtió la revolución de internet en lo opuesto.
“Probablemente sea el fracaso más exacto del idealismo en la historia”, dijo Jaron Lanier, investigador de Microsoft. “Hubo muchas revoluciones que resultaron un tiro por la culata. Pero no puedo pensar en otra que haya dada un resultado que es tan precisamente lo opuesto de lo que se propuso crear”. En 2013, en su libro Who Owns the Future? (¿Quién es dueño del futuro?) Lanier incorporó la idea de micropagos, pero no los considera una forma de torcer el destino que tomó la red, sino de humanizarla un poco.

Dio un ejemplo a Scharfenberg: “La IA está hambrienta de datos, y esos datos no los traen los ángeles, salen de la gente. Necesitamos a la gente porque necesitamos sus datos para que las cosas funcionen“.
La imposibilidad de predecir el camino que tome la tecnología se aplica también a la IA, recordaron Posner y Weyl en Radical Markets. “Es posible que la IA no despegue como se espera, y el valor de nuestros datos se mantenga bajo”, explicó el autor del artículo.
Eso conservaría el modelo actual, que otros académicos ven con escepticismo, como Ethan Zuckerman, director del Centro de Medios Cívicos en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Le dijo a The Boston Globe que el pago le gusta mucho como concepto, pero en la práctica no le gusta nada. Hoy alguien sube tutoriales de juegos a YouTube, y el sitio le paga una pequeña parte de lo que obtiene por la publicidad.
“Pero eso no cambia el modelo de vigilancia de datos que tanto nos preocupa: no impide que YouTube haga minería de datos en el video y venda esa información, ni previene el próximo escándalo de Cambridge Analytica”, explicó.
Por último, el artículo citó la postura más radical al respecto: la de Andrew Keen, autor de The Internet is Not the Answer (Internet no es la respuesta), que considera que el pago es el extremo último del utilitarismo de Silicon Valley: “Como si nuestra felicidad se pudiera sumar y monetizar. Nuestros datos nos constituyen. Somos nuestros datos. Venderlos es una especie de prostitución digital”.

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Preocupación por una nueva y peligrosa estafa virtual en WhatsApp: cómo detectarla y evitar caer en el engaño

Todos tenemos algún familiar, amigo o conocido al que le hackearon WhatsApp y le robaron la cuenta. Las estafas para quedarse con los perfiles de la plataforma de mensajería instantánea son cada día más habituales y complejas.
Los ciberdelincuentes encuentran nuevas formas de engañar a las personas y tomar el control de sus cuentas. Uno de los modus operandi más populares y peligrosos es la suplantación de identidad.
Esta semana, volvió a hacerse fuerte el fraude en el que se hacen pasar por el soporte técnico de Meta, pero esta vez con una nueva estrategia buscan quedarse con las cuentas de WhatsApp y usarlas para cometer otros delitos y estafas a los contactos de las víctimas.
¿Cómo funciona esta estafa del soporte técnico de WhatsApp?
El engaño empieza con una llamada de los ciberdelincuentes, generalmente desde un número con prefijo internacional. Cuando atendés, del otro lado se presentan como empleados del soporte técnico de WhatsApp y, con tono profesional, informan a la víctima de que detectaron un intento de acceso a su cuenta desde otro dispositivo no autorizado.
La estrategia es aprovecharse de la preocupación que genera este tipo de noticia. Así, los delincuentes solicitan información personal para, supuestamente, confirmar la legitimidad de la cuenta.
Los ciberdelincuentes consultan datos aparentemente inofensivos, como el nombre de la marca del smartphone de la víctima. Sin embargo, su verdadero objetivo es obtener el código de seis dígitos que WhatsApp envía al número de teléfono del usuario cuando alguien intenta registrar su cuenta en un nuevo dispositivo.
Con la excusa de confirmar que el usuario es el dueño legítimo de la cuenta, los estafadores piden que el usuario les pasé este código. La víctima, que cree que realmente habla con el soporte técnico de Meta o WhatsApp, lo proporciona sin saber que, en ese momento, entregó el control de su cuenta a los delincuentes.
Una vez que los estafadores obtienen este código, lo activan desde otro celular y así desvinculan el número de teléfono de la cuenta original. De esa manera, toman el control total del perfil de WhatsApp. Y al mismo tiempo la víctima pierde el acceso.
Otra versión de la estafa: la videollamada que no funciona
En un engaño similar, los supuestos representantes de Meta solicitan al usuario una videollamada para verificar que quien está del otro lado es la persona real a quien pertenece la cuenta.
Sin embargo, al iniciarla, la pantalla aparece en negro. El ciberdelincuente alega que hay problema técnico y le pide a la víctima que active la función de compartir pantalla. Esa opción le permite a la otra persona ver en tiempo real todo lo que aparece en su celular.
En ese momento, los ciberdelincuentes envían el pedido del código de verificación, que llegará al celular de la víctima. Como del otro lado están viendo todo lo que sucede en la pantalla, pueden capturar las seis cifras del código sin que la otra persona se las pase y toman el control de la cuenta de WhatsApp.
Cómo prevenir esta estafa
La clave para proteger tu cuenta de WhatsApp es implementar medidas de seguridad preventivas. Aquí algunas recomendaciones:
- Activar la verificación en dos pasos (2FA)
Esta funcionalidad añade una capa extra de protección, ya que además del código de seis dígitos, tendrás que introducir un PIN personalizado que solo vos conocés, o entrar a la cuenta con un dato biométrico (huella o reconocimiento facial).
- No compartir códigos de verificación
WhatsApp nunca solicitará códigos a sus usuarios por videollamada, teléfono, SMS o correo electrónico. Si alguien te pide este código, es casi seguro que se trata de una estafa.
- Desconfiar de llamadas sospechosas
Si recibís una llamada de un número desconocido que dice ser del soporte técnico de WhatsApp, colgá inmediatamente y no facilites ningún dato personal. WhatsApp no realiza llamadas de soporte técnico a sus usuarios.
¿Qué hacer si fuiste víctima de este engaño?
En estos casos, el primer paso cuando te diste cuenta de que fuiste víctima de una estafa, es mantener la calma y ordenar en tu cabeza los pasos a seguir:
- Avisar a tus contactos: informá de inmediato a tus amigos, familiares y conocidos sobre lo sucedido, ya que es posible que los estafadores intenten usar tu cuenta para engañarlos.
- Contactar con el soporte de WhatsApp: envía un correo electrónico a [email protected]. Explicá el problema de la manera más completa y sencilla (podés hacerlo en español) y pedí la recuperación de tu cuenta. Proporcioná toda la información relevante, e incluí detalles de la estafa, capturas de pantalla y toda la información que tengas de lo que pasó.
- Reportar el número del estafador: si pudiste identificar el número que te contactó, reportalo a WhatsApp para que la plataforma pueda tomar medidas y prevenir futuros engaños.
Fuente: TN
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El truco para limpiar la pantalla del televisor y que quede impecable con un solo ingrediente de cocina

La pantalla del televisor es una de las superficies que más acumula suciedad en el hogar. Entre el polvo, las huellas dactilares y las manchas, puede perder su nitidez y brillo con facilidad. Sin embargo, no es necesario recurrir a productos costosos para mantenerla limpia.
Con un solo ingrediente de cocina que seguramente tenés en casa, podés dejar tu televisor impecable de manera sencilla y sin dañarlo.
El ingrediente clave para limpiar la pantalla del televisor
El vinagre blanco es el único ingrediente necesario para limpiar la pantalla de tu televisor. Gracias a sus propiedades desinfectantes y su capacidad para eliminar grasa y huellas, es una alternativa natural, económica y efectiva para esta tarea.
Materiales necesarios
- 1 taza de agua destilada
- 1 cucharadita de vinagre blanco
- Paño de microfibra limpio y seco
Paso a paso para limpiar la pantalla del televisor
1- Preparar la solución de limpieza: mezclá una taza de agua destilada con una cucharadita de vinagre blanco en una botella con atomizador. El agua destilada ayuda a evitar residuos minerales en la pantalla, mientras que el vinagre potencia la limpieza sin dejar marcas.
2- Apagar y desconectar el televisor: antes de comenzar, es importante apagar y desenchufar el televisor. Esto no solo garantiza mayor seguridad, sino que también permite ver mejor las manchas y huellas en la pantalla.
3- Usar un paño de microfibra: no se recomienda utilizar toallas de papel ni trapos ásperos, ya que pueden rayar la pantalla. Un paño de microfibra es la mejor opción, ya que no deja residuos ni pelusas.
4- Aplicar la solución en el paño: nunca rocíes la solución directamente sobre la pantalla del televisor. En su lugar, humedecé ligeramente el paño de microfibra con la mezcla. Esto evitará que el líquido se filtre en los bordes del televisor, lo que podría dañarlo.
5- Limpiar con movimientos suaves: pasá el paño sobre la pantalla con movimientos circulares y suaves, sin ejercer demasiada presión. Empezá por el centro y avanzá hacia los bordes, prestando especial atención a las zonas con más suciedad.
6- Secar con un paño limpio: una vez que terminaste de limpiar, usá otro paño de microfibra seco para eliminar cualquier resto de humedad y dar un acabado brillante.
7- Encender el televisor solo cuando esté completamente seco: antes de volver a encender el televisor, asegurate de que la pantalla esté completamente seca para evitar daños en su funcionamiento.
Fuente: TN
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Cómo saber si una llamada es hecha por un robot y si es o no una estafa

Un simple timbre en el teléfono puede ser el inicio de un esquema de fraude. Según informaron autoridades como la Policía Nacional de España, se ha detectado un aumento en las llamadas telefónicas en las que, al contestar, no se escucha ninguna voz al otro lado de la línea, y al finalizar se escucha una voz robotizada.
Aunque estas situaciones pueden parecer errores técnicos, en realidad forman parte de una estrategia utilizada por ciberdelincuentes para identificar números telefónicos activos y susceptibles de ser explotados en actividades fraudulentas.
Estas llamadas, conocidas como “robollamadas”, son generadas por sistemas automáticos o bots que marcan números al azar. Cuando una persona responde, el sistema registra que el número está activo y que el usuario está dispuesto a atender llamadas de desconocidos.
Cómo identificar una llamada telefónica hecha por un robot
Existen varias señales que pueden indicar que una llamada proviene de un sistema automático. Una de las más comunes es el silencio al otro lado de la línea tras contestar. En muchos casos, si se espera unos segundos, una voz automatizada o una grabación preprogramada puede comenzar a hablar.
Otra pista es la ausencia de una respuesta natural a preguntas o interrupciones, lo que sugiere que se trata de un bot en lugar de un interlocutor humano. Además, algunas robollamadas utilizan tecnología avanzada para simular conversaciones reales, pero presentan patrones detectables.
Si la respuesta a una pregunta parece genérica o descontextualizada, es probable que se trate de un sistema automatizado. Además, si la llamada proviene de un número desconocido o de un prefijo inusual, conviene desconfiar y evitar interactuar.
Cuándo una robollamada puede ser una estafa
No todas las robollamadas son intentos de fraude, porque algunas empresas las utilizan para encuestas o promoción de servicios. Sin embargo, si la llamada solicita información personal o financiera, es una señal de alerta.
Los estafadores suelen presentarse como empleados de bancos o compañías reconocidas y utilizan argumentos convincentes para obtener datos confidenciales.
Otra estrategia común es generar urgencia en la víctima. Pueden afirmar que hay problemas con una cuenta bancaria, que se ha detectado actividad sospechosa o que se necesita confirmar un código de seguridad.
Si una llamada genera presión para tomar decisiones rápidas sin verificar la autenticidad del interlocutor, es clave colgar y contactar directamente a la institución supuestamente involucrada.
Cuál es el riesgo de devolver una llamada a un número desconocido
Uno de los mayores peligros de las robollamadas es la posibilidad de que los usuarios decidan devolver la llamada por curiosidad o preocupación. Algunos de estos números están vinculados a servicios de tarificación especial o internacional, lo que puede generar cargos elevados en la factura telefónica del usuario.
En otros casos, devolver la llamada puede confirmar a los estafadores que el número está activo y que la persona está dispuesta a responder a números desconocidos.
Para evitar riesgos, es clave no devolver llamadas de números que no se reconocen, especialmente si provienen de prefijos internacionales sospechosos. En caso de duda, se puede realizar una búsqueda en internet para verificar si el número ha sido reportado como fraudulento.
Cómo protegerse de las robollamadas y varios fraudes telefónicos
Las autoridades sugieren varias medidas para evitar caer en estos fraudes. La primera es no contestar llamadas de números desconocidos, especialmente si se detecta un silencio prolongado al responder. Si una llamada es sospechosa, se debe colgar de inmediato y evitar interactuar con la voz automatizada.
Otra estrategia es utilizar aplicaciones o servicios de bloqueo de llamadas fraudulentas. Muchas compañías telefónicas ofrecen herramientas que identifican y bloquean números reportados por otros usuarios.
Además, es clave no proporcionar información personal o financiera por teléfono, a menos que se haya verificado la identidad del interlocutor de manera independiente.
También, la educación y la prevención son clave. Estar informado sobre estas técnicas permite identificar y evitar fraudes antes de que ocurran. Compartir esta información con familiares y amigos también ayuda a reducir el impacto de estas estafas en la sociedad.
Fuente: Infobae