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Una "manada" de comerciantes y changarines: quiénes son los siete acusados de violar a un joven en un pueblo cordobés y que todavía siguen libres

En Sebastián Elcano, los sospechosos de cometer el abuso son habitantes queridos y considerados "gente de bien".

La población decidió no manifestarse públicamente y eligió una tensa neutralidad: no por temor, sino por la cercanía con los abusadores. El perfil de los principales implicados

Cinco mil personas viven en Sebastián Elcano. En la última década se registró un crecimiento demográfico que duplicó su población. Sin una razón preponderante, los vecinos hablan de la expansión de los campos sojeros, de la creación de empleos en la municipalidad y en las fuerzas policiales. Se conocen todos: los adoptados y los genuinos. El caso de M., el joven de 25 años con retraso madurativo que fue violado por siete amigos, provocó un efecto extraño: despertó un cimbronazo, una conmoción que viró en hermetismo. No hubo una pueblada, una rebelión o al menos una manifestación. Ni siquiera un pronunciamiento del Intendente: Pedro Manuel Bonaldi, jefe comunal y tío de la víctima, se mantiene al margen, en una neutralidad cuestionada por los familiares de M.

Elcano vive una tensa pausa, en un letargo público. No hay expresiones de furia o indignación. El dolor y la tristeza es una procesión íntima, se reserva al seno de cada familia. No hay escraches ni una toma de posición mediática. Las declaraciones son anónimas, una condición común a cada habitante. No es por temor a amenazas, al contrario, el silencio obedece al pudor, al recato o a la vergüenza a aceptar que un amigo, un conocido o una persona a la que le tenía estima fue protagonista o cómplice de una violación masiva.

En Sebastián Elcano se percibe una aparente calma. Hubo un esbozo de una manifestación en apoyo con la familia que no prosperó (Mario Sar)

El pueblo trabaja en un proceso de asimilación del abuso, en una suerte de duelo. "El pueblo no hace nada porque no quiere meterse, no quiere quedar en el medio. Acá nos conocemos entre todos. Muchos somos amigos o tenemos una relación cordial con la gente que hizo ésto. Nos cuesta creerlo", precisó un vecino que prefirió no revelar su identidad. Su reflexión es la de gran parte de la comunidad. Los siete sospechosos no responden al estereotipo de "los chicos malos": hay quienes consideran que el abuso fue "una broma que se les fue de las manos".

No existe una connivencia deliberada. Puertas afuera, la opinión del pueblo es reservada y reprimida por el vínculo cercano con los acusados. Es gente querida, aparente gente de bien. Hay comerciantes y empleados, económicamente acomodados y changarines, sin prontuarios y con antecedentes de violencia, abusadores y aduladores. Un perfil de "la manada", los amigos de M. que se transformaron en sus abusadores.

Ramón Ludueña

El más viejo. Supera los 50 años de edad. En el video que circuló por todo el pueblo, se lo distingue la intención de meterle un dedo en el ano a la víctima, su compañero de trabajo. Ramón es el plomero de la Municipalidad de Sebastián Elcano, donde M. realiza tareas de mantenimiento. Tiene conocimientos de electricista y hace changas en casas particulares. Nació e en Córdoba, pero no en Sebastián Elcano. Llegó hace más de veinte años, solo. Y nadie sabe nada de su pasado.

Imágenes del video que se viralizó en el pueblo. Los últimos que lo vieron fueron los familiares de M.

Ezequiel Cisnero

El Gordo. Es el que filmó el video que se viralizó, el que pregunta con sorna "¿ataron al cordero?" mientras su hermano Jorge se encargaba de maniatarlo. Tiene cerca de 30 años y es oriundo del pueblo. Trabaja en un colegio de La Rinconada, una localidad ubicada sesenta kilómetros al este de Elcano. También es el dueño de un boliche que es capaz de transformarse en un salón de eventos ubicado en la avenida San Martín, la arteria principal del pueblo. Se llama "La Muñe Show" y suele abrir los fines de semana.

Ezequiel es, en principio, el único con antecedentes: el año pasado fue denunciado por violencia de género por su novia. Ambos siguen viviendo en el mismo pueblo y más allá de ese conflicto, es considerado una persona respetable.

“Furita” es quien amarra los brazos del joven. En el video es el más comprometido a incitar el abuso del joven

Jorge Cisnero

Para el pueblo, es Fura o Furita. Tiene 28 años y es el menor de los tres hijos de Secundino Cisnero, alias Cunina. Su padre es una persona de dinero, goza de una posición acomodada en contraste de una población nutrida por gente de ambiciones modestas. Eso no lo convirtió en un vecino antipático. Es dueño de una carnicería y manipula presunto poder: hay quienes lo acusan de intentar sobornar y ejercer influencias sobre el Intendente para silenciar el reclamo de los familiares de M. a efectos de garantizar la inmunidad de sus hijos.

Jorge administra junto a su socio una de las tres ferreterías del pueblo. También suele realizar trabajos de soldadura a domicilio. No tiene hijos, no está en pareja y nunca se le conoció una novia. Tampoco es "un mal nombrado". En su infancia, lo veían como un niño travieso. En el video, su "travesura" es atarle las manos, darle nalgadas en la cola y bajarle los pantalones y los calzoncillos a su amigo.

Pancita es el que está de remera roja en el fondo: no participa pero sí festeja la ceremonia

Nicolás Reynoso

En el video es el que se ríe. Le dicen Panza o Pancita. No supera los treinta años y trabaja como empleado en una casa de electrodomésticos. Su participación en el abuso se restringe a la complicidad. No habría sido uno de los que perpetraron el abuso. Su hermana -es de conocimiento público en el pueblo- estuvo detenida por comercialización de estupefacientes. Sobre él recae ahora uno de los siete pedidos de detención inmediata que los abogados de M. le solicitaron a la fiscal de Instrucción y Familia de Dean Funes, Fabiana Pochettino.

El galpón donde se gestó el abuso a la víctima queda en el perímetro del pueblo y es un recinto de reunión habitual (Fotos Mario Sar)

Ese sábado 16 de febrero también estuvieron en el lugar de los hechos otras tres personas. Aún no se difundieron sus identidades. Se presume que son los dos hermanos que administran la Gomería Los Magos donde se cometió el abuso y un tercer integrante que figura como adulador. En ese galpón, suelen celebrar asados un grupo de más de quince amigos. A veces también se internan a jugar a la timba y al billar. En las próximas horas, algunos de ellos podrán ser detenidos. La fiscal Pochettino procesa la declaración ampliada de la víctima, emitió la orden de nuevas diligencias probatorias y la apertura de los teléfonos confiscados en búsqueda de algún documento que compruebe lo denunciado por la víctima. Por el momento, los acusados y M. caminan las mismas calles como si nada hubiese ocurrido.

Fuente: Infobae

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Acusan a una tatuadora de matar a su bebé de 9 meses con una papilla envenenada con raticida

Una mujer de San Pablo, Giovanna Chiquinelli Marcatto, fue detenida el miércoles y acusada de haber matado a su hijo de apenas 9 meses, Dante, al que le habría dado de comer una papilla de banana con veneno para ratas.

El episodio ocurrió el martes 26, cuando Dante estaba en su casa junto a su madre, una tatuadora de 27 años. Según la investigación, la mujer le dio de comer la fruta alrededor de las 17 h y le sacó fotos con su celular, en las que el chico aparecía sonriendo.

Tres horas después, el bebé comenzó a sentirse mal y fue trasladado de urgencia al Hospital Estadual de Vila Alpina, en la zona este de la ciudad. Los médicos no lograron salvarlo.

El informe forense y la declaración de la madre

Según las primeras pericias forenses, el pequeño Dante habría ingerido veneno para ratas.

La gran cantidad de sustancia tóxica hallada en las vísceras del bebé apunta además a que el veneno no fue ingerido accidentalmente, ya que contiene una sustancia amarga para evitar que chicos lo coman.

Los expertos indicaron que el intervalo de tres horas entre el momento en que Dante comió la banana aplastada y su malestar coincide con el tiempo necesario para que la sustancia haga efecto en el organismo de un niño tan pequeño.

Por eso, la Justicia ordenó la prisión preventiva por 30 días para la madre, que fue confirmada en una audiencia de custodia realizada el jueves 28 de agosto. El caso quedó caratulado como muerte sospechosa, pero la mujer es investigada por homicidio calificado.

La tatuadora fue grabada un día antes mientras compraba el veneno en un supermercado

Según reveló el medio Metrópoles, el momento en que la tatuadora compró el veneno con el que habría matado a su bebé quedó registrado por las cámaras de seguridad de un local de mascotas de la zona este de San Pablo.

La tatuadora fue grabada mientras compraba el veneno en un supermercado un día antes de la muerte de su hijo. (Foto: captura).

La mujer hizo la compra el lunes alrededor de las 15:30, un día antes de la muerte de su hijo, por lo que los investigadores creen que fue planificado.

Sospechas previas y descuido en la salud del bebé

Además de la madre, la policía tomó declaración a empleados de la guardería donde asistía Dante. Ellos aseguraron que ya habían advertido a Giovanna que Dante se había sentido mal durante la semana, con episodios de vómitos y cambios en el color de la orina.

En la resolución del Tribunal de Justicia que mantuvo la detención, se remarcó que, pese a las señales de alerta y las recomendaciones de la escuela, “no hay ningún indicio de que la investigada haya buscado atención médica adecuada para la criatura”, lo que demostraría un posible descuido en el cuidado de la salud del niño en los días previos a su muerte.

“Tú y yo para siempre”

La tatuadora escribió en noviembre de 2024, cuando nació su hijo, que el niño había sido “el mejor regalo que le dio Dios”.

“Ahora somos tú y yo para siempre”, concluyó la mujer, ahora acusada de haber envenenado a su hijo con raticida.

Fuente: TN

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Viajaron a Rosario para cumplir un sueño y un conductor que iba a 120km/h los atropelló: murieron madre e hija

El sueño de Tania Gandolfi (41) era conocer el Monumento a la Bandera, en Rosario, y le insistió a su marido, Diego García (45), para que fueran a pasar unos días a la ciudad santafesina. El 21 de enero, con sus dos hijas, Victoria (6) y Agustina (16), salieron desde Córdoba capital para quedarse solo tres días. Mientras cruzaban la calle, a metros del hotel donde se alojaban y el mismo día que habían llegado, un conductor que iba a 120 km/h los atropelló: Tania y Agustina murieron en el acto, mientras que Diego y Victoria se salvaron de milagro.

“Ella insistía en que quería conocer el Monumento, era su sueño, pero yo no quería ir por la inseguridad. Podríamos haber ido a cualquier lado, no tengo cómo explicarlo. Para darle el gusto, fuimos ahí. Fue el peor error que cometí”, se lamentó Diego en una emotiva entrevista con TN.

El día que llegaron, lo primero que hicieron fue ir a hotel para dejar sus valijas y luego salieron a recorrer la ciudad. Pasaron por una Iglesia y después caminaron por la Costanera hasta llegar al Monumento.

Comenzó a caer la noche y se acercaba la hora de la cena. Tenían planeado comer en un restaurante del centro, pero cuando pasaron por la puerta notaron que estaba repleto de gente. Sin dudarlo, siguieron caminando para ir directo a cenar al hotel. Estaban solo a seis cuadras. Nunca llegaron.

A las 20.58, en el cruce de las calles Arturo Illia y Presidente Roca, se encontraron con la tragedia. Mientras estaban por cruzar la avenida, un auto totalmente fuera de control y que manejaba a toda velocidad, los chocó de lleno. Diego, que tenía agarrada de la mano a Victoria, lo único que recuerda es “el ruido de un auto”.

“Cuando siento ese reflejo, veo que el vehículo quería chocar a una moto, perdió el control y se vino contra mí. Le pegó a 120 kilometros por hora a Victoria y me la sacó de la mano. Voló un montón de metros y la pegó contra otro auto. Mi cabeza miró eso, no miré al resto. Corrí para donde ella quedó y pensé que estaba muerta”, relató.

Diego fue a asistir de inmediato a su hija Victoria y casualmente pasaba por el lugar una ambulancia que la atendió: “Estuvo inconsciente unos minutos”. Cuando los médicos empezaron a tratar a la nena, se le vinieron a la mente Tania y Agustina. “¿Por qué no vienen?“, fue lo primero que pensó, según contó.

En ese instante, fue al auto y se encontró con la aberrante escena: las dos ya estaban muertas. En el lugar, además, vio al conductor que provocó la tragedia. “Le dije de todo, y solo le importó el auto: ´mirá cómo me quedó el auto´“, era lo que el joven repetía, de acuerdo a los dichos de Diego.

En medio del shock, apareció un agente de la Policía de Santa Fe, que separó a Diego del lugar. “Hizo que me encargara de Victoria, porque lo otro ya no podía hacer más nada”, relató. Increíblemente, él solo terminó con una pequeña herida en la pierna, mientras que Victoria fue trasladada al Hospital de Niños Víctor J. Vilela y también sobrevivió. “Es un milagro”, aseguró.

Del dolor al pedido de justicia por su esposa e hija

Agustín David López Gagliasso es el joven de 20 años que manejaba el Peugeot 206 gris que provocó la tragedia. Tiene varios antecedentes de infracciones de tránsito e incluso le habían retirado la licencia por conducir alcoholizado.

La Justicia comprobó que iba a 120 km/h -el doble de la velocidad permitida- cuando atropelló y mató a Tania y Agustina. Al comienzo, la principal hipótesis de los investigadores fue que corría una picada en el túnel Arturo Illia, a cinco cuadras del lugar del hecho, con una moto que nunca pudo ser identificada.

En las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la Municipalidad se puede ver con claridad que, minutos antes de la tragedia, Gagliasso fue registrado en su Peugeot siguiendo a la mencionada motocicleta.

El abogado querellante, Claudio Pucchinelli, aseguró que el origen del siniestro fatal, en realidad, fue una discusión entre Gagliasso y el motociclista. Esa pelea derivó en una persecución que terminó de la peor manera.

“La moto siguió su camino, no siendo individualizada su patente ni su conductor hasta hoy. Pero se ve claramente la moto y el automóvil corriéndola y haciendo zig zag entre los autos en la persecución", aseguró el letrado.

Asimismo, reveló que pudieron confirmarlo gracias al relato de la joven que acompañaba a Gagliasso. “Ella insistió para que no le diera importancia (a la pelea con el motociclista), pero también le pidió que frenara porque se iban a matar”, indicó.

Por su parte, Diego consideró que Gagliasso buscó chocar a la persona que manejaba la moto: “Analizando, me di cuenta de que no parecía una picada y que solo quiso atropellarlo. Lo frenó el poste de la vereda. Nos podría haber matado a los cuatro”.

Una vida que cambió para siempre

“Este chico mató a dos personas que eran únicas”, sostuvo Diego, que estuvo 25 años en pareja con Tania. Con las dificultades del día a día, sigue al cuidado de la pequeña Victoria. “Ella es consciente, lo asumió mejor que yo y todo el mundo. Es como que estaba preparada. Si ella no hubiera estado preparada, tampoco a mí me hubiera sido fácil seguir con todo”, subrayó.

Semanas atrás, padre e hija se fueron de vacaciones a las Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, en lo que fue su primer viaje en soledad: “Lo llevamos como podemos, no es fácil. Escapamos un poco de la casa porque está todo, hay piezas vacías. Hacemos salidas por todos lados”.

A más de seis meses del trágico hecho, aseguró que el conductor imputado “nunca quiso hablar” con él. Sin embargo, fue contundente tras ser consultado sobre si espera unas disculpas: “No hace falta, que lo perdone Dios”.

El proyecto de seguridad vial que iba a presentar Agustina antes de ser atropellada

La adolescente de 16 años asistía al Instituto Provincial de Educación Media y Técnica 357, en pleno corazón del barrio Smata, en la ciudad de Córdoba. Apoyada por sus profesores, estaba trabajando en un proyecto para que en las escuelas primarias y secundarias se empezara a dar como materia obligatoria la seguridad vial.

“Estuvo sentada en la Legislatura local con el proyecto y los profesores la felicitaron. Estaba muy bien planteado. Era a nivel nacional y lo iban a hacer en Córdoba como prueba piloto. Ganó un viaje a Buenos Aires e iba a conocer el Congreso”, indicó.

En este sentido, Diego volvió a la carga contra Gagliasso: “Justamente ella murió en un accidente vial, que en realidad no fue un accidente, sino un homicidio”.

La causa irá a juicio

Gagliasso -al igual que su amiga- salió ileso del accidente y fue detenido en el momento. Actualmente se encuentra con prisión preventiva en un centro de detención del Servicio Penitenciario, acusado por el delito de “homicidio con dolo eventual en concurso real con lesiones”. Podría recibir una pena de 18 años de cárcel.

Fuentes de la Fiscalía de Rosario le informaron a TN que todavía falta hacer la audiencia preliminar para elevar la causa a juicio en un caso que está llevando adelante la fiscal Valeria Piazza Iglesias.

Una vez que formalmente sea elevada, se estima que el debate oral podría ser entre fines de este año y principios del próximo. “Depende de la agenda judicial”, precisó el abogado querellante, Claudio Pucchinelli.

Fuente: TN

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Crecen las denuncias por violencia doméstica: se reciben 53 casos por día y 4 de cada 10 víctimas son menores

En la Argentina, en el primer trimestre de 2025, las denuncias por violencia doméstica crecieron un 9%. Mayormente, este problema afecta a las mujeres, pues el 73% de las denuncias las hicieron ellas, tal como señalan los datos de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Para tener una idea más clara: esta oficina recibe por día, en promedio, 53 denuncias. Del total de presentaciones, el 66% incluía mujeres afectadas de entre 18 y 59 años; el 36% involucraba a niñas, niños y adolescentes; el 13% a varones de 18 a 59 años, y el 11% a personas de 60 años o más.

Los vínculos de pareja o expareja fueron los más frecuentes entre las personas afectadas y las denunciadas, representando el 47% de los casos. Les siguieron los filiales, con un 33%; otros vínculos, con un 10%; otros vínculos familiares, con un 5%, y los fraternales, también con un 5%.

La historia detrás de la estadística

Cuando uno sale de los números, descubre que hay historias diversas detrás de ellos: detrás están las personas. Por eso, hoy se ve como tendencia que tanto instituciones como empresas buscan ser un apoyo para todos quienes lo necesitan.

Por ejemplo, según un reciente relevamiento de la ONG Argentinos por la Educación, 1 de cada 3 directores de escuelas estatales ha tenido que intervenir en casos de violencia familiar. En las escuelas privadas, uno de cada cuatro directores (26%) tuvo que hacerlo frente a este tipo de situaciones.

Mirándolo desde el punto de vista de los niños, niñas y adolescentes, a nivel nacional, el 44,2% de los alumnos dice que los docentes les hablaron sobre cómo cuidarse y evitar el maltrato, mientras que un 28,2% declara que le gustaría tener más información sobre esto.

Además, los datos demuestran que cuanto más los docentes aborden charlas y actividades para prevenir actos de violencia, los alumnos se sentirán más cómodos para pedir ayuda y contar sus experiencias.

Mirada integral

¿Qué es la violencia doméstica? La psicóloga Beatriz Goldberg la define como una violencia que empieza en la pareja, de un lado o del otro, o cruzado, y a veces después pasa a sus hijos. “Algunos tienen a los hijos como objetos y castigan a la pareja de este modo. También puede pasar de violencia de los hijos hacia los padres, sobre todo los adolescentes. Siempre hubo, y en todas las clases sociales. Y no solo hablamos de violencia física, hay psicológica, verbal, económica. Hay distintas formas, y forman un circuito en el que está el pedido de perdón, y por eso a la persona le cuesta salir”, define la especialista y autora de varios libros que abordan la temática.

Por eso, desde Hábitat para la Humanidad Argentina señalan a la vivienda como una herramienta fundamental para afrontar distintas problemáticas. Y la violencia doméstica es una de ellas. ¿Cuántos casos conocemos de mujeres que no pueden escaparse de sus victimarios? “Poder salir de esa situación, sobre todo cuando hay menores de por medio, implica, muchas veces, tener que abandonar el único techo sin la certeza de tener un lugar a donde ir. Esta incertidumbre se convierte en una barrera”, indican desde la ONG.

“Desde nuestra organización venimos trabajando hace muchos años para que se implementen políticas de alquiler social que favorezcan el acceso a la vivienda segura a diversas poblaciones, entre ellas, mujeres víctimas de violencia. Generando facilidades para ese acceso, permitimos que más mujeres tengan mejores herramientas y se sientan más seguras para escapar y acudir a servicios de emergencia”, suman desde Hábitat para la Humanidad.

Y agregan: “Trabajar la problemática de la violencia doméstica desde la vivienda, también está relacionado con la inversión en barrios populares. De acuerdo a nuestros estudios, se podrían prevenir alrededor del mundo 42,9 millones de incidentes de violencia de género, incluyendo violencia de pareja si se implementaran mejoras en los asentamientos informales. En Argentina, se calcula que serían cerca de 98 mil incidentes prevenidos”.

Fuente: TN

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