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Un hombre de 36 años que había sido robado al nacer logró reencontrase con su madre

Alejandro siempre supo que era adoptado, pero tanto él como sus padres adoptivos creían que lo habían “regalado” porque no podían cuidarlo. Sin embargo, más de tres décadas después, se descubrió la verdad. “Saber de dónde venimos es la base de la vida”, reveló en diálogo con TN.
Alejandro Martín Pérez, de 36 años, sabía que era adoptado “desde que tenía uso de razón” y poco le llamaba la atención conocer sus raíces hasta que nacieron sus hijas. La paternidad cambió su forma de pensar y de ver la vida. “En un control nos preguntan a mi expareja y a mí si teníamos antecedentes de muerte súbita, por ejemplo, y no supe qué responder. Ahí me di cuenta de que necesitaba encontrar mis raíces por mis hijas”, contó en diálogo con TN.
Tras una intensa búsqueda que duró 48 horas, Ale descubrió que había sido robado del vientre de su madre el 16 de diciembre de 1987 y que ella estuvo toda su vida buscándolo. Treinta y tres años más tarde lograron darse aquel abrazo tan esperado y comenzaron a cerrar la herida.
Se conocieron luego de 33 años. (Video: TikTok/soy_alejandro_martin)
Tanto él como sus padres adoptivos, siempre creyeron que había sido dado en adopción porque su madre biológica no podía cuidarlo. Esa era la información que le habían dado, pero la realidad era totalmente diferente.
Nélida, su madre biológica, fue engañada en el momento del parto. Fue llevada por una asistente social a una clínica privada de Posadas, donde vivía con su familia, dos días antes de la fecha en la que debía nacer Alejandro. Le realizaron una cesárea con anestesia total y cuando se despertó le dijeron que su bebé había muerto.
Pero, no se conformó con esa explicación y pidió que le entregaran el cuerpo. Tras muchas idas y vueltas, finalmente le dijeron que “había nacido con problemas en las piernas” y que lo habían llevado a Buenos Aires para tratarlo. Inmediatamente, la mujer viajó a la ciudad y ahí comenzó una larga travesía de 33 años de dolor y lucha por recuperar a su hijo.
“Ella iba todos los días a los hospitales donde le decían que estaba, a los juzgados pidiendo que me devuelvan, pero nadie le daba bola”, contó Alejandro en diálogo con TN.
Ante la negativa que recibía día tras día, Nely denunció a la asistente social por haberle robado a su hijo, pero en 1990 la Justicia determinó la absolución de la mujer y la total potestad sobre el menor a sus padres adoptivos. “Sintió que le soltaron la mano”, agregó.
(Foto: Instagram/soy_alejandro_martin)
Sin embargo, su búsqueda no terminó con aquella sentencia. Ella siempre siguió tratando de encontrarlo, verlo, aunque sea de conocer su cara. Pero los tiempos eran otros y todo era mucho más difícil, sobre todo para una familia del interior de bajos recursos.
“Vinieron a vivir a Buenos Aires, durante el día trabajaba y a la tarde me buscaban, hasta el 94′ cuando tuvieron que volver a Posadas. Después, ella cuando podía iba y venía de Buenos Aires a Posadas, hasta que se fue poniendo más viejita y ya no podía viajar tanto”, detalló con ternura Alejandro.
“Había una denuncia de una mujer que pedía mi devolución”
A pesar de que él siempre supo que era adoptado, jamás sintió esa necesidad de contactar a su familia biológica. A sus 18 años, su madre adoptiva le dio una carpeta en donde estaba toda la documentación de su adopción, pero no la abrió. “En ese momento no estaba preparado para afrontar todo eso, no era lo suficiente maduro”, recordó.
La carpeta que contenía todos los datos sobre su adopción. (Foto: Gentileza Alejandro Martín Perez)
Hasta que el nacimiento de sus hijas le hizo cambiar de parecer y le volvió a pedir aquella carpeta. “El 12 de abril de 2021 me entregó la capeta y ahí encontré los papeles del juicio de mi adopción. Además, había una denuncia de Nélida, mi madre biológica, hacia la asistente social que me había dado en adopción, en donde pedía mi devolución”, detalló.
Sin siquiera imaginar lo que podía llegar a encontrar, la abrió y ahí estaban los papeles de adopción con el nombre de sus padres biológicos. “Ahí mismo encontré un recorte de diario El Territorio, en donde decía ‘Resuelven que un niño continúe viviendo con sus padres adoptivos a pesar de que su madre biológica hizo una denuncia con el fin de recuperarlo’”, agregó recordando la sorpresa que sintió tres años atrás al leer eso.
El recorte del diario El Territorio que fue un antes y un después en su vida. (Foto: Gentileza Alejandro Martín Perez)
“No podía creer que había una denuncia de una mujer, que era mi madre, que pedía mi devolución”, contó y remarcó lo importante que fue ese detalle en su búsqueda y el cambio que generó en su vida saber que su familia siempre lo quiso.
Lo que a su mamá le llevó casi toda una vida, a él le llevó tan solo 48 horas
Ni bien supo que su madre lo había buscado desde el primer momento, se puso en campaña y comenzó a buscar a sus parientes por las redes sociales. En dos días, que pasó sin dormir solo pensando en que tenía que encontrar a su mamá, fue que se contactó con decenas de personas, a tal punto que tanto Facebook como Instagram le bloquearon la cuenta porque consideran su actividad como “spam”. “Me quería morir. Al otro día, que me devuelven las cuentas, tenía un mensaje de una de las personas que había contactado diciéndome que conocían a Gisella, una de mis hermanas biológicas”, mencionó.
Así, casi por un boca a boca, logró dar con el número de teléfono de su hermana. “En un momento pensé que estaba muerto. Que me había muerto y que todo lo que estaba pasando era producto de mi imaginación. Que estaba viviendo lo que yo quería vivir, no lo que era”.
Alejandro con sus padres biológicos, Nélida y Ramón. (Foto: Instagram/soy_alejandro_martin)
“Hola Gisella, mi nombre es Alejandro Perez. Estuve averiguando y preguntando hace unos días por una señora que se llama Nélida Isabel Benítez”, le escribe él y ella le responde: “Sí, es mi mamá”. “Creo que es mi mamá biológica”, reveló Ale y Gisella respondió: “¡Yo te busqué años! Vivimos allá en Buenos Aires, buscándote”. Finalmente, aquella búsqueda de 33 años, todo el dolor y el sufrimiento de una familia entera pudo empezar a sanar.
Tras un par de horas hablando con su hermana, entre preguntas y datos que se pasaban para comprobar que no se habían equivocado y que efectivamente eran hermanos, fue que le contaron a Nélida.
Su emoción quedó plasmada en un video que logró grabar un familiar. “Ya abuela, ya abuela. Ahora lo estás viendo”, le dice uno de sus nietos tratando de calmarla mientras la abrazaba. “Diosito me escuchó”, agradecía Nélida mientras veía por primera vez la cara de su hijo, por quien no pasó un día que no rezara y confiara que lo iba a encontrar.
El primer encuentro fue a través de una videollamada, donde su mamá le contó la verdadera historia de su separación. “Yo recién me entero de la verdad, de cómo terminé dado en adopción, bah, mejor dicho robado, cuando después de esas 48 horas de intensa búsqueda hago una videollamada con mi mamá y me cuenta todo”, reveló.
“Ella siempre dejaba un plato de más en la mesa. Mi familia biológica es muy católica y siempre terminaba su rezo con mi nombre. Hasta que, bueno, un día pude ocupar ese lugar y comer en ese plato que siempre me esperó”, contó emocionado.
A los pocos días, sacó un pasaje para Misiones y fue a conocer a su familia. “Yo creo que la identidad de cada uno y las raíces es lo más importante. Saber de donde venimos en la base de la vida”, concluyó en diálogo con TN.
Fuente: TN

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Estafas bancarias: cómo hacer la denuncia y diez consejos para prevenir engaños digitales

Las estafas digitales no paran de crecer en el país, y cada día más personas son víctimas de engaños virtuales. A través de estrategias de ingeniería social y métodos como el phishing, ciberdelincuentes se hacen pasar por entidades confiables para robar información sensible.
Estos engaños terminan con el vaciamiento de cuentas bancarias y el acceso no autorizado a los datos de las tarjetas de crédito en muchas ocasiones.
Es así porque desarrollamos una gran cantidad de gestiones financieras a través de internet y desde nuestras computadoras o celulares. En ese sentido, los ciberataques buscan acceder a esos datos para poder concretar robos o estafas.
“Cuando alguien entra en sus cuentas y encuentra que su dinero no está, debe considerar que fue víctima de un phishing o algún tipo de estafa”, advirtió David Regairaz, abogado especialista en ciberseguridad, inteligencia artificial, protección de datos personales y nuevas tecnologías, en diálogo con TN Tecno.
Qué hacer en caso de sufrir una estafa digital bancaria
“De inmediato, se debe dar aviso al banco y requerir que anulen las operaciones que se hayan realizado, que no libren nuevas si las hubiera hasta nuevo aviso”, afirmó Regairaz. Y agregó: “Por otro lado, se recomienda también hablar con un abogado de confianza especializado en este tipo de casos, ya que posiblemente haya que iniciarse un reclamo”.
Regairaz destacó que es importante y necesario que la víctima saque capturas de pantalla del estado de cuenta, los movimientos y todo tipo de interacción con quienes la víctima sospecha que fueron los culpables: “Es crucial, que se intente recapitular sobre archivos descargados, mensajes de texto o de WhatsApp recibidos que pudieran ser sospechosos, webs visitadas, links apretados, perfiles de redes sociales visitados o que nos hayan contactado, y en general toda la actividad que se haya realizado online en el último tiempo”.
Esta información servirá en la investigación para determinar aproximadamente el momento en que se desarrolló o produjo el delito, lo que facilitará la identificación de los ciberdelincuentes por parte de la Fiscalía.
Además, es necesario hacer la denuncia en la Fiscalía más cercana y aportar todo el material recolectado.
Es importante aclarar que es vital cambiar y actualizar todas las credenciales con nuevas contraseñas. “Luego de todo esto, es importante estar atentos porque podría haber nuevos intentos de estafa. Para eso se recomienda nunca loguearse -ingreso de usuario y clave- sin estar totalmente seguros de que interactuamos con una web/app oficial”, aclaró el especialista a TN Tecno.
La responsabilidad de los bancos en casos de phishing
“En los casos de phishing, cuando la estafa implica la disposición de dinero bancarizado, los bancos tienen la responsabilidad de no haber implementado las medidas de seguridad adecuadas para prevenir el delito y el daño”, explicó Regairaz. Entre las medidas de seguridad necesarias se incluyen la extensión de los tiempos entre la solicitud y la efectivización de préstamos, la implementación de múltiples factores de autenticación y la confirmación personal de los préstamos en el banco, entre otras.
El abogado afirmó: “La responsabilidad de los bancos surge de la relación de consumo con las víctimas y la aplicación de la Ley del Consumidor, la cual establece un deber objetivo de seguridad. Esto significa que, en caso de que un cliente sufra daños debido a la falta de seguridad, el banco debe hacerse responsable”.
Es importante destacar que, aunque los clientes hayan sido engañados para proporcionar sus credenciales (usuario y contraseña) a los ciberdelincuentes, esto no exime a los bancos de responder por los daños ocasionados.
“Para lograr el resarcimiento, los clientes deben presentar un reclamo administrativo ante Defensa del Consumidor. Si no se llega a un acuerdo en esta instancia, los clientes aún tienen la posibilidad de reclamar judicialmente. Este proceso es gratuito, ya que la Ley del Consumidor permite demandar sin incurrir en gastos”, explicó el Regairaz, miembro de equipo de la Consultora It’s Legal.
Cómo hacer la denuncia en caso de ser víctima de una estafa virtual o un ciberdelito
Tenés diferentes alternativas en todo el país. El primer paso, siempre, es hacer la denuncia en una comisaría y/o en la Fiscalía más cercana a tu domicilio. Llevá toda la información del caso que tengas. También se recomienda comunicarse y hacer la denuncia en:
- Ministerio Público Fiscal. Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI): Sarmiento 663, Piso 6, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. (54-11) 5071-0044 o escribir y adjuntar la información por email a [email protected].
- Ministerio Público Fiscal de CABA. Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (UFEDyCI). Tel.: 0800-33- FISCAL (347225) o escribir y adjuntar la información por email a [email protected].
- División Delitos Tecnológicos de la Policía Federal Argentina. Cavia 3350 1°. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel. 4800-1120/4370-5899 o escribir y adjuntar la información por email a [email protected].
En caso de que creas que tus datos personales fueron expuestos, podés comunicarte con la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales para recibir información y asesoramiento para realizar denuncias de delitos relacionados con la privacidad o la protección de tus datos personales: Av. Pte. Gral. Julio A. Roca 710, Piso 5, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tel.: (54-11) 3988-3968 o escribir y adjuntar la información por email a [email protected].
Diez consejos para prevenir estafas de phishing y otros engaños digitales
- Desconfiá de correos y mensajes no solicitados: no hagas clic en enlaces ni descargues archivos adjuntos de correos electrónicos o mensajes de texto que no esperabas, incluso si parecen ser de tu banco.
- Verificá la dirección de correo electrónico del remitente: asegurate de que el correo proviene de una dirección legítima de tu banco. Los estafadores suelen usar direcciones de correo electrónico que se parecen mucho a las originales, pero tienen pequeñas variaciones.
- No compartas información sensible: nunca proporciones tu número de cuenta, número de tarjeta de crédito, nombre de usuario, contraseña o PIN en respuesta a un correo electrónico o mensaje de texto.
- Usá la autenticación de dos o múltiples factores (2FA o MFA): activá 2FA o MFA en tu cuenta bancaria para añadir una capa adicional de seguridad. Esto normalmente implica recibir un código en tu teléfono móvil o mail que debés ingresar, además de tu contraseña.
- Verificá la URL del sitio web: cuando accedas a la página web de tu banco, asegúrate de que la URL comience con “https://” y verificá que el nombre del dominio sea el correcto.
- Mantené tu software actualizado: asegurate de que tu sistema operativo, navegador y programas de seguridad estén actualizados para protegerte contra vulnerabilidades conocidas.
- No uses redes Wi-Fi públicas para acceder a tu cuenta bancaria: evitá conectarte al homebanking desde una red Wi-Fi pública, ya que estas redes pueden ser inseguras y propensas a ataques.
- Desarrollá un hábito de monitoreo regular: revisá frecuentemente los movimientos de tu cuenta bancaria para detectar cualquier actividad sospechosa. Si notás algo fuera de lo común, contactá a tu banco inmediatamente.
- Usá contraseñas seguras y únicas (no las reutilices en otros sitios web).
- Utilizá gestores de contraseñas, programas que almacenan y gestionan claves de forma segura, permitiéndote acceder a ellas fácilmente y mantenerlas protegidas.
Fuente: TN
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A los 13 años le escribió una carta a un soldado de Malvinas y 42 años después de la Guerra se conocieron

María Melián tenía solo 13 años cuando estalló la guerra de Malvinas. En ese momento, los bombardeos y las trincheras estaban lejos de su tranquila vida en Tres Arroyos. Todo era nuevo en un país que venía golpeado por los conflictos internos, pero que no estaba acostumbrado a los enfrentamientos internacionales de ese calibre.
Héctor Urbieta, sin embargo, ya hacía un año que estaba haciendo el Servicio Militar Obligatorio. Tenía 19 años y estaba a punto de obtener la baja cuando el batallón que integraba fue enviado al sur del país. Luego de varios días, de manera casi repentina, ese grupo estaba pisando por primera vez Las Islas.
Sus vidas estaban completamente separadas, sin embargo, por esas casualidades del destino, terminaron unidos para siempre. Una carta que llegó por equivocación volando en la oscura y fría noche de Malvinas fue el inicio de un camino que 42 años después concluyó en un conmovedor abrazo.
La carta a un soldado
María no olvida los días terribles que vivió el país mientras los bombardeos se desataban en Malvinas. El último tren con pasajeros que vio pasar en Tres Arroyos había sido el que trasladó a los soldados que se encaminaban al sur. Es por eso que hoy insiste en recordar y mantener viva la memoria, pero desde el lado del amor. Por eso cuenta y cuenta su historia a todo aquel que quiera escucharla.
“Teníamos solo la radio Tres Arroyos y el diario La Voz del Pueblo y a través de ellos nos convocaron para que escribiésemos cartas a los soldados, nos dijeron que a ellos les iban a llegar, que íbamos a ser madrina de guerra”, precisó la mujer en diálogo con TN.
Así se despertó la inquietud de aquella niña que comenzaba su adolescencia y que se decidió a escribir tres cartas. Una de esas, una noche, llegó hasta Héctor de una forma muy particular. “Yo tenía la ilusión de que llegara, pero de ahí a que sucediera... Uno pensaba en la distancia, no era como es todo hoy”, rememoró.
Pero la carta llegó. Del otro lado del mar, el papel que llevaba sus palabras había sido recibido por Héctor. Aunque decir que la recibió es simplemente una manera de explicar que aquella carta le impactó, literalmente, en el pecho al joven soldado.
“Vengo de Corrientes, a los 18 años, entré al Servicio Militar porque era obligatorio en esos años. Fui a Curuzú Cuatiá en el comando de la tercera brigada de Infantería. Yo estaba a punto de salir de baja cuando nuestro batallón se alistó y emprendemos el viaje al sur”, recordó Héctor a TN.
Fue así cuando una noche, cargando y descargando cosas, la carta le pegó directo. Cuando la leyó, se encontró con la ternura de aquella pequeña y sintió que en la fría noche de Malvinas, todo comenzaba a tomar calor. Es por eso que decidió responderle. “La oscuridad de Malvinas basta con cerrar los ojos para entenderla. En ese contexto, mientras descargábamos los aviones, cuando no se prendía ni la luz de un cigarrillo, algo me tocó el pecho. Lo agarré, vi que era un sobre y lo guarde entre mi ropa. Al otro día vi que era una carta y que decía ‘para un soldado de la Marina’, pero yo era del ejército”, detalló el excombatiente.
“Esa carta, a mí y a mis compañeros, nos sirvió para seguir adelante, nos dio fuerzas leerla. Cada tanto me hacía saber que el pueblo argentino estaba con nosotros, que todo un país nos alentaba y la tuve mucho tiempo hasta que caí prisionero y ahí me la quitaron”, amplió el veterano de Malvinas. Sin embargo, la historia no culminó allí. Antes de que finalice la guerra, Héctor respondió y la respuesta a María llegó.
“Al mes, más o menos, el cartero que nos conocía a todos en el pueblo, gritó en la puerta que había una carta de Malvinas. Salí corriendo y la recibí: era la primera carta de Héctor, un chico de 19 años que me contaba que estaba defendiendo la patria y que me pedía disculpas porque yo le había escrito a un soldado de la Marina y él era solo un soldado de tierra” explicó María.
Hoy, a lo lejos en el tiempo, la mujer tiene hijos que duplican la edad de aquel jovencito y se sorprende al entender la importancia de aquellas palabras en la madurez que rápidamente debió ganar ante una situación así. “Me contó que estaba defendiendo la patria, que estaba orgulloso de eso. No hablaba de si estaba bien o mal. Me contó que era de San Luis del Palmar, una localidad de Corrientes, y me pedía que le vuelva a escribir, que le mande una foto y le cuente más de mi historia”, agregó.
“Yo le contesté la carta, la mandé con una foto y él me volvió a mandar una carta, pero ya estando en territorio argentino devuelta y quedó esa promesa de que nos íbamos a encontrar”, recordó. Sin embargo, nada salió como esperaban: “En aquel momento, cuando volvieron los chicos, la Argentina hizo una negación de todo lo que había sucedido y quedaron un poco olvidados”, lamentó la mujer.
Esa negación fueron años de no poder volver a comunicarse con su amigo. Las personas le decían que mejor no lo moleste, que no sabía quién era e infinitas excusas más. Inclusive, del lado de los veteranos, hubo quienes también se negaban a contar que habían estado defendiendo la patria o inclusive hasta hablar del tema.
De la forma que sea, María nunca perdió la esperanza de volver a encontrar a Héctor. “Durante años atesoré esas cartas. Va a ser siempre mi gran ejemplo de vida porque él es algo maravilloso para mí”, insistió la mujer. “Yo siempre pensé que seguramente estaba con frío o miedo, pero nunca me hizo ver eso”, añadió.
Un abrazo luego de 42 años
Durante varios años no lo buscó, pero la irrupción de las redes sociales la hizo repensar aquella idea. “Me hice una cuenta de Facebook cuando estalló todo y se me vino él a la cabeza. Lo busqué, le mandé una solicitud de amistad y esperé. En ese momento uno no abría las redes todos los días como hoy, así que cuando volvía a entrar ya tenía su respuesta y eran fotos de las dos cartas que yo le había mandado”.
La siguiente interacción entre ambos fue conocerse, a la distancia, pero recomponer ese vínculo que tantos años de lejanía se los impidió. “Siempre nos quedó eso de que un día nos teníamos que conocer y darnos un abrazo. Siempre le dije que era como mi timón, mi gran héroe”, insistió María.
La vida, con sus vueltas increíbles, la encontró a María formando parte de un colectivo de Malvinas del pueblo. Ella contó todas sus vivencias y la invitaron a formar parte para seguir replicando la historia viva de este país. Allí, además, les habló de Héctor. En medio de las lágrimas, todos quedaron atentos a su emocionante relato.
Los meses pasaron, pero la historia de ambos amigos siguió recorriendo lugares y quedó resonando en los compañeros del colectivo del que formaba parte María. Así, el 12 de octubre del año pasado, la invitaron a un asado, al cual ella se negó por problemas de salud, pero al que terminó asistiendo por la constante insistencia hasta de su marido.
En medio del asado, ella volvió a sacar sus cartas y a releerlas. “Islas Malvinas. 27 de mayo de 1982...”, dijo cuando una voz masculina que acaba de entrar a la sala acompañó su relato. Allí, detrás de ella, estaba Héctor, por primera vez en 42 años en carne y hueso.
“Fue una cosa gigante, tocarnos, mirarnos, fue algo increíble”, aseguró la mujer entre lágrimas. El conmovedor momento quedó registrado y demostrado en dichas imágenes, colmadas de amor y empatía. Ese abrazo, que se hizo esperar tanto, por fin tuvo lugar. Así, entre risas, anécdotas, lágrimas y más abrazos, transcurrió la noche.
Al día siguiente, los amigos se juntaron a desayunar, cada uno con sus respectivas parejas. Luego almorzaron y más tarde merendaron. Héctor se tenía que ir porque tenía otro compromiso, pero ese abrazo que se hizo esperar 42 años no iba a quedar tan corto. Así, de la mano, abrazados, entre risas y llantos, caminaron por el pueblo, recorriendo cada museo y recordatorio de Malvinas.
Antes de irse, Héctor le hizo un regalo a María: le dejó sus dos cartas para que ella “siga malvinizando”. “Son tuyas porque tu trabajo es malvinizar con esta historia que es la que vivimos los dos y que tiene mucho amor”, le insistió el excombatiente.
“Siempre quise darle ese abrazo, yo estaba seguro que la iba a conocer. Quería darle las gracias porque a mí me ayudó mucho su carta, me dio fuerzas para salir adelante. Muchas veces uno en la guerra se siente vencido, nos codeamos con la muerte, sufrimos hambre, frío. Fue realmente importante”, remarcó el soldado.
Sobre esto, también se refirió a la importancia de mantener la memoria viva por los compañeros que quedaron en Las Islas y por quienes sufrieron las consecuencias luego de volver. “Hubo una gran desmalvinizacion, se prohibió hablar de Malvinas, se mostraron mucho las miserias de la guerra, pero yo tengo compañeros, hermanos, camaradas que tuvieron hechos heroicos de traer a compañeros bajo fuego enemigo, ponerlo a resguardo. Eso poco se cuenta y es maravilloso”, recordó con emoción.
Hoy Héctor vive en Santa Fe y visita cada tanto Córdoba. Tiene tres hijas, once nietos y una compañera de vida que lo banca en cada aventura que él inicia. María también formó su familia, pero nunca se fue de Tres Arroyos. Ambos continúan su tarea de seguir relatando la historia viva para nunca olvidar y que las nuevas generaciones también sean parte de ella. “Una vez escuché que un veterano, que también difunde la causa Malvinas, dijo que no se puede amar algo que no conocés. Entonces nosotros lo que hacemos es enseñar lo que es Malvinas, que es parte de la patria, para que empiecen a querer ese pedacito de tierra”, explicó el excombatiente.
“Hoy tratamos de disfrutar la vida, Yo tuve una segunda oportunidad, la guerra no se la deseo a nadie y por eso vivo así”, concluyó Héctor.
Fuente: TN
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Legisladores participaron de los Carnavales de Quitilipi

La presidente de la Cámara de Diputados, Carmen Delgado, quien fue invitada por su intendente Ariel Lovey, participó de los corsos Quitilipense junto a sus pares Canteros Reiser y Dorys Arkwright.
Además, se hizo un reconocimiento del poder Legislativo con una placa y se procedió a la entrega de la declaración de interés Legislativo de esta actividad popular.
"Trabajamos mucho para qué cada una de las fiestas populares en cada comunidad, dónde se expresan valores, la música, la artesanía el arte. Felicitaciones al intendente y cada integrante de la sociedad por el sacrificio qué realizan”, resalto la titular del poder Legislativo.
Desde corsódromo "Alicia Villacorta", se disfrutó de una gran fiesta, que reunió a la comunidad en una celebración llena de color, alegría y tradición.