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El mejor truco en WhatsApp para que no roben tu cuenta, aplica para iPhone y Android
El uso masivo de WhatsApp, la aplicación de mensajería de Meta, con más de 2.000 millones de usuarios activos en todo el mundo, no solo ha cambiado la forma de comunicación, sino que además ha atraído la atención de ciberdelincuentes que buscan explotar vulnerabilidades en la plataforma.
Uno de los métodos más preocupantes utilizados por estos delincuentes es el secuestro o robo de cuentas, que afecta a usuarios de móviles Android y iPhone, que ha cobrado relevancia por su efectividad y el aumento de casos reportados.
Esta situación puede comprometer la privacidad de las conversaciones y traer consecuencias como estafas y robo de información bancaria.
Cómo pueden robar una cuenta de WhatsApp
El robo o secuestro de cuentas en WhatsApp se realiza a través de ingeniería social, un conjunto de tácticas manipuladoras que buscan engañar a la víctima para que entregue su código de verificación.
Este código, enviado por WhatsApp durante el proceso de configuración o cambio de dispositivo, es la llave que permite al atacante tomar control total de la cuenta.
Una vez que el ciberdelincuente obtiene acceso, puede usar la cuenta para enviar mensajes maliciosos, estafar a los contactos de la víctima o incluso acceder a información sensible almacenada en los chats.
Cuál es el truco para evitar que roben una cuenta de WhatsApp
Frente a estos riesgos, es imperativo que los usuarios de WhatsApp adopten medidas proactivas para proteger sus datos personales y evitar accesos no autorizados.
Entre las recomendaciones más importantes se encuentra la activación de la verificación en dos pasos, disponible tanto Android como iOS, una función que añade una capa adicional de seguridad.
Paso a paso para activar la verificación en dos pasos de WhatsApp
- Los usuarios deben abrir la aplicación y dirigirse al menú de configuración, representado generalmente por tres puntos en la esquina superior derecha de la pantalla.
- Dentro del menú de configuración, deben elegir la opción ‘Cuenta’, la cual despliega varias configuraciones relacionadas con la seguridad y privacidad.
- Al seleccionar esta opción, WhatsApp guiará al usuario para habilitar esta función.
- El paso crucial es establecer un código PIN de seis dígitos que será solicitado cada vez que se registre el número de teléfono en WhatsApp nuevamente.
- WhatsApp permite asociar un correo electrónico, útil para recuperar el código PIN en caso de olvido.
Esta medida de seguridad considerablemente incrementa la dificultad para que los estafadores secuestren cuentas, debido a que necesitan tanto el código de verificación enviado por WhatsApp como el PIN de seis dígitos.
Qué otras formas hay para proteger una cuenta de WhatsApp
Además de la verificación en dos pasos, otras medidas recomendadas incluyen el uso de contraseñas complejas y únicas para dispositivos, la activación de la protección con huella dactilar o Face ID, y el bloqueo de chats sensibles mediante aplicaciones de terceros o las propias características de privacidad de WhatsApp.
Es crucial que los usuarios nunca compartan su código de seguridad con nadie, incluyendo al supuesto soporte técnico de WhatsApp, ya que esta es una táctica comúnmente utilizada por los estafadores para obtener acceso a las cuentas.
Qué otras amenazas pueden atacar una cuenta de WhatsApp
La suplantación de identidad es otro delito frecuente en WhatsApp. Los estafadores se hacen pasar por familiares, amigos o entidades reconocidas para obtener información personal o financiera de la víctima.
Esta técnica se facilita con el acceso a la cuenta de un contacto de confianza, desde donde los atacantes pueden iniciar conversaciones engañosas bajo la apariencia de ser alguien conocido.
Además, los enlaces maliciosos representan una amenaza. Estos enlaces, enviados a través de mensajes que parecen legítimos, pueden dirigir a las víctimas a sitios web falsos creados específicamente para recolectar datos personales o instalar malware en sus dispositivos.
Del mismo modo, una vez instalado, el malware puede robar contraseñas, fotografías, registros de conversaciones y otra información sensible para el usuario.
Fuente: Infobae
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La función de WhatsApp que debes desactivar para nunca caer en una estafa
Pese a que WhatsApp, la aplicación de mensajería de Meta, es altamente usada por brindar la capacidad de enviar diferentes archivos de forma instantánea, no está ajena a presentar riesgos en la seguridad de sus usuarios
El gigantesco volumen de tráfico en WhatsApp no ha pasado inadvertido para los estafadores y ciberdelincuentes. La capacidad de intercambiar mensajes de texto, audios, llamadas, videollamadas, videos, imágenes y archivos ha abierto nuevas oportunidades para los delitos digitales.
Los archivos maliciosos pueden ser camuflados como inofensivas imágenes o documentos, y ser enviados a través de contactos hackeados. Es por esto que presentamos cómo configurar una barrera que limite el paso de archivos maliciosos en un dispositivo.
Qué función de WhatsApp permite estafas y robos de datos privados
La descarga automática de archivos multimedia, una función predeterminada en muchos dispositivos, corre un riesgo particular en dar paso a criminales, debido a que permite la entrada de contenido potencialmente malicioso sin que el usuario se percate de ello.
Aunque WhatsApp ofrece ciertos niveles de protección, como deshabilitar la descarga automática de archivos recibidos de números desconocidos, esto no es suficiente para garantizar la seguridad de los usuarios si el remitente es un contacto conocido cuyo dispositivo ha sido comprometido.
Por ello, resulta indispensable que los usuarios adopten medidas adicionales para proteger su información confidencial y sus dispositivos.
Cómo evitar caer en una estafa o robo en WhatsApp
La acción más efectiva es desactivar la descarga automática de archivos. En dispositivos Android, este proceso es relativamente sencillo: el usuario debe acceder a “ajustes”, luego a “almacenamiento y datos”, y finalmente a “descarga automática”, donde podrá anular todas las opciones disponibles.
Para quienes utilizan dispositivos iOS, como el iPhone, el procedimiento es igualmente directo. Los usuarios deben dirigirse a “configuración”, posteriormente a “almacenamiento y datos”, y seleccionar “nunca” en cada una de las categorías de descarga automática.
Esta configuración impide la descarga involuntaria de cualquier archivo multimedia, proporcionando una capa adicional de seguridad contra archivos potencialmente dañinos.
Por qué es importante desactivar las descargas automáticas en WhatsApp
Desactivar esta función no solo evita que la galería del dispositivo se llene de archivos innecesarios, sino que también actúa como una barrera de defensa contra ciberataques y fraudes.
Estafadores suelen aprovechar cualquier vulnerabilidad disponible para infiltrarse en los dispositivos y extraer información personal o financiera. Mediante la desactivación de la descarga automática, los usuarios reducen significativamente el riesgo de sufrir tales incidentes.
Junto a estas precauciones, es fundamental que los usuarios se mantengan informados sobre las nuevas formas de estafas y malware que circulan. Constantemente surgen nuevas técnicas que los ciberdelincuentes utilizan para engañar a los usuarios y obtener acceso a sus dispositivos.
Mantener la aplicación actualizada es otro paso esencial; las actualizaciones suelen incluir mejoras de seguridad que corrigen vulnerabilidades detectadas.
Cuáles son las estafas más comunes en WhatsApp
Las estafas más comunes en WhatsApp incluyen la suplantación de identidad, donde los estafadores se hacen pasar por contactos de confianza para solicitar dinero urgentemente.
También, están los enlaces (link) fraudulentos, que llevan a sitios web de phishing diseñados para robar información personal y financiera, junto a las falsas promociones o sorteos, que prometen premios inexistentes.
Además, se han identificado esquemas de fraude en los que se ofrecen productos o servicios a precios reducidos para luego no cumplir con la entrega, aprovechándose de la confianza de los usuarios.
Otras recomendaciones para reducir el riesgo de estafa en WhatsApp
Si bien, la app implementa medidas de seguridad robustas como encriptación de extremo a extremo, la responsabilidad también recae en los usuarios para asegurarse de que están utilizando la aplicación de manera segura.
Configuraciones adecuadas, un comportamiento vigilante y una comprensión de los riesgos son claves para garantizar la seguridad en la era digital.
Es importante recordar que la prevención es la mejor defensa contra el fraude digital. Tomar medidas preventivas como desactivar la descarga automática y ser cautelosos con los archivos recibidos puede salvar a los usuarios de muchos problemas y robos.
Fuente: Infobae
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El dispositivo que debes apagar para amplificar la red WiFi en toda la casa
Desde el teletrabajo hasta el entretenimiento en streaming como Netflix, pasando por los asistente virtuales como Alexa, una conexión WiFi estable y de alta velocidad es esencial para el funcionamiento fluido de la vida diaria.
Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos en los routers y en la infraestructura de redes, muchos usuarios siguen experimentando problemas de conexión. Uno de los factores menos conocidos pero altamente impactantes en la calidad de la señal WiFi es la interferencia causada por los dispositivos equipados con USB 3.0.
Por esta razón, se explica el motivo de que estos dispositivos que parecen inofensivos, son un peligro para la velocidad de la red WiFi, y qué soluciones mejoran la señal.
Qué puede causar interferencia en una red WiFi
Cuando se piensa en problemas de conexión WiFi, lo primero que llega a la mente es la congestión en la red o la interferencia electromagnética causada por otros dispositivos electrónicos. Sin embargo, pocos consideran el impacto que pueden tener los periféricos y unidades de almacenamiento externo que operan con tecnología USB 3.0.
Estos dispositivos, que suelen encontrarse en discos duros externos, concentradores de puertos y otros accesorios informáticos, pueden generar interferencias significativas en la banda de 2.4 GHz, que es la misma frecuencia utilizada por muchos routers WiFi.
El problema radica en que el USB 3.0, aunque ofrece velocidades de transferencia de datos significativamente más rápidas que su predecesor USB 2.0, suele emitir una señal de radiofrecuencia que puede interferir con la velocidad del internet.
Este fenómeno ocurre porque ambos, el USB 3.0 y la WiFi de 2.4 GHz, operan en un rango de frecuencias similares. Como resultado, la interferencia puede manifestarse en forma de latencia, caídas de conexión y, en general, un rendimiento deficiente del WiFi.
En qué momentos se puede presentar mayor interferencia en el WiFi
Las consecuencias de esta interferencia son más notorias en hogares donde la conectividad es crucial. Durante la pandemia, con el auge del teletrabajo y la educación a distancia, la demanda de una conexión WiFi estable se incrementó.
Para aquellos que dependen del internet para videoconferencias, transferencias de archivos pesados o simplemente para navegar en la web, las interrupciones causadas por un disco duro externo conectado a un puerto USB 3.0 pueden resultar frustrantes y constantes.
Además, los hogares modernos están cada vez más equipados con dispositivos inteligentes, desde termostatos hasta cámaras de seguridad y robots aspiradores, que dependen de una conexión WiFi para funcionar correctamente. La interferencia puede causar fallos en estos sistemas, afectando no solo la comodidad sino también la seguridad.
Cómo evitar interferencias en la red WiFi
Existen varias soluciones para mitigar el impacto de la interferencia del USB 3.0 en la señal WiFi. La primera y más sencilla es desconectar cualquier dispositivo USB 3.0 cuando no esté en uso.
Aunque esto puede parecer una medida básica, varios usuarios que mantienen sus discos duros externos conectados constantemente, sin darse cuenta del impacto negativo que esto puede tener en su conexión a internet.
Otra solución es cambiar los dispositivos conectados a la banda de 5 GHz, que no sufre las mismas interferencias que la banda de 2.4 GHz. No obstante, este cambio tiene sus limitaciones, porque no todos los dispositivos electrónicos son compatibles con la banda de 5 GHz.
Los dispositivos más antiguos o más económicos en la mayoría de las veces están limitados a la banda de 2.4 GHz, lo que significa que la interferencia del USB 3.0 seguirá siendo un problema para muchos usuarios. Para aquellos que no pueden cambiar a la banda de 5 GHz, otra opción es utilizar un cable de extensión para el dispositivo que genera interferencia.
Fuente: Infobae
Salud
¿Los stickers son la nueva expresión del bullying?: su impacto en la salud mental infantil
En la cultura digital, los stickers se han convertido en una forma popular de comunicación y expresión entre niños y adolescentes en chats como WhatsApp y otras redes sociales. Sin embargo, algunos de estos stickers naturalizan la violencia, la homofobia, la gordofobia, e incluso la violencia sexual y de género, asesinatos y suicidios, lo que tiene un impacto adverso en la salud mental de los niños, niñas y adolescentes.
Recientemente, el diario El País de España, publicó los resultados de un experimento con alumnas de 17 años en un colegio secundario de Madrid que analiza el impacto en su forma de relacionarse de las imágenes violentas, sexualizadas, nazis y homófobas que comparten con el celular.
Una de las chicas cuenta: “Recuerdo que pasaron uno de una niña como de un año, era una bebé, que estaba en la cama y básicamente la estaban violando... se veía a la niña desde arriba y del chico no se veía la cara”.
Como parte del proyecto, los 35 alumnos de la clase enviaron encuestas anónimas a algunos de sus amigos de fuera del colegio. Recabaron 103 respuestas, de las que se extrae que:
- 90% colecciona stickers en sus conversaciones de WhatsApp o Telegram
- 85% crea sus propios stickers
- 44,3% los crea con imágenes de otras personas
A la pregunta de ¿tienes en tu colección de stickers con contenido racista, machista, homófobo, de ideología radical o violentos?, la mayoría de los adolescentes contestaron que sí, que estaban relacionados con abuso de menores y pornografía.
Es importante contar que es muy común entre los púberes y los adolescentes (también de algunos adultos) convertir en stickers fotos de compañeros, amigos, familiares, que pueden tomar de cualquier conversación y de redes sociales, sin consentimiento, y convertirla en algo “chistoso”. Muchos de estos son injuriosos y ofensivos para la persona capturada en esa imagen a la que se le agregan elementos, muchas veces para humillarla y reírse de ella.
En la encuesta mencionada y al preguntarles por alguna experiencia negativa con el uso de los stickers una de la respuesta fue, “sí, una vez me hicieron uno por mi peso”.
Estos stickers o memes sobre la imagen de una persona crean una huella digital que es casi imposible de borrar de internet. Esta temática concomitante, el compartir en medios digitales, me preocupa severamente. Puede profundizar en esta columna sobre Sharenting en este medio.
Luego de leer la nota en el medio español, comencé a pedirles a adolescentes y niños conocidos que me compartieran algunos stickers que ellos consideraban de contenido fuerte. La mayoría tenía reparos en enviármelos, les daba vergüenza, y me decían “eran muy zarpados” o frases similares. Con lo cual corroboré que eran conscientes del contenido de los mismos y sobre ellos caía una censura.
El resultado fue abrumador. Mi Whatsapp se llenó de stickers hómofobos, gordofóbicos, racistas, sexualizados, discriminatorios, hacia la discapacidad y superviolentos.
Mi conocimiento hacia el daño que pueden ejercer los stickers lo tengo desde hace años. Algunos pacientes han relatado esta forma de violencia, una nueva expresión del bullying, cuando usaron sus fotos para burlarse de ellos. El impacto, especialmente en la adolescencia, fue profundo y duradero.
Las consecuencias incluyeron una disminución de la autoestima. Si las burlas se referían a su cuerpo, los afectados intentaron ponerse a dieta de inmediato, consultar a un dentista por la forma de sus dientes, operarse, cambiar de ropa, color de cabello e incluso de colegio.
Esta forma de denigración se ha naturalizado, tanto el uso de fotos intervenidas para burlarse como el de compartir imágenes violentas y discriminatorias como si fueran graciosas.
En los últimos años, se ha observado una tendencia preocupante donde las personas se ríen de situaciones complejas como la discapacidad o la violencia sexual. Esta desensibilización y trivialización de temas graves en forma de humor puede ser extremadamente perjudicial.
Según algunos estudios recientes, la exposición repetida a contenido humorístico sobre temas serios y delicados puede llevar a la minimización del sufrimiento de las víctimas y a la normalización de actitudes insensibles, deshumanizantes y discriminatorias.
En muchos stickers se puede ver el predominio de una visión capacitista, en que las personas “capacitadas” son el parámetro en la sociedad y las personas con discapacidad o con diversidad funcional no lo son y está bien burlarse de ellas. Los stickers que se burlan de la discapacidad, la etnia, la orientación sexual, el género y distintas formas de violencia producen la naturalización del desprecio y la humillación.
La exposición constante a stickers que promueven la violencia y la discriminación influye en la percepción y comportamiento de los niños y niñas. Por ejemplo, si en WhatsApp se burlan de un niño compartiendo un sticker, esto no solo afecta a la víctima en el entorno digital, sino que también puede llevar a que los niños y niñas repitan este comportamiento en la escuela como si fuera algo normal.
Estudios recientes han demostrado que la exposición a contenido violento en redes sociales puede llevar a la normalización de la agresión. Sin embargo, la evidencia sobre intervenciones efectivas para reducir el uso de medios violentos y promover habilidades de visualización crítica es limitada.
Hace tiempo estamos preocupados por el impacto de las tecnologías digitales en el bienestar emocional de los niños y niñas, en particular en lo que respecta al miedo, la ansiedad y la depresión. Las investigaciones más recientes han abordado la naturaleza interactiva de las redes sociales y sus impactos en la ansiedad y la depresión.
Un importante cuerpo de investigación confirma la relación entre los medios digitales y la depresión. Aunque hay evidencia de que un mayor uso de los medios electrónicos está asociado con síntomas depresivos, también hay evidencia de que la naturaleza social de la comunicación digital puede aprovecharse en algunas situaciones para mejorar el estado de ánimo y promover estrategias que mejoren la salud. Pero en relación a los envíos vía chat no se han desarrollado grandes estudios y es una de las próximas tareas que deberemos emprender.
La exposición a stickers de violencia sexual y asesinatos puede tener efectos devastadores en la salud mental de los niños y niñas.
Las investigaciones han sido categóricas al respecto: la exposición a contenidos sexuales y violentos a temprana edad puede resultar en traumas, trastornos de estrés postraumático y conductas sexualizadas inapropiadas. Estos contenidos no solo desensibilizan a los niños, sino que también pueden influir en su percepción de lo que es aceptable en términos de comportamiento sexual y violento.
La repetición y banalización de estos temas a través de stickers pueden llevar a la normalización de actitudes perjudiciales, desensibilizando a los niños y adolescentes y logrando hacer que perciban estas actitudes como aceptables o incluso normales.
Es fundamental que las familias, educadores y responsables de políticas tomen medidas para supervisar y educar a los niños sobre el uso responsable de las redes sociales.
Fomentar el pensamiento crítico acerca de la cultura digital, por ejemplo imprimiendo como hicieron en la escuela de Madrid y analizando el mensaje real que contienen desde la escuela, o en casa pedir que nos compartan los stickers que los incomoden o les provoquen algún sentimiento encontrado, puede ayudar a promover valores de respeto e inclusión que son esenciales para mitigar los efectos adversos de algunos contenidos.
*Sonia Almada: es Lic. en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Magíster Internacional en Derechos Humanos para la mujer y el niño, violencia de género e intrafamiliar (UNESCO). Se especializó en infancias y juventudes en Latinoamérica (CLACSO). Fundó en 2003 la asociación civil Aralma que impulsa acciones para la erradicación de todo tipo de violencias hacia infancias y juventudes y familias. Es autora de tres libros: La niña deshilachada, Me gusta como soy y La niña del campanario.
Fuente: Infobae