Actualidad
Brilló como defensor en Francia, hizo más de 30 goles y ahora vende sus croissants “iguales que en París”

Defensor, más de 1.90 y que hizo goles, muchos, al menos 30, y no siempre fueron de cabeza. El hincha de Huracán, Banfield y Gimnasia lo recuerda, pero el verdadero futbolero también. Renato Civelli dejó todo adentro de la cancha en la Argentina y brilló en Francia, aunque ahora su campo de juego es otro: la pastelería.
A metros del Cementerio de la Recoleta, el exfutbolista se sentó en una de las mesas de Gontran Cherrier y contó cómo se dio su cambio de vida, que no solo incluye estar alejado de las canchas sino también llevar adelante una franquicia francesa en la Argentina. Según contó a TN, el mote de “empresario gastronómico” no le gusta, lo siente como una connotación rara, pero lo cierto es que en los últimos cinco años logró abrir cinco locales con las croissants y viennoiserie que son iguales que en París.
El proyecto comenzó mucho antes de su retiro, en 2019 y fue una decisión que tomaron con su esposa, Estefanía, después de pasar casi una década en Francia y de disfrutar de Marsella, Niza y Lille. “Vivimos años muy lindos, una de mis hijas nació allá y mi mujer es historiadora de arte. Entonces, cuando uno piensa en Francia, lo primero que se le viene es el arte y la gastronomía, y pensamos en ir por esto”, dijo el exdefensor.
Tal como sostienen la mayoría de los deportistas de alto rendimiento, el retiro suele ser una de las partes más difíciles de la carrera. Sin embargo, Renato pudo planear cómo sería el día después de parar la pelota: “Siempre fui alguien bastante inquieto, sé que es una problemática recurrente y muy grave el qué hacer, cómo ocupar el tiempo y bueno, lo estuve preparando con anticipación”.
Más allá del fútbol, el deportista contó que siempre le gustó el mundo empresarial, aunque “no tenía mucha idea”. Si bien su papá fue contador y él estudió durante un tiempo Administración de Empresas, recibió la ayuda del consultor Enrique Portnoy para dar el paso de la cancha a los negocios. “Yo tenía decidido el rumbo que quería tomar pero él me dio un master intensivo de cómo encarar una empresa o una franquicia”, mencionó.
Aunque ya no entra a la cancha con botines, Civelli sigue aplicando muchas de las enseñanzas del deporte a su vida actual. “El fútbol me ayudó mucho, mucho. Hay muchas cosas que aplico, sobre todo la responsabilidad, el trabajo bajo presión, el cansancio físico…”, reflexionó. Y agregó: “Los días se hacen largos, no son tan intensos como cuando entrenaba o jugaba, pero hay un cansancio físico y mental que aprendí a sobrellevar en mi etapa como futbolista. Sin duda, eso me marcó”.
El desafío de traer una franquicia a la Argentina y por qué las croissants son iguales que en París
Detrás de cada croissant dorado y de cada pain au chocolat que se sirve en Gontran Cherrier, hay una historia de rigor, pasión y precisión casi quirúrgica. Y aunque parezca una exageración, Renato Civelli lo confirma: mantener el sabor y la calidad de una pastelería francesa en Buenos Aires no es un desafío menor.
“Gontran me exige ciertos requisitos, ciertas reglas”, contó el exfutbolista que empezó las tratativas para traer una franquicia francesa al país cuando todavía jugaba en Lille e incluso los dirigentes del club lo ayudaron a conseguirla. “Tenemos un manual de marca muy completo, y dentro de ese manual las cosas más importantes que me exigen son importar la materia prima de Francia: la manteca, el levain y la harina Foricher. Además, toda la maquinaria es Bongard, que también la importamos”. Ese compromiso con el estándar original es lo que garantiza que la experiencia en sus locales de Belgrano, Palermo, Núñez y Recoleta sea, al menos en sabor, un pasaje directo a París.
El responsable de esa rigurosidad es, precisamente, Gontran Cherrier. Maestro panadero, que nació en Luc-sur-Mer, Francia, y es la cuarta generación de una familia dedicada al pan. A los 16 años se formó en la Escuela Ferrandi y luego en Grands Moulins, donde obtuvo títulos como panadero, pastelero y chocolatero. También trabajó en restaurantes de tres estrellas Michelin como L’Arpège y Lucas Carton, hasta que en 2010 abrió su primera boulangerie en Montmartre. Hoy tiene cerca de 80 locales en Asia, Europa y América, y eligió Buenos Aires como su puerta de entrada a Latinoamérica.
En cada local de Gontran Cherrier en Buenos Aires, el trabajo comienza con el pan. “Básicamente hacemos la baguette, la baguette tradition, una de semillas, una de sésamo y los panes Zeppelin, que son los que más salen”, explicó Civelli. Pero el corazón de la boulangerie está en la viennoiserie, esa categoría que en Francia equivale a nuestras facturas: “La croissant se vende muchísimo, que es el más popular allá, y el pain au chocolat, que les encanta a los chicos. A mí me gusta mucho el Kouign Amann, que es bretón, tiene mucha manteca, y acá algunos amigos le dicen la palmerita, pero si lo escucha Gontran me saca la franquicia”, se río.
No se trata solo de replicar recetas: se trata de honrar una cultura. Y eso, para Renato, también es parte del juego. El fútbol lo entrenó para cumplir reglas, trabajar bajo presión y no desviarse del objetivo. Hoy esas habilidades no se ven en la cancha, sino en cada laminado perfecto que sale del horno.
Fuente: TN

Actualidad
Congreso "Soy Avivamiento" Desbordó Portal del Cielo: Miles de Historias de transformación

Durante tres días, Portal del Cielo fue epicentro de un poderoso congreso que movilizó corazones y vidas.
“Fue algo que nos cambió para siempre”, compartió uno de los miles de jóvenes que asistieron al Congreso “Soy Avivamiento” en la iglesia Portal del Cielo. Durante tres días intensos, adolescentes y jóvenes de todo el país y de más de seis naciones vivieron una experiencia espiritual profunda y transformadora.
El evento fue encabezado por los pastores Cristian y Maca Ledesma, junto al Apóstol Jorge y la Profeta Alicia Ledesma y contó con invitados internacionales como Miguel y Mariana Bogaert (República Dominicana), el profeta Chris Beleke (Estados Unidos) y el apóstol Pedro Medina (Brasil), quienes ofrecieron conferencias y prédicas de alto impacto.
Además, se vivieron momentos únicos como el lanzamiento de nuevas colecciones de su marca de ropas, un nuevo álbum musical, y el estreno del libro “Desde Cero” del pastor Cristian Ledesma. Sin duda, “Soy Avivamiento” fue una experiencia inolvidable que dejó huella en cada corazón."
Una vez más, la Iglesia Portal del Cielo fue sede de un evento que no solo reúne multitudes, sino que deja una marca profunda en quienes lo viven.
Actualidad
Fue profesor de biología y una llamada le cambió la vida: hoy es el peluquero canino que eligen los famosos

Jonatan Ardengui tiene 36 años y desde los 11 que sabía a qué quería dedicarse cuando fuera grande: ser peluquero canino. Esa pasión la tuvo desde muy chiquito por ver la habilidad con la que su papá y su abuelo criaban perros para exposición. Sin embargo, jamás creyó que podía vivir de esta profesión y ser el elegido de los famosos.
Su acercamiento al mundo del espectáculo se dio gracias a Carmen Barbieri y luego tuvo como clientes a diversas figuras: Flor de la V, la familia Montaner, Jesica Cirio, Arturo Puig y Selva Alemán, Elina y Eduardo Costantini, entre otros.
“De chico lo único que quería era hacer peluquería canina. Pero nunca me hubiera imaginado estar inmerso en la farándula, ser reconocido por mi trabajo, y llegar hasta donde llegué hoy”, dijo Jonatan minutos después de recibir a TN Show en la casa de nada más y nada menos que Flavio Mendoza, a quien le atiende a su perrito Aaron de raza samoyedo desde que era cachorro.
Desde la intimidad del hogar, contó que su dinámica suele ser ir a los domicilios de sus clientes y realizar los cortes de acuerdo a las razas de las mascotas. En este caso, el productor teatral tiene un Samoyedo y el peluquero lo visita todas las semanas para mantenerle el volumen del pelo, cuidar las patitas y hacer cortes higiénicos.
Lo que más destaca Jonatan de su trabajo es tanto la confianza que le tienen los dueños como el cariño recíproco entre él y el can. “Cuando llego a las casas los perros me reciben con tanto amor, tanta alegría. La peluquería canina no es algo tedioso, la clave es generar un vínculo para que ellos disfruten y lo interpreten como un juego, con mimos y diversión”, explicó él que además es juez de exposiciones y embajador de una marca de higiene y dermatología.
El llamado de Carmen Barbieri que lo cambió todo
“Mi papá y mi abuelo criaban perros de exposición”, contó Jonatan sobre la infancia que vivió y que marcó de por vida su amor por los perros. “Cuando tenía 11 años tuve mi primera presentación en una exposición y desde ahí supe que lo único que quería era hacer peluquería canina”, indicó al recordar esa época.
Sin embargo, en su adultez se recibió de la universidad y trabajó hasta sus 26 años como profesor de biología. “Dar clases en escuelas tiene lo lindo de la espontaneidad de los alumnos, de lo que aprendés de ellos. Pero yo realmente sentía que la peluquería canina era mi vocación, porque es mucho más inspirador para mí y es lo que realmente despierta mi pasión; por eso dejé por completo la docencia”, reconoció Ardengui por ese impulso que sintió de dedicarse a lo que siempre anheló.
Este sueño se hizo aún más posible gracias a una famosa del espectáculo. “Un día recibí un llamado telefónico, me dijeron: ‘Hola, soy Carmen. Necesito que le hagas la peluquería a mi perrito’. Cuando llegué a la casa, me abrió la puerta Carmen Barbieri, yo no sabía que era ella. Lo primero que hice fue mandarle un mensaje a mi mamá y le puse: ‘Ma, estoy en la casa de Carmen Barbieri’. Yo no lo podía creer”, recordó a TN mientras le cortaba el pelo a la mascota de Flavio Mendoza.
A partir de ese episodio, Jonatan empezó a ser contactado por diferentes figuras de la farándula y trabajó con los perros de la familia Montaner cuando vinieron a la Argentina, con Flor de la V, Jesica Cirio, Arturo Puig y Elina Costantini, entre varias personalidades más. Esto le sirvió para tener más reconocimiento, por ende más clientes y un mejor ingreso económico.
“Este trabajo me identifica, es una pasión. Encima que me paguen por hacer algo que me gusta, es lo más lindo que te puede pasar”, expresó Jonatan que además de peluquero canino es juez en exposiciones y también embajador e instructor en dos reconocidas marcas para la higiene, la dermatología y la cosmética de las mascotas.
Elegido por los famosos (y por sus perritos)
En su charla con TN, Jonatan hizo todo el tiempo hincapié en la gran responsabilidad que tiene en sus manos a la hora de atender a las mascotas: no solo importa el resultado final sino poder mantener intacta la confianza de sus clientes. “Me eligen porque genero una conexión única con sus animales, ellos me entregan a un ser que es de lo más valioso que tienen porque es parte de su familia”, comentó.
En el caso de Aaron, la mascota de Flavio Mendoza, Jonatan mostró ante TN cómo son los cuidados que le hace todas las semanas. “Lo atiendo desde que es un cachorrito de 45 días y le hice la primera peluquería. Él está muy acostumbrado, por eso se queda así, es un amor”, dijo ante la tranquilidad que irradiaba el can.
Uno de los requerimientos del director teatral es mantener el “volumen” del pelaje además del “corte higiénico”. “Él me pide que le haga el corte higiénico porque en la zona tiene tanta densidad de pelo y buscamos que la materia fecal no se le pegue”, indicó Ardengui.
También le cuida las patitas: “Le interesa que estén bien cortaditas porque sale frecuentemente a la calle, para que sean más fáciles de lavar cuando vuelve a la casa. También estos pelitos de las almohadillas se los extraemos para que pise mucho mejor en pisos que patinan demasiado, entonces tiene mejor agarre y resistencia, para prevenir enfermedades articulares”.
Sobre su rol como peluquero canino, Jonatan explicó que escucha atentamente lo que le piden los dueños para luego trasladarlo al perro. “Muchas veces hago recomendaciones. Es similar a cuando las personas van a la peluquería y les dicen que hay caras que van para un tipo de corte y otras que no. Hay perritos que un corte les puede quedar bien anatómicamente, o no”, detalló.
“Trabajo con todas las razas, pero las que más frecuento son Caniche, Schnauzer, Shih Tzu y Maltés”, comentó y cerró emocionado: “Cada perro necesita exaltar las virtudes y ocultar los defectos que pueda llegar a tener anatómicamente. Eso es justamente el arte de la peluquería canina. Pero al margen de este arte, lo más importante es la conexión que se establece con los animales, el amor que esto les despierta. Ellos confían en mí, y yo confío en ellos”.
Fuente: TN
Actualidad
Fue campeón con Los Murciélagos y ahora vende lapiceras en el tren: “Me gustaría tener un trabajo formal”

Oscar Moreno se sube cada día al tren Sarmiento para vender lapiceras y lápices. Atrás quedaron aquellos tiempos en los que supo ser un exitoso deportista: junto al equipo de Los Murciélagos, la selección argentina de fútbol para ciegos, fue bicampeón del mundo y ganó la medalla de oro paralímpica en 2004.
“Me quedé ciego a los 18 años por una retinitis pigmentaria. Tuve varios desprendimientos de retina. Antes no era deportista, hacía todo tipos de changas”, le contó Oscar a telenoche.
Y agregó: “Fue un duelo. Cuando era chico mi mamá salía de los consultorios llorando. A los 11 años me fui solo a un consultorio a preguntar por qué ella lloraba y me respondieron: ‘¿No te dijeron que te vas a quedar ciego?’"
La llegada a Los Murciélagos y el sueño de trabajar en el deporte adaptado
Sobre su llegada a Los Murciélagos, Oscar explicó: “Cuando veía no sabía qué iba a ser de mi vida. Cuando me quedé ciego empecé a averiguar el deporte adaptado y fue todo nuevo para mí: una cancha vallada, tratar de escuchar el sonido de la pelota y no chocarme a mis compañeros. La palabra mágica es ‘Voy’ porque sino te los chocás seguro”.
Con la Selección argentina brilló: fue medalla de oro paralímpica en los JJOO de 2004 y bicampeón del mundo. “¿Mi momento más feliz? Cuando levanté la copa del mundo con un brazo y en la otra la tenía en brazos a mi hija Karen", recordó, y destacó: “Todos éramos importantes en el equipo”.
Hasta hace un mes, Oscar trabajaba como vendedor ambulante en el ramal Retiro-Tigre. Actualmente está en el tren Sarmiento. Vende lapiceras y lápices negros, a mil pesos las cuatro unidades. En un día de buenas ventas puede llegar a ganar hasta 50 mil pesos.
“Me gustaría tener un trabajo formal con un sueldo fijo, sobre todo en el área del deporte”, sostuvo el exfutbolista.
Y concluyó: “Mi realidad es esta, no me veo viendo. Siento que no lo necesito. Ya me acostumbré a vivir así, estoy tranquilo. Solo quiero cinco minutos de ver el rostro de mi esposa y de mis hijos, no quiero ver más nada. Tuve todo lo que soñé y lo que quise en su momento, soy un agradecido a la vida”.
Fuente: TN