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Al poder económico le preocupa más el regreso de Cristina Kirchner que el cumplimiento de la meta fiscal

A comienzos de esta semana un importante funcionario del área económica le transmitió por teléfono al ejecutivo de un banco de Nueva York que Nicolás Dujovne acababa de anunciar que por sexto trimestre el Gobierno cumplió la meta de reducción de déficit fiscal, y le comentó que en su opinión el año iba a terminar con un sobrecumplimiento que iba a dejar el déficit más bajo que la pauta del 2,7% del Producto Bruto Interno.

El financista elogió el logro, pero le dijo que lo que ahora más le preocupa no es la cuestión fiscal sino la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner pueda ganar la elección presidencial del año que viene.

 Un financista dijo esta semana que lo que ahora más le preocupa no es la cuestión fiscal sino la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner pueda ganar la elección presidencial

El Gobierno se encuentra preso de una típica trampa 22, una situación en la que cualquier alternativa que elija lo termina perjudicando, tal como magistralmente escribió Joseph Heller en la novela de 1961 que fue llevada al cine por Mike Nichols con la actuación de Orson Welles, John Voight, Anthony Perkins y Alan Arkin, entre otros.

La trampa en que se encuentra el Gobierno consiste en que si no reduce el déficit como se comprometió ante el FMI, se queda sin el financiamiento de Christine Lagarde y mucho menos por parte de los privados, con lo cual el modelo macro se acercaría al precipicio; pero si cumple con el ajuste, las consecuencias sociales y políticas pueden poner en serio riesgo la reelección de Mauricio Macri, reabrir el escenario del regreso del kirchnerismo, y eso haría que los que tienen el dinero para prestar e invertir no lo hagan por miedo.

 No cumplir con la meta fiscal llevaría a quedarse sin financiamiento del FMI y la economía se conduciría al precipicio; pero cumplir con el ajuste generaría consecuencias sociales y políticas que pondrían en riesgo la reelección y el regreso del kirchnerismo

La dinámica del perro que se muerde la cola

El rechazo del poder económico al kirchnerismo los lleva a comportamientos que agrandan la posibilidad de que el kirchnerismo vuelva. Un loop. La profecía autocumplida.

Lo dijo claramente Miguel Ángel Broda en un reportaje de Luis Novaresio el lunes pasado. “Si el mundo se da cuenta de que Macri es un paréntesis entre dos peronismos, 2019 va a ser un año en el que no vamos a crecer. Las expectativas de que volvamos a caer en el peronismo son devastadoras para el financiamiento que la Argentina necesita”.

Lo que hasta marzo pasado era una probabilidad remota, desde que se desató la crisis cambiaria viene siendo una alternativa que crece en las apuestas. Lo muestran absolutamente todas las encuestas que circulan, que se sustentan en la sucesión de datos negativos sobre la gestión del Gobierno y en la abrupta caída en la imagen tanto de Mauricio Macri como también de María Eugenia Vidal y de Horacio Rodríguez Larreta.

Además, la alternativa tan temida por el poder económico se proyecta a partir de la serie de malas noticias que se vienen.

A los conocidos espantosos datos oficiales sobre la inflación de junio, sobre el derrumbe de la actividad económica en mayo y sobre la destrucción de puestos de trabajo registrado en lo que va del año, “se nos viene una seguidilla de malas noticias por varios meses”, reconoce con resignación el mismo funcionario.

 “Se nos viene una seguidilla de malas noticias por varios meses”, reconoce con resignación un funcionario del equipo económico

Los indicadores de actividad e ingresos que se vienen

El calendario del Indec marca que el 2 de agosto se conocerá la caída en la actividad industrial de junio; el 15 de ese mes se difundirá la inflación otra vez alta de julio; a la semana siguiente se publicará el dato negativo sobre el nivel de actividad de junio; el 25 de septiembre será noticia la previsible desmejora en la distribución del ingreso; y dos días después se llegará al peor de los datos: los índices de pobreza e indigencia correspondientes al primer semestre de 2018, que de no mediar un milagro van a reflejar un retroceso.

“Quiero que juzguen mi presidencia por cómo avanzamos hacia el objetivo de pobreza cero”, repitió Macri una y otra vez.

Mauricio Macri y Christine Lagarde fueron claros y sinceros en sus recientes apariciones públicas. En el mejor de los casos, la economía retomará la senda positiva a comienzos del año que viene, aunque el Fondo no descarta que en 2019 se prolongue la recesión que comenzó el trimestre pasado.

No sería nada extraño teniendo en cuenta que al ajuste que ya han soportado salarios, jubilaciones y asignaciones familiares, se sumará la profundización del recorte en el gasto público. Con menos consumo, menos gasto público y con la inversión productiva retenida por el miedo a que vuelva el “populismo”, la mejora en la demanda agregada que motorice una reactivación queda acotada al aumento de exportaciones. Aumento que efectivamente viene sucediendo, que hubiera sido más elevado si no fuera por el impacto de la sequía, pero que lejos va a estar de alcanzar a compensar los efectos contractivos de los otros componentes de la demanda agregada.

El recorte en el gasto público no es algo que solo se esté discutiendo con miras al Presupuesto 2019. El recorte ya está sucediendo. En el primer semestre del año los gastos de capital cayeron un 20% en términos nominales, lo que tomando en cuenta la inflación arroja una caída estrepitosa.

Freno de la construcción

Las consecuencias están a la vista. Por ejemplo, la UOCRA estima que en Salta y Jujuy ya hay 8.000 obreros de la construcción sin trabajo, lo que condice con la solicitada que publicó la Cámara Salteña de la Construcción señalando que la disminución y paralización de obras en curso están causando “el consiguiente despido de personal, la alteración de la cadena de pagos, el cierre de empresas y la cancelación o retraso en la entrega de las obras a sus beneficiarios naturales”.

La construcción de viviendas es uno de los rubros más afectados por la suba de las tasas de interés

La construcción de viviendas es uno de los rubros más afectados por la suba de las tasas de interés

Es que el rubro más afectado viene siendo la construcción de vivienda. La partida Vivienda y Urbanismo para el año en curso es de casi $35.000 millones (que abarca vivienda social y plan Procrear), que en términos reales es menos de lo que tenía asignado en 2015 o en 2016.

Considerando un costo promedio de $1.000.000 por vivienda, esa cifra de inversión está muy lejos para que el déficit de vivienda retroceda, lo que se agrava por el hecho de que la mayoría de las provincias utilizan parte o todo el dinero que reciben automáticamente a través del Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI) para gastos corrientes. Son aproximadamente $17.000 millones anuales, que se nutren del impuesto a los combustibles y que tenían destino específico, pero una decisión que tomó Domingo Cavallo en 2001 habilitó a que las provincias reasignen el dinero a otros gastos.

La idea que el Gobierno está intentando imponer a los gobernadores es que las provincias usen el dinero del Fonavi para hacerse cargo de lo que hasta ahora viene haciendo la Nación. Claro que para eso las provincias deberían recortar otros gastos. Es precisamente el objetivo: trasladarles a las provincias parte del ajuste comprometido con el Fondo.

¿Por qué los gobernadores habrían de aceptar algo semejante? Porque si no acuerdan por las buenas, la Casa Rosada amenaza con cortarles por las malas el dinero para obras en la provincia que financia la Nación. Ellos también están encerrados en una trampa 22.

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Cambios en los hábitos de consumo de los argentinos: ¿ahorrar, comprar objetos de valor o vivir experiencias?

¿Existe un revival de hedonismo? Como respuesta a la búsqueda de la inmediatez que reinaba tiempo atrás, hoy las personas buscan un consumo que perdure en el tiempo, pero no en cualquier tiempo, en el propio, que les deje una experiencia enriquecedora.

Hoy los consumidores prefieren invertir su tiempo y dinero en productos o experiencias únicos, de esos que crean recuerdos únicos y que, además, permiten contar en las redes sociales que uno la está pasando bien.

Tanto es así que el informe Foresight Report 2025, de Diageo, revela que las conversaciones sobre cómo sacar el máximo partido a productos y eventos únicos han aumentado un 83% interanual (5,6 millones de conversaciones), junto con un incremento del 42% de los consumidores que hablan de espacios sociales alternativos, como salas de juego de realidad virtual, locales híbridos físico-digitales o bares pop-up, que ofrecen nuevas formas de conectar y socializar.

Cambio de paradigma

“Tras la pandemia, el reencuentro con amigos, la vuelta a los bares y la reapertura de espacios públicos se convirtieron en experiencias clave de disfrute. También lo vemos en la creciente demanda por eventos en vivo, como recitales y festivales, donde las entradas se agotan en minutos a pesar de los precios elevados”, describe Sol Martín, Consumer Planning Manager de Diageo.

Y completa: “Esto demuestra que las personas están dispuestas a invertir en vivencias que aporten valor emocional y conexión social, privilegiando la experiencia por sobre lo material”.

“Existe un consumidor aburrido por la extrema conectividad a la que estamos sometidos y busca exposiciones, paseos, experiencias gastronómicas”, define Mara Amar, directora de la Carrera de Comunicación Publicitaria e Institucional de la Universidad Católica Argentina (UCA).

A su vez, agrega esta especialista, “hay necesidades de distintos tipos y el consumo viene a cubrir de manera rápida ese monto de dopamina buscado, como un placebo que se activa con la compra de un producto y al recibir el objeto deseado, que también tiene la exigencia apresurada”.

De acuerdo con el informe La Verdad sobre el Escapismo, de McCann Worldgroup, el 91% de las personas a nivel global siente la necesidad de escapar ocasionalmente, mientras que el 84% considera que las distracciones son una forma saludable de manejar el estrés.

“Este deseo de desconexión se traduce en una demanda creciente de experiencias que van desde rituales cotidianos, como disfrutar de un café especial por la mañana o escuchar música camino al trabajo, hasta escapes más estructurados, como un viaje de fin de semana o una cena con amigos”, analiza Dardo Mamberti, director de Estrategia en la consultora.

Experiencias físicas, investigaciones online

Según TikTok Insights, el 52% de los usuarios en Argentina recurre a la plataforma de videos para buscar sobre temas de entretenimiento e información, mientras que 3 de cada 5 lo utiliza como fuente de inspiración y nuevas ideas. Incluso, el 94% de los usuarios está dispuestos a probar o comprar un producto o servicio recomendado por un creador de contenido.

“La aparición de una crisis tiene efecto inmediato en el comportamiento de las personas. Cambia la dinámica social, por ende la manera de consumir. En ese sentido, la tecnología es un gran facilitador y habilitador de experiencias relativamente accesibles, y un oasis, de cierta manera, ante las restricciones lógicas que trae una situación económica adversa. Poder conectar a través de las redes sociales, consumir de manera accesible y acceder a buen entretenimiento a costos lógicos es una vía de escape de gran valor”, explica Ezequiel Arslanian, Managing Director Accenture Song Hispanoamérica.

La digitalización no deja de lado las emociones. Según un estudio realizado por Globant, el 73% de los clientes exige una mayor personalización a medida que avanza la tecnología, y el 77% de ellos solo interactúa con marcas que personalizan sus experiencias.

Como ejemplo de esto, en América latina, el 70% de los consumidores prefiere ir a los locales al momento de comprar ropa, porque priorizan no solo el contacto con la prenda, sino también la experiencia de ser atendidos, revela un estudio de Boston Consulting Group (BCG).

Por otro lado, existe una gran demanda de sentir una conexión emocional con el producto y su marca. Los consumidores valoran las marcas que logran establecer un sentido de pertenencia y que logren comunicarse de manera auténtica. El 70% de las decisiones de compra, incluida la preferencia de marca, están basadas en factores emocionales.

“El uso de la tecnología permite el acceso a los contenidos en diferentes momentos y lugares, brindando la libertad de elegir cuándo y dónde consumirlos. La implementación de la nueva solución de medición multiplataforma nos da la posibilidad de brindar una visión completa y precisa”, explica Ariel Hajmi, CEO Kantar IBOPE Media Argentina, Chile & Uruguay.

Una experiencia para vivir y contar

Para muchos consumidores, “especialmente los más jóvenes, compartir una experiencia en redes sociales es casi tan importante como disfrutarla. Esto se debe a que las redes sociales se han convertido en una plataforma para construir y mostrar la identidad personal”, dice Valeria de Urraza, Business Development de KANTAR división Insights.

Lo que sucede es que “compartir experiencias permite a las personas conectar con otros, recibir validación social y construir una imagen deseada. Además, las marcas han identificado un tercer espacio de consumo, que no es ni off trade ni on trade, sino de consumo in itinere, en plazas, recitales y playas, donde las experiencias se comparten ampliamente en redes sociales”, añade De Urraza.

“Las personas se vuelven más selectivas con su consumo, pero eso no significa que dejen de buscar experiencias memorables. También hay un fenómeno interesante: cuando el presupuesto es ajustado, se buscan experiencias más accesibles, pero igualmente impactantes. De ahí el crecimiento de alternativas como los bares temáticos, las salas de juego inmersivas y los eventos fugaces que generan la sensación de ‘estar en donde hay que estar’”, aclara Javier Quintero, Chief Strategy Officer GUT Buenos Aires.

En VR Arena, un parque de realidad virtual, dan testimonio de esta tendencia. “Desde que abrimos, cuatro meses atrás, el flujo de visitantes continúa en ascenso. Las reservas se llenan con una semana de anticipación, especialmente durante los fines de semana”, cuenta Nina Gilmizyanova, cofundadora del lugar.

Del mismo modo, en Jobs Bar, donde el valor agregado está en poder jugar. “Una de las cosas que más valoran los consumidores es que es un gran espacio para conocer gente y donde se han formado nuevos grupos de amigos y nuevas parejas”, relata Julián Mizrahi, uno de los socios.

Por su parte, Carolina Wood, presidenta del Board de MMA en Argentina, señala que “algunos estudios sugieren que las personas tienden a arrepentirse menos de haber gastado dinero en experiencias que en productos. Esto puede deberse a que las experiencias suelen ser vistas como una inversión en recuerdos y crecimiento personal, mientras que los productos, especialmente los de consumo masivo, pueden perder valor o utilidad con el tiempo”.

Expectativas versus realidad

Si bien es cierto que en la Argentina hay una tendencia a consumir experiencias, del otro lado de la moneda el consumo masivo todavía no termina de recuperarse luego del ajuste del último año.

“La gran pregunta es si cuando la situación mejora el consumidor vuelve a la marca que tuvo que abandonar o se queda en la nueva que haya adoptado. La verdad no hay una respuesta única, depende mucho de la categoría y el nivel de lealtad que tengan a las marcas. En este escenario, el mercado argentino está aún muy liderado por primeras y segundas marcas”, detalla Esteban Cagnoli, Managing Director Argentina de la División Worldpanel de Kantar.

Al factor económico se suma el consumo sostenible y ético. “Los consumidores están cada vez más comprometidos con el impacto ambiental y social de sus decisiones de compra y lo exigen a las marcas. Muchos eligen o dejan de usar marcas en función del compromiso que tengan. La transparencia de procesos de producción, certificaciones y cuidado del mundo se vuelven cada día más un aspecto básico a la hora de la compra”, advierte Germán Rodríguez, Country Manager de Wild Fi en Argentina.

En este contexto, las estrategias de optimización de precios también cobran relevancia. “El 22% de las marcas a nivel mundial ajustó en 2024 sus costos para hacer sus productos más accesibles, mientras que el 15% implementó esquemas de pagos diferidos para facilitar el acceso a bienes y servicios”, observa Florencia Antih, directora general de cuentas de Carat Argentina.

Entonces, las marcas responden a las necesidades optimizando precios y ofreciendo alternativas de financiamiento. Así se ve “en el sector retail y de consumo masivo, en el que muchas empresas implementaron pagos diferidos y descuentos estratégicos para mantener la demanda sin comprometer la estabilidad financiera de los consumidores”, concluye Antih.

Fuente: TN

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Era docente, vendió una estancia familiar y ahora se dedica a dar clases de yoga en una cárcel de San Martín

”El yoga no es solo una práctica física, es una herramienta para la liberación del ser, para encontrar la paz en medio del caos”. Isabel Aldao, protagonista de esta historia, escogió esa frase para comenzar a narrar uno de los proyectos más significativos de su vida: Moksha, un espacio que lleva el yoga a los internos del Complejo Penitenciario de San Martín.

Isabel no solo es profesora de yoga, sino también el alma mater de un proyecto que está cambiando la realidad de aquellos que necesitan cambiar de rumbo. Para Isabel, que vivió su vida en constante búsqueda de equilibrio, llegar hasta aquí también fue difícil.

La mujer de 60 años nació en San Isidro, es mamá de cinco hijos y abuela de una nieta. Su camino comenzó en el mundo de la docencia, pero las circunstancias la llevaron al turismo, y más tarde a ser la encargada de la estancia familiar La Bamba, en San Antonio de Areco.

Sin embargo, al venderse la estancia, Isabel entró en una crisis personal: “Fue un momento de mucha incertidumbre, no sabía qué rumbo tomar”, contó a TN. Fue entonces cuando su hijo Tobías, notando su angustia, le sugirió algo que cambiaría su vida: hacer el profesorado de yoga.

”Yo había practicado yoga durante años, y sentía que me aportaba un bienestar profundo. Pero no fue hasta que me lancé a estudiar que entendí que esto era mucho más que una disciplina física, era un camino de transformación personal y espiritual”, explicó.

Con su formación, Isabel encontró no solo una nueva dirección profesional, sino una nueva forma de vida. Junto con su amiga Vicky Zimmerman, Isabel fundó Moksha, un espacio que busca llevar el yoga como herramienta de sanación y crecimiento a las cárceles argentinas.

“Lo que empezó como algo personal, se transformó en un proyecto colectivo”, dijo con la mirada iluminada. Es que desde su creación, Moksha tuvo un impacto profundo en aquellos que han pasado por sus clases, especialmente en los internos de las cárceles. En 2015, el proyecto dio un giro inesperado, cuando Isabel y su equipo conocieron a Rodrigo Chavarría, un entrenador de rugby del equipo de los Espartanos. Con él, comenzaron a llevar yoga a los internos de las cárceles de San Martín.

El yoga en la cárcel

“Lo que vimos desde el principio fue impresionante. Los internos empezaron a transformar sus vidas a través del yoga, a encontrar paz donde antes solo había caos”, reflexionó Isabel. A lo largo de los años, su proyecto creció y se diversificó, con la participación de profesores de diversas escuelas de yoga, que en su mayoría imparten clases de manera voluntaria.

”Los internos nos esperan con sus mat en el piso, el espacio limpio y con una disciplina impresionante”, contó la profesora, que destacó la diferencia de actitud que se ve en los internos que practican yoga. “Es notable cómo su mirada cambia, se sienten más conectados con su ser luminoso, y eso transforma todo su entorno”, dijo.

Más allá de los beneficios físicos que otorga el yoga, Isabel y su equipo han sido testigos de una verdadera transformación en los internos. “Lo más impactante es el cambio en su actitud. Se vuelven más serenos, la violencia baja considerablemente, y lo más bonito es ver cómo se apoyan unos a otros. Se crea una comunidad dentro del penal”, reflexionó.

Luego agregó: ”Muchos internos comienzan a sentir que no están solos, que tienen la capacidad de cambiar, y eso los impulsa a seguir”.

Uno de los casos más conmovedores para Isabel es el de un interno con prisión perpetua. A pesar de su condena, el yoga le brindó una nueva visión de la vida. “Este hombre cambió completamente su forma de ver el mundo, y comenzó a inspirar a sus compañeros para que se sumaran a la práctica”.

”Volver a su entorno social, después de tanto tiempo, es muy difícil. Muchos de ellos no tienen estudios ni experiencia laboral, y las historias familiares de conflicto se repiten”, explicó Isabel. A pesar de estos obstáculos, la docente se siente esperanzada. ”Creo que el yoga les da una base para enfrentar la vida con otra mirada. Es un proceso largo, pero lo más importante es que el cambio comienza dentro de ellos”.

Isabel cumplió en este último tiempo el sueño de comprarse un motorhome, bautizada “Motorommm”. Su intención es recorrer el país llevando el proyecto Moksha a todas las provincias, uniendo sus dos pasiones: viajar y enseñar yoga.

”Es mi forma de seguir transformando vidas, de llevar luz y amor a los rincones más necesitados del país”, expresó la mujer, que enfatizó en que el yoga es mucho más que una práctica física. ”Es el guerrero luchando contra sus propios demonios”, insistió, mientras se acomodaba en su asiento.

Allí completó: ”Es la búsqueda constante de esa paz interior, esa luz que todos tenemos, pero que a veces necesitamos descubrir”.

Fuente: TN

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Dejó atrás una exitosa compañía de teatro en inglés y con “un jarabe para la garganta” revolucionó Belgrano

“¿'Eso era una parrilla, no?”, se preguntó Eduardo Demaestri un día que estaba caminando por la avenida Crámer, en Belgrano, y vio un local en alquiler en una esquina. Y en su cabeza comenzó a tomar forma un viejo sueño, una “fantasía adolescente”: “tener un bar”. Y así fue, que en septiembre de 2021, nació Malasangre, un bar de vermú y el primero de tres locales ubicados en una zona entonces poco explotada de Belgrano, la avenida Crámer. Luego, siguieron Malparido y Malaria, un bar de vinos.

“Me costó muchísimo alquilar el local de Malasangre porque el dueño me decía ’no, si no sos de del rubro, no quiero. No quiero un negocio que dure dos días y después se vaya, porque la esquina se desvaloriza’”, recordó Demaestri, que con esa apuesta daba vuelta una página dedicada al teatro educativo en inglés.

“Soy actor, director de teatro, y aunque hablo muy mal el inglés tenía una compañía muy grande llamada The Performers que hacía teatro educativo en Inglés, que hizo obras en más de 500 ciudades de 17 países del mundo”, explicó. Pero con 20 años en el rubro, “estaba muy cansado” y hacía un tiempo que lo tentaba un cambio. El parate de la pandemia fue la excusa que necesitaba para decirle chau.

“No sé preparar ni un Negroni, pero me gusta la coctelería, quería tener un bar de coctelería como un hobby”, dijo. Pero el hobby creció y ahora son tres locales que tiene en pocas cuadras a la redonda. Inspirado por sus viajes a Londres y su pasión por la cultura gastronómica y coctelera, desarrolló Cramer Abajo, un polo gastronómico en su propio barrio.

“Malasangre se llenó desde el principio, fue como un éxito. Estuve parado en la esquina firme como un soldado tratando de entender el negocio”, recordó Demaestri, que apuntó a un cambio en el consumo como una de las claves del éxito del lugar.

“Bajó el consumo de vino, bajo el de la cerveza, el vermú está subiendo muchísimo. Mi abuelo lo llamaba ‘el jarabe para la garganta’, es una bebida muy noble que funciona como aperitivo, funciona como digestivo y que se puso de moda de nuevo por suerte y la juventud la está tomando. En Malasangre lo que hicimos fue crear toda una coctelería de autor con base en nuestros cinco vermuts propios”, explicó Demaestri.

Se llaman Rojo, Rubí, Blanco, Torino y Mítico y los produce con materia prima de primera calidad en Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Cinco perfiles de sabor que van de lo especiado y dulce a lo fresco y frutalpasando por el clásico estilo herbáceo. En el “vermubar” hay también otras decenas de etiquetas de todas partes del mundo, una enorme barra y tapeo gourmet.

Envalentonado por el éxito de su primer bar, Demaestri, adquirió otra esquina a cinco cuadras, “un lugar más grande todavía, con terraza para poner una gintonería con comida asiática, Malaria. Explotó de gente los dos primeros meses y después comenzó a caer”, recordó Demasetri, que, rápido de reflejos, decidió mantener la gintonería en la terraza y reconvertir el restaurante en una parrilla/bodegón, Chimichurri.

Entre ambos locales, abrió Malaria, un bar de vinos. “Se generó un lindo polo, abrieron varias cafeterías también en la zona”, comentó Demaestri.

La creación de CABARCO y la Cocktail Week

Con tres locales a cuestas, Demaestri comenzó a notar cosas que le hacían ruido del mundo de los bares: “trabajan muy aislados, solos”.

“La industria está muy separada, desarticulada, no hay muchos datos de cuánto vende uno, qué vende. Cada bartender es un mundo y hay mucha competencia, pero creo que si estamos todos juntos es más fácil”, sostuvo Demaestri.

Con esa idea en mente, decidió crear en agosto la Cámara Argentina de Bares de Coctelería (Cabarco), que ya tiene más de 100 socios. “Me habían contado que ya hubo intentos hace algunos años de formar una asociación de bares, pero que todo había quedado en la nada”, sostuvo.

Para impulsar el sector y la ya reconocida coctelería argentina, organizó la primera Cocktail Week en noviembre de 2024. En el marco de esta “semana de la coctelería”, se otorgaron los The Cocktail Bar Awards, unos premios a los mejores actores del sector.

También se organizaron masterclasses y conferencias con un enfoque puesto en la educación y la profesionalización.

“Queremos revolucionar la industria de la coctelería en Argentina y ya empezamos por Buenos Aires. Nos debíamos nuestra cocktail week”, expresó Demaestri. “No estamos en el fin del mundo, nosotros estamos en el centro y ellos están lejos nuestro. No tenemos que ser el espejo de Europa o de Asia, tenemos que crear las condiciones para que Argentina sea el mejor lugar del mundo en la coctelería y van a venir solos”, afirmó.

Entre risas, el presidente de CABARCO prometió que “va a aprender como se hace un Negroni”, aunque en el fondo sabe que no hace falta, que le basta con consumirlos. “Yo nací para presidir, me gusta ser presidente”, cerró, mientras planea la próxima Cocktail Week.

Fuente: TN

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